Escobas pensadas para no doler la espalda. Porque barrer sin sufrir debería ser un derecho, no un privilegio escandinavo. Lo sorprendente es que en algunos países ya han dado con la fórmula para evitar que la limpieza acabe en cita con el fisioterapeuta.
La idea es simple: herramientas pequeñas, ligeras, fáciles de manejar. Tan peculiares que, al verlas, mucha gente se queda entre la risa y el desconcierto. Pero detrás de su tamaño, hay una lógica aplastante.
Metodología escandinava
Nada que ver con la escoba de toda la vida
La responsable de una de las últimas oleadas virales en TikTok ha sido una española que vive en Finlandia. Se llama Anna, y no daba crédito la primera vez que vio una de esas escobas diminutas: “¿Qué es esto? ¿Cómo se supone que barro? ¿Así? ¿Así como jugando al golf?”.
Su reacción, grabada en un vídeo que acumula miles de visitas, retrata a la perfección el choque cultural. Anna bromea con que un palo de golf es incluso más largo que estas escobas, que le recuerdan más a un juguete que a un utensilio de limpieza.
Las escobas tradicionales obligan a doblar la espalda, a forzar el cuerpo con cada movimiento y a barrer durante minutos en posturas incómodas. En cambio, las finlandesas están pensadas para que el cuerpo no sufra, porque se usan agachado, con movimientos breves y sin necesidad de extender los brazos ni inclinarse.
El truco, según explican allí, no está en el tamaño, sino en cómo se utiliza. No se trata de empujar el polvo por toda la casa durante metros y metros, sino de hacer pequeños montones que después se recogen con un recogedor, también en miniatura.
Es un sistema más pausado y, sobre todo, menos exigente para la espalda. Anna admite con humor que su escoba de casa “es casi tan alta como yo”, y que con estas finlandesas no quiso pasar “por el aro”.
En el país, es común que el set de limpieza venga en pareja: escoba y recogedor. No se venden por separado. La idea es que formen un conjunto compacto, funcional y fácil de guardar. “Yo creo que el recogedor, más o menos, es igual, ¿no? Igual es un poco corto, desde ya he hecho aquí la montañita y ahora la voy a recoger”, comenta Anna en otro momento del vídeo mientras muestra cómo se utiliza.
Lo más curioso es que no se trata de una rareza exclusiva de Finlandia. Amigas suyas que viven en Noruega aseguran que allí también se usan. Y ahora la gran duda es si en Suecia harán lo mismo. De momento, lo que está claro es que limpiar sin retorcerte la espalda es una costumbre bastante extendida en el norte.