Un edificio único solo puede albergar acontecimientos únicos. Así sucede con la nueva propuesta cultural que promete convertirse en una cita imprescindible para los amantes de la música. El Festival Internacional de Música de Cámara de Sant Pau llega del 16 al 20 de septiembre para transformar este espacio creado por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner. Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en un escenario de excepción.
Un encuentro de talentos
No es habitual que músicos del calibre de Daishin Kashimoto, concertino de la Filarmónica de Berlín desde 2009, coincidan en un mismo proyecto con artistas como Alexander Chaushian, Maria Florea o Joaquín Riquelme. Pero el Sant Pau Festival ha conseguido reunir a algunos de los intérpretes más destacados de la escena internacional gracias a conexiones personales y una pasión compartida por la música de cámara. “Se trata de un encuentro extraordinario”, explican desde la organización, “artistas de este nivel rara vez están disponibles para un proyecto extenso como este”.

Daishin Kashimoto en el Concertino de la Filharmónica de Berlín
La propuesta va más allá de una simple programación de conciertos, es una residencia artística donde los músicos se quedan en la ciudad, ensayan juntos y construyen un viaje musical que se desarrolla durante todo el festival. El público, por su parte, está invitado a seguir este viaje creativo, descubrien- do cómo cada actuación se enlaza con la siguiente en una conversación en evolución de sonido y emoción.
Más que conciertos, una experiencia
Desde el “Quinteto para piano n.º2 en la mayor” de A. Dvorak que abrirá el festival el martes 16, hasta el impresionante “Octeto en mi bemol mayor” de Mendelssohn, que lo cerrará el sábado 20, cada programa ha sido cuidadosamente diseñado para crear un diálogo entre obras y épocas.

Boris Brovstyn es un reconocido violinista
La programación incluye joyas del repertorio camerístico como el “Quinteto para piano” de Brahms, los ballets “Petrushka” de Stravinsky y “Romeo y Julieta” de Prokófiev, o el “Quinteto para piano” de Shostakovich. Cuatro veladas que prometen emociones intensas en un marco incomparable. El Sant Pau Festival aspira a convertirse en una cita anual que sitúe Barcelona en el mapa de los grandes festivales de música de cámara europeos. Su propuesta, basada en la residencia artística y el encuentro entre músicos, promete crear cada año experiencias únicas.
El espacio como protagonista
El Hospital de Sant Pau se convierte en el escenario perfecto para esta propuesta. Sus salas, cargadas de historia y dotadas de una acústica privilegiada, proporcionan el ambiente ideal para la intimidad que requiere la música de cámara. “Nacida de la amistad y la afinidad artística, el Sant Pau Festival es una celebración de belleza, conexión y presencia”, explican los organizadores. El modernismo catalán dialoga así con las composiciones más sublimes del repertorio clásico y contemporáneo.
El Hospital de Sant Pau se convierte en el escenario perfecto para esta propuesta. Sus salas, cargadas de historia y dotadas de una acústica privilegiada, proporcionan el ambiente ideal para la intimidad que requiere la música de cámara
Con entradas a 25 euros y diversos abonos con descuentos de hasta el 25%, el festival es una oportunidad única para acercarse a la música de cámara de la mano de intérpretes excepcionales. Tanto para los apasionados de la música clásica como para aquellos que sienten curiosidad por experimentar la música de cámara por primera vez, esta propuesta ofrece la posibilidad de escuchar a artistas del más alto nivel en un espacio extraordinario.