En la era de los móviles y las redes sociales, grabar una conversación se ha vuelto tan sencillo como pulsar un botón. Pero ¿es legal hacerlo? ¿Puede esa grabación presentarse en un juicio como prueba válida? La abogada Susanna Capdevila lo deja claro en uno de sus vídeos : “Sí, puedes grabar una conversación para usarla como prueba en un juicio, siempre y cuando tú participes en esa conversación”.
La delgada línea entre prueba y delito
Grabar conversaciones ajenas sin consentimiento vulnera derechos fundamentales y puede ser sancionado
Capdevila, que comparte contenido jurídico divulgativo a través de TikTok, responde así a una de las dudas más frecuentes en materia de privacidad y procedimientos judiciales. Su explicación no deja lugar a dudas: “Lo que no puedes hacer es grabar conversaciones de otros y aportarlas, porque estarías obviamente atentando a su derecho a la intimidad y al secreto de las comunicaciones”.
La clave está en la participación directa. Si una persona forma parte activa de la conversación —ya sea de forma presencial o a través de una llamada telefónica—, está legitimada legalmente para grabarla sin necesidad de avisar al resto de los interlocutores. En cambio, grabar conversaciones ajenas, sin formar parte de ellas, constituye un delito tipificado por el artículo 197 del Código Penal, al vulnerar el derecho fundamental al secreto de las comunicaciones.
Esta distinción es especialmente relevante en casos de conflictos laborales, familiares o de pareja, donde una grabación puede convertirse en una prueba clave. Sin embargo, como subraya Capdevila, el uso de este tipo de pruebas debe ajustarse a los límites de la legalidad para que el juez las admita en un procedimiento judicial.
En resumen: sí se puede grabar una conversación, pero solo si se está presente en ella. Cualquier otro tipo de grabación, por muy reveladora que sea, puede ser considerada nula y, además, acarrear consecuencias legales para quien la realizó. “Participa en la conversación, grábala, y podrás usarla como prueba en un juicio”, concluye Capdevila.

