Los oropeles kitsch del Festival de Eurovisión transitan por territorio muy pantanoso. La decisión el martes del consejo de administración de RTVE de que España se retire del concurso de canciones si participa Israel eleva a cinco los países que han confirmado que no acudirán en caso de presencia israelí, por considerarla inaceptable debido a la cruenta ofensiva militar del Gobierno de Beniamin Netanyahu en Gaza, en la que han muerto hasta ahora unos 64.000 palestinos, la mayoría civiles.
La Unión Europea de Radiodifusión (UER), entidad organizadora del certamen, pugna por hallar una salida a esta encrucijada de cultura popular, guerra y geopolítica, a más tardar en su asamblea general, prevista para los días 4 y 5 de diciembre en su sede de Ginebra (Suiza).
Aparte de RTVE el martes, las televisiones públicas de Países Bajos, Islandia, Irlanda y Eslovenia ya habían anunciado que no irán al festival, que se celebrará en mayo del 2026 en Viena, si se confirma la participación israelí. Pero la decisión de España añade un ingrediente más: sería el primer país de los llamados Big Five –los cinco mayores contribuyentes financieros, que por tanto se clasifican directamente para la final– en abandonar el certamen musical.
España va a Eurovisión desde 1961, no ha faltado nunca desde entonces y ha ganado el festival dos veces, en 1968 (Massiel con La, la, la ) y en 1969 (Salomé con Vivo cantando , en un cuádruple empate). Si finalmente no hay representante español en Viena, TVE tampoco emitirá el festival, pues, al no abonar el canon, no tendrá los derechos de emisión, aclaró el ente. El Benidorm Fest sí se mantiene por ser, dijo RTVE, “un festival con identidad propia, totalmente consolidado”.
Si España finalmente no va a Viena en mayo del 2026, RTVE tampoco emitirá el concurso; sí mantendrá el Benidorm Fest
Este plante de cinco países –en realidad, un número pequeño respecto a los en torno a 40 países que suelen competir– precipita a Eurovisión a una crisis de gran calado, justo cuando acaricia un aniversario que planeaba gozoso. El año que viene en Viena se celebrará la 70.ª edición de un concurso que fue creado en 1956 buscando la reconciliación de Europa tras la Segunda Guerra Mundial.
En respuesta a la iniciativa de RTVE, el Grupo de Referencia –así se llama el comité ejecutivo del festival–, que se hallaba el martes de reunión en Dubrovnik (Croacia), dijo en un comunicado que está evaluando “los posibles impactos y consecuencias de cualquiera de las decisiones”, es decir, de si Israel participa y de si no lo hace.
El comité ejecutivo, presidido desde junio por la periodista española de RTVE Ana María Bordas por un periodo de dos años, hará un informe. Sin embargo, alerta la nota, “el proceso de toma de decisiones sigue en curso y se espera una decisión final en diciembre”.
Si no hay algún acuerdo antes de esa fecha, en la asamblea de la UER las 56 radiotelevisiones públicas y asociadas se verán impelidas a votar sobre Israel. Apoyan su permanencia de modo manifiesto: Alemania e Italia –dos países que también forman parte de los Big Five –, la anfitriona Austria, Suiza, Chipre y Grecia.
“No hay razón para que Israel no siga siendo parte de este evento cultural”, dice Golan Jochpaz, director de la TV israelí
Hasta ahora, la UER ha respaldado la participación de Israel con el argumento de que es un festival apolítico y de que no compiten gobiernos sino televisiones. Los detractores de este enfoque reprochan a la organización un supuesto doble rasero, pues Rusia fue expulsada en el 2022 debido a la invasión a gran escala de Ucrania ordenada por Putin.
La UER defiende la “independencia” de la radiotelevisión pública israelí KAN ante “la presión que sufre constantemente por parte del Gobierno israelí”. Israel debutó en Eurovisión en 1973, ha participado siempre desde entonces salvo una vez que faltó, y lo ha ganado en cuatro ocasiones: 1978, 1979, 1998 y 2018.
Según la prensa israelí, la UER ofreció a la televisión israelí no participar en el 2026 y volver a hacerlo el año siguiente, o participar sin bandera, pero no hubo acuerdo. Ahora, el rotativo The Times of Israel asegura que existe una nueva propuesta oficiosa de la UER a KAN: que la cadena emita una declaración condenando al Gobierno de Beniamin Netanyahu y a las fuerzas armadas israelíes por las masacres en Gaza, lo cual facilitaría a la UER la defensa de su caso en la asamblea de diciembre. Hasta entonces, otras televisiones podrían sumarse al no a Israel en Eurovisión.
“No hay razón para que Israel no siga siendo una parte importante de este evento cultural, que no debe politizarse bajo ninguna circunstancia”, dijo el lunes Golan Jochpaz, director general de KAN, certificando que Israel quiere estar sí o sí el año próximo en Viena.