Nunca está de más acudir a los locales de moda a probar su comida. Sobre todo, si se ha dado a conocer porque suele ir gente de lo más pudiente, como figuras famosas y políticos. Este es el caso de Aarde, establecimiento situado en la Puerta de Alcalá.
El creador de contenido foodie Pablo Cabezali (@cenandoconpablo en redes) no ha perdido la oportunidad de probarlo de primera mano y compartir la experiencia con su comunidad. No obstante, se percató de un detalle final que no le cuadraba.
Durante su visita, Pablo Cabezali probó muchos platos de la carta para poder realizar una reseña extensa y completa. Comenzó con un risotto de queso con trufa negra y aunque catalogó la trufa como “de calidad un poco inferior... El plato está buenísimo. Repetiría si volviese y no me importaría pedírmelo otra vez”.
Aarde
La cuenta llegó con una sorpresa inesperada
Prosiguió con nigiris de wagyu, uramaki con salmón, rúcula y yuzu, “un sushi, con todo respeto, que te lo puedes encontrar en un restaurante en el que el ticket medio que pagues sea tres veces menos que este”, berenjena asada con yema de huevo, pixín al habanero, tartar de solomillo y bizcocho de plátano y cacahuete para finalizar.
No obstante, la mayor sorpresa fue cuando llegó la cuenta. No por el precio (un total de 205,80€), sino porque incluía un 10% por la terraza. “Escucha, esto no es legal, eh. Esto no se puede hacer”, señalaba Pablo Cabezali.
A pesar de este último detalle, el creador de contenido salió satisfecho del local. “Se come bien en el local, hay que saber que pedir. Para repetir sí o sí: el risotto de trufa, los nigiris de wagyu y el pixín”, valoraba al final del vídeo.



