El bestiario medieval cobra vida en una nueva experiencia inmersiva en la Casa Amatller

Artes 

‘La biblioteca fantástica de las bestias’ es un viaje a través de diez salas donde los protagonistas son los seres mágicos que poblaban estas obras de la edad media

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FOTO ALEX GARCIA EXPO INMERSIVA LA BIBLIOTECA FANTASTICA DE LES BESTIES EN EL CENTRE D’ART DE CASA AMATLLER 2025/11/03

La sala inmersiva de la exposición que repasa el bestiario medieval a través de nueve criaturas

Àlex Garcia

¿Por qué son poco creíbles las lágrimas de un cocodrilo? ¿Qué nos lleva a relacionar los dragones con lo maligno? ¿Y a los unicornios con la virginidad? “La culpa la tienen los bestiarios”, resuelve Judit Verdaguer, conservadora del Museu d’Art Medieval de Vic (MEV). “Las expresiones que aún se relacionan con algunos animales o seres fantásticos colmaban sus páginas, que no se limitaban a simples catálogos, sino a auténticas guías espirituales que daban lecciones sobre el bien o el mal basándose en la moral cristiana de la época”. 

Verdaguer es, junto al también medievalista Marc Sureda, la comisaria de la nueva exposición La biblioteca fantástica de las bestias, en el barcelonés Centre d’Art Amatller, “que usa herramientas inmersivas para comunicar sin prescindir del rigor histórico”, apunta por su parte Sureda.

La muestra reúne 14 piezas originales del MEV —una gárgola del siglo XIV, la cubierta de un sarcófago con un ofiotauro, un tapiz de la dama y el unicornio...— que se combinan con avanzadas tecnologías desarrolladas por el estudio de contenidos de realidad extendida Layers of Reality. “El resultado es un trabajado discurso sobre el mundo medieval, con pasadizos secretos y puertas que no sabes adónde llevan, que resultan en una experiencia didáctica y lúdica a la vez”, dice Jordi Sellas, socio gerente de la compañía.

La exposición reúne 14 piezas únicas del Museu d’Art Medieval que conviven con una avanzada tecnología

Un globo terráqueo con una superficie viva que recorren dragones y otros seres mágicos da comienzo a una visita dividida en diez salas distintas. En ellas se muestra cómo los animales han convivido a lo largo de la historia con los humanos, sea como compañeros, depredadores o como medio de subsistencia; llegándose a inmortalizar en símbolos de las características que los definen, desde la fuerza hasta la belleza y la sabiduría. La edad media es el ejemplo paradigmático del vínculo humano-animal. Entonces, el cordero encarnaba la bondad, mientras que el dragón, capaz de asfixiar con su fuerte cola a sus presas, hacía referencia al demonio.

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La muestra acaba en una sala donde se pueden colorear los animales

Àlex Garcia

Precisamente con el diablo, maligno o satanás se cruza el espectador en uno de los momentos más memorables de la visita. Podrá verlo con ayuda de unas gafas de realidad virtual que se facilitan durante la experiencia y que lo acomodarán sobre un grifo (una figura mitológica representada como un águila con cuerpo de león) que sobrevolará montañas, bosques y mares. En su viaje, se cruzará con dragones que intentarán interceptarlo con sus garras, gigantescos seres marinos o terroríficas arpías, unas aves con cabeza de mujer que dejan helado a cualquiera que escuche su risa. La parada final es el infierno, al que se accede por la boca de una bestia, descendiendo por un paisaje ardiente y lleno de sombras, similar al imaginado por ­Dante.

Unas gafas de realidad virtual muestran seres imposibles, desde dragones y arpías hasta el mismísimo demonio

De vuelta al mundo real, otros espacios siguen indagando en la naturaleza de estas bestias que permanecen en nuestro imaginario gracias al cine y los videojuegos. En una gran sala inmersiva, de 3.000 metros cuadrados, una película de 20 minutos repasa las nueve criaturas más representativas del bestiario: desde el murciélago, que era considerado un animal impuro, a la pantera, cuyo pelaje representaba “la amorosa palabra de Dios”. Un cuarto interactivo en el que los más pequeños pueden colorear a los seres que habitan la muestra y darles vida en una gran pantalla pone fin a una aventura llena de enseñanzas. Entre ellas que, a pesar del avance del tiempo, el colorido plumaje, los largos colmillos o los penetrantes ojos amarillos de estos seres, siguen ayudando a explicar aquello para lo que las palabras no son ­suficientes.

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