Marga Prohens ha aprobado este viernes un techo de gasto de 6.924,2 millones de euros para Baleares en 2026 sin tener asegurado el apoyo de Vox. La cifra supone un gasto añadido de 361,3 millones más con respecto a este año y Prohens busca poder aprobar esta cifra en el Parlament. Si lo consigue, aunque finalmente no se aprueben los Presupuestos y haya una prórroga presupuestaria, el Govern podría disponer de esos 360 millones adicionales de gasto.
El vicepresident del Govern y conseller d'Hisenda, Antoni Costa, ha destacado que se trata de una cifra de gasto histórica que permitirá incrementar los recursos destinados a políticas sociales y de vivienda, el principal problema para los ciudadanos de las Islas. Con este argumento, Prohens tratará de empujar a Vox para que dé su apoyo a las cuentas, una posibilidad que ahora mismo está lejos de convertirse en realidad.
Pese a la “incertidumbre” respecto al marco fiscal aplicable al ejercicio 2026, según el Goverrn balear, el techo de gasto prevé déficit cero y, por lo tanto, un escenario de equilibrio presupuestario para las cuentas del año que viene. Los ingresos del IRPF ascienden a 2.600,8 millones, un amento del 1,5 % respecto a los previstos inicialmente. En el caso de los ingresos por IVA, se prevé una reducción del 1.549,3 millones de euros, un 5,7% menos que en 2025. Las causas son que la liquidación provisional del sistema de financiación de 2024 es negativa y que las entregas a cuenta caen un 3,7 %.
Los dos partidos, PP y Vox, han anunciado esta semana su voluntad de comenzar una negociación para aprobar este paso previo a los Presupuestos, pero no parece un proceso fácil. La próxima semana se aceptará a trámite la derogación de la Ley de Memoria con el voto de PP y Vox, pero este aparente acercamiento no es más que un espejismo porque las relaciones entre ambas formaciones están prácticamente rotas.
La política lingüística mantiene el choque entre las dos formaciones
En el debate de política general celebrado hace una semana, la portavoz de Vox, Manuela Cañadas, ya lanzó una seria advertencia a Prohens al insistir en que sus votos no salen gratis. En el origen de este desencuentro está, paradójicamente, un acuerdo previo: PP y Vox pactaron que el castellano sea lengua vehicular en la enseñanza y la extrema derecha ya ha presentado una proposición de ley para hacerlo efectivo. Sin embargo, el texto presentado supondría la derogación de facto de la Ley de Normalización Lingüística, una norma aprobada por el Govern de Gabriel Cañellas a principios de la autonomía y el PP dice que eso es una “línea roja” para la formación.
Prohens logró aprobar los Presupuestos de este año in extremis el pasado mes de julio tras una dura negociación en la que el PP se comprometió a adoptar medidas de retorno a sus países de los menores migrantes que están en acogida en las Islas, crear una oficina antiokupación y la vehicularidad del castellano en la educación. Vox subraya que nada de eso se ha cumplido por ahora, por lo que antes de hablar de los Presupuestos de 2026 hay que cumplir lo que se pactó para los de 2025.

