Alfonso Fernández Mañueco (PP) ha centrado buena parte de su comparecencia de este viernes en las Cortes de Castilla y León en justificar la polémica gestión que su Gobierno ha realizado durante los incendios forestales de este verano, que en apenas 23 días han dejado 348 focos activos, arrasado decenas de miles de hectáreas y se han cobrado la vida de cuatro personas. Asediado por la oposición, que forzó este pleno extraordinario con el apoyo de Vox, y entre las críticas del propio operativo y de vecinos de las zonas más castigadas, el presidente autonómico ha insistido en que “no es el momento de hacer política con los incendios, sino de hacer políticas para afrontar los incendios”.
“Nuestra tierra ha sido golpeada por una tragedia que ha segado vidas, arrasado tierras y pueblos, reducido hogares a ceniza y arrebatado la esperanza a muchas familias”, ha arrancado. Un mensaje entonado con gesto grave para intentar llamar a la unidad y a la contención en lugar de al rifirrafe político. “El verdadero homenaje a quienes lo han perdido todo es elevar este debate a la altura de la dignidad de nuestra gente, alejándolo del simplismo y del cálculo electoral”, ha insistido en vano.

Juan Carlos Suárez-Quiñones, consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León
Porque la oposición no ha tardado en echarle en cara las numerosas polémicas que rodean la gestión realizada desde la Junta. Empezando por haber rechazado, en los primeros días de la crisis, la reincorporación de agentes forestales que ofrecieron cancelar sus vacaciones. Continuando por no haber utilizado algunos de los recursos cedidos por el Ejecutivo central mientras el Partido Popular exigía más apoyo al presidente, Pedro Sánchez. Y terminando por las ausencias tanto de Mañueco, quien no acortó sus vacaciones hasta el cuarto día de la oleada de incendios, como del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, a quien se le recrimina haber acudido a la Feria Gastronómica de Gijón mientras Castilla y León ardía, con el argumento de que “tenemos la mala costumbre de comer”, y haber calificado como “un despilfarro” las partidas destinadas a prevención forestal.
El presidente de la Junta, no obstante, ha driblado las críticas afanándose en subrayar la dimensión del dispositivo autonómico desplegado, y destacando los cerca de 200 millones de euros invertidos en la lucha contra el fuego en los últimos años. “Desde 2022 venimos trabajando en el mejoramiento y perfeccionamiento del operativo”, ha señalado reivindicando mejoras en las condiciones laborales de los brigadistas, con personal fijo durante todo el año y cuadrillas que trabajan entre nueve y doce meses.
Arropado por varios dirigentes nacionales, incluidos todos los senadores populares de Castilla y León, Mañueco ha combatido, al igual que ha hecho la dirección nacional de su partido, la versión dada por el Gobierno en cuanto a la cantidad de medios del Estado destinados a la lucha contra el fuego. Pero en contraste con las quejas de los de Alberto Núñez Feijóo al pacto de Estado planteado por Pedro Sánchez para afrontar la emergencia climática, Mañueco ha sorprendido anunciando la apertura a nivel regional de “un extenso diálogo con todos los actores, sectores y representantes de la sociedad que puedan aportar ideas y tengan algo que decir para mejorar la prevención de incendios”.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha entrado al hemiciclo escoltado por decenas de cargos nacionales de su formación
Desde la oposición, la portavoz socialista, Patricia Gómez Urbán, ha reprochado la “incompetencia” de Mañueco, acusándole de esconderse tras su minoría parlamentaria y de haber vertido “mentiras sin pudor” mientras la comunidad ardía. Y le ha echado en ara su soberbia y sus contradicciones al pasar de afirmar que había “medios suficientes” a exigir refuerzos “sin ton ni son” al Ejecutivo central. “Hoy sale políticamente sentenciado”, ha concluido la procuradora.
Un diagnóstico compartido por el resto de portavoces, como José Ángel Ceña (Soria Ya), Francisco Igea (Grupo Mixto) o Pablo Fernández (Podemos), quienes coincidieron en que el adelanto electoral es ya inaplazable para “poner fin a un Gobierno autonómico fallido” donde “poco nos pasa vista la ausencia de figuras de autoridad”.
A su juicio, el propio Mañueco estaría reconociendo esa debilidad de forma implícita, ya que su “único cortafuegos” ha sido de tipo político. Con la permanencia de su consejero de Medio Ambiente en el cargo con el objetivo de evitar que su cese le arrastre al presidente a su propia dimisión. “No lo van a hacer”, ha aventurado Fernández, “porque no tienen vergüenza ni ética y por eso los vamos a llevar ante la Fiscalía y a sentar en los tribunales”, ha anunciado el dirigente de Podemos.
Expulsados de la tribuna
El presidente de las Cortes, Carlos Pollán (Vox), ha interrumpido el turno de répIica de Mañueco para pedir a los servicios de la Cámara que desalojaran de la tribuna de invitados a dos miembros del operativo de extinción de incendios que han desplegado sendos carteles en los que se podía leer “Quiñones dimisión”.