* El autor forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia
El pasado 15 de julio de 2025 estuve en la localidad valenciana de Quesa, ubicada en la comarca del Canal de Navarrés. Pasé toda la tarde y parte de la noche. Cuando me dispuse a abandonar la zona, yendo por la carretera, a los pocos kilómetros, -por la carretera-, vi un zorro con dificultades para volver al monte.
La denominación científica del zorro es Vulpes vulpes, cuya etimología es simplemente la repetición de la palabra latina “zorro”. La doble repetición enfatiza que se trata del zorro común.
Pues bien, vi al cánido por el medio de la carretera. Buscaba una salida para volver al monte. Pero me percaté de que había algo por encima del guardarraíl, que no permitía pasar al animal. Incluso pensé en salir del coche para intentar ayudarle para poder sortear el obstáculo.
Pero, obviamente, pensé que huiría al tratarse de un ser humano. Al final, al cánido, le costó varios intentos, pero logró sortear el obstáculo.
Posteriormente, pensé que esas zonas, deberían habilitarse para el paso de fauna. Anteriormente, mientras el zorro común seguía buscando un acceso para ir al monte, posado sobre un guardarraíl vi a un precioso mochuelo (Athene noctua), denominación científica que se remonta a la mitología griega y al latín. Athene hace referencia a la diosa griega, asociada con la sabiduría. Noctua se traduce como el “búho de Athenea”.
La mirada del zorro.
Los depredadores naturales del zorro común son el águila real (Aquila crysaetos), nombre científico proveniente del griego que significa: Color “dorado”; el lobo (Canis lupus signatus), denominación científica que significa: Cánido, lobo, y signatus: La subespecie que hace referencia a las marcas distintivas del pelaje del lobo ibérico y el lince ibérico (Lynx pardinus).
Pero muchos zorros son víctimas de la carretera. Es un mamífero cauteloso, discreto y silencioso que depreda principalmente por la noche. Alguna vez se le puede visualizar durante el día, pero suele permanecer oculto entre los matorrales.
El especto trófico del zorro es omnívoro, alimentándose de frutos, vallas, huevos de aves, micromamíferos (ratones, etcétera). Los zorros siempre han tenido una imagen ambivalente entre los humanos. Siempre ha sido considerado como una alimaña que predaba sobre las gallinas (Gallus gallus domesticus).
Cuando observé al cánido por la carretera comarcal, me supo muy mal verlo deambular por allí, pero supe que a menudo se desplazan buscando alimento, carroña, especies que han sido víctimas de la carretera, o incluso son vistos depredando sobre micromamíferos como la rata negra (Rattus rattus), la rata común (Rattus novergicus) o ratones (Mus musculus).
También vi a otras especies de animales víctimas de la carretera como la culebra bastarda, cuya denominación científica es (Malpolon monspessulanus), y a un lagarto ocelado (Lacerta lepida) o (Timon lepida). El lagarto ocelado se denomina así debido a qué en sus dos costados presenta unas hileras de color azul eléctrico. De ahí el origen de su nombre común. En general, presenta una librea de coloración verdosa debido a las células cromatóforas.
Pero ahí están las especies carroñeras como las urracas (Pica pica) o el zorro común (Vulpes vulpes). Los necrófagos (etimológicamente, del griego antiguo, significa cadáver) como moscas (dípteros) escarabajos (coleópteros), hormigas (himenópteros) y polillas (lepidópteros) juegan un papel importante en la descomposición de la materia orgánica y la limpieza del entorno.
A ver si a quién corresponda, ponen los medios para el paso de la fauna por el monte.
¡Participa!
¿Quieres compartir tu mirada?
Los interesados en participar en La Mirada del Lector pueden enviar sus escritos (con o sin material gráfico) al correo de la sección de Participación ([email protected]) adjuntando sus datos.


