La dirección de Podemos ha respondido este lunes con una dureza inusual a Junts después de que el secretario general posconvergente, Jordi Turull, acusara est fin de semana a la formación morada de “catalanofobia” por su rechazo a la proposición de ley pactada con el PSOE para transferir competencias en inmigración a la Generalitat. El portavoz y secretario de Organización de la formación morada, Pablo Fernández, ha tachado esas palabras de “infames, absolutamente vergonzosas y estúpidas” y ha recordado que, cuando el PSOE y el PP aplicaban el artículo 155, el único partido estatal que se posicionó a favor del Govern y del derecho a decidir fue Podemos. “Que este señor venga ahora a llamarnos catalanófobos es una absoluta gilipollez”, ha zanjado.
Fernández ha recordado que su partido visitó a los dirigentes independentistas encarcelados tras el referéndum del 1 de octubre. “Fuimos el único partido político que lo hizo. Así que que venga esta gente a llamarnos catalanófobos es una gilipollez del señor Turull, al que se le tenía que caer la cara de vergüenza”, ha añadido.
El ataque no se ha limitado a la actual dirección. También el exlíder y fundador del partido, Pablo Iglesias, ha cargado con dureza contra Junts. “Los que ahora compiten con los fascistas de Aliança Catalana y con propuestas abiertamente racistas nos digan ahora que no ser pujolista es ser catalanófobo… Pues con todo el cariño y respeto, váyanse un poquito a la mierda”, ha afirmado en los micrófonos de RNE. Iglesias ha reivindicado que fue Podemos quien defendió a los presos independentistas cuando “otros que ahora les bailan el agua decían que eran políticos presos”.
Podemos ha querido subrayar que no existe ningún acuerdo con el PSOE sobre esta proposición, que consideran diseñada para que Junts compita en el espacio electoral independentista frente a Aliança Catalana. La iniciativa incluye la gestión por parte de la Generalitat de los centros de internamiento de extranjeros y de las devoluciones con prohibición de entrada, así como la cogestión de la seguridad en puertos y aeropuertos por los Mossos junto a Guardia Civil y Policía Nacional.
También prevé que Catalunya sea “ventanilla única” en autorizaciones de estancia y residencia, que se incremente en 1.800 el número de agentes de Mossos y que la Generalitat pueda determinar el contingente de trabajadores extranjeros en origen.
La votación, prevista este martes, se perfila incierta. Con el voto en contra de PP, Vox, UPN y Podemos, el bloque de la derecha y la formación morada suma la mitad exacta de la Cámara. Incluso si PSOE, Sumar y sus aliados logran 175 apoyos, un eventual empate supondría el rechazo del texto, de acuerdo con el reglamento del Congreso.