Siempre hay una primera vez, incluso para volar en parapente. Aprender a despegar, mantener el control en el aire y seguir las instrucciones mientras el cuerpo flota sobre el mar puede parecer fácil cuando se ve desde el suelo. Pero al estar ahí arriba, todo cambia.
Eso lo comprobó un español llamado Francis, que se convirtió en protagonista de un vídeo de TikTok que ya circula por todas partes y ha provocado una oleada de bromas en los comentarios.
Por todo el mundo
La comunidad de TikTok convirtió el trayecto de Francis en una aventura
La grabación muestra una escena grabada desde una colina de Gran Canaria, donde un instructor guía paso a paso a su alumno, un hombre maduro que escucha con atención cada indicación. En el momento en que empieza a correr cuesta abajo, el parapente se eleva suavemente y Francis empieza a volar.
Desde tierra, el instructor le va dando instrucciones para mantener el rumbo y ajustar la dirección. La escena avanza con normalidad, sin sobresaltos y con el alumno cumpliendo cada paso de la clase.
El interés por el vídeo, sin embargo, ha traspasado el vuelo en sí. Lo que ha llamado la atención ha sido la avalancha de comentarios en tono de broma, muchos de los cuales construyen una especie de relato paralelo sobre el supuesto viaje infinito de Francis por los cielos.
En uno de ellos, un usuario afirma que “Francis acaba de pasar por Málaga, va hacia la derecha suave”. Otro añade que “Francis acaba de empezar la vuelta al mundo, solo que no lo sabe”. La cuenta oficial de Aldi también se sumó al juego y escribió en el hilo del vídeo que “acaba de pasar por el nuevo Aldi que abrimos pasado mañana en Finestrat (al lado de Benidorm) y sigue derecha suave”.
El formato se repite en decenas de respuestas, con menciones a ciudades, monumentos y hasta aplicaciones de seguimiento de vuelos. “Sigue saliendo en el mapa de Flightradar, creo que está cruzando Siria sin ser interceptado”, comenta otro perfil que sigue con las bromas, todas ellas aceptadas de buen grado por la empresa que colgó el clip.
Todo partió de un vídeo grabado durante una clase de iniciación al parapente, donde Francis aprende a volar en condiciones seguras. Pero la repercusión del momento ha ido mucho más allá de lo previsto. El nombre del alumno ya se ha convertido en protagonista involuntario de una odisea de la que, por su seguridad, más vale que haya acabado.