La Policía Nacional ha detenido en Alcorcón (Madrid) a dos hermanas —de nacionalidad española, de 19 y 21 años— que habrían cometido un presunto delito de adoctrinamiento terrorista tras crear una academia de la yihad dirigidas a mujeres; muchas de ellas menores de edad. La mayor, que ha sido enviada a prisión provisional por la Audiencia Nacional, fundó una asociación religiosa con el pretexto de enseñar Islam, pero detrás de una compleja estructura lo que se escondía era la intención de inocular el ideario yihadista hacia fieles musulmanas. Según fuentes policiales, su propaganda terrorista no solo se limitaba al campo virtual —a través de canales de Telegram o WhatsApp o redes sociales como Tiktok o Instagram—, sino que fue también se paseaba por mezquitas de la Comunidad de Madrid para tratar de captar, de manera muy sutil, a futuras alumnas a las que adoctrinar a través de lecturas de los actuales líderes espirituales del Estado Islámico.
Los agentes de la Comisaría General de Información comenzaron a principios de 2024 las pesquisas coordinadas por la Audiencia Nacional. Durante más de un año, hasta el lunes pasado que tuvieron lugar los registros y detenciones en la localidad al sur de la capital, los investigadores han constatado como la mayor de las hermanas ejercía de líder: mucho más activa en las redes sociales, además de gestionar “la academia de la yihad”. La presunta yihadista, gracias a la excusa de las clases de islam, había logrado tener en su poder grupos de difusión con hasta 1.000 personas, según explican las mismas fuentes a La Vanguardia. Ahí difundía material religioso convencional, pero entre esos contenidos solía introducir otras lecturas en las que se fijan los grupos terroristas para incitar a la violencia. En cambio, en redes sociales iba un paso más, difundiendo contenidos audiovisual con nasheed de fondo, un tipo de canto que incita a la yihad. Una fórmula que, según explican los expertos de la lucha antiterrorista, cada vez tiene más calado en el ámbito de la captación; especialmente entre los más jóvenes.
La academia no era para todos los públicos. Su target eran exclusivamente mujeres. De ahí, que la asociación YUM, que ya no está vigente, se promocionase como una academia religiosa para divulgar el islam entre mujeres. A los investigadores, que andan ahora analizando el numeroso material electrónico intervenido, les llamó la atención durante el registro del lunes la amplia biblioteca con la que contaban las hermanas en su domicilio de Alcorcón. Varios de ellos, que incitaban a leer, están firmados por líderes terroristas. Los agentes también destacan las estrictas medidas de seguridad que las arrestadas tomaban para evitar que los servicios policiales las detectasen: abrían y cerraban perfiles constantemente, recomendaban a sus seguidores utilizar navegación oculta, eliminaban conversaciones…
Las alumnas eran engañadas desde un primer momento en el que pensaban que su ingreso en la academia era para profundizar en la religión. La captación era tremendamente sutil, pero a medida que avanzaban etapas en la supuesta formación el discurso se endurecía. La Policía ha constatado que la hermana mayor aprovechó una agresión violenta perpetrada por un hombre marroquí en el metro de Barcelona el pasado mes de febrero contra seis mujeres para ensalzar la agresión violenta. Aunque este suceso salvaje y gratuito, que investigan los Mossos d’Esquadra, no está relacionado con un presunto delito de terrorismo, la arrestada lo habría utilizado para cargar contra la figura de mujer occidental, en contraste con el espacio que los yihadistas reservan al rol femenino.