Ascensores cerrados

Los ascensores de acceso a la Rambla de Sants siguen parados, estropeados. El vandalismo y la dejadez consistorial han provocado que Indústria bloquee un elemento indispensable para mucha población.

El ascensor no cumplía las directrices. Los niños lo usaban para jugar; otras veces se utilizaba como urinario, se reventaban puertas y cristales. La Rambla y las calles adyacentes son autopistas para cacos, mientras la impotencia se adueña del barrio. Los ascensores, testigos mudos de la degeneración, han sido abandonados. La falta de civismo no tiene color ni nación pero sí edad. El respeto a lo ajeno como si fuera propio, o como dice el dicho, “no hagas a otros lo que no quieras para ti”, se ha ido por la alcantarilla del olvido.

Cristina Montseny

Barcelona

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...