Glen Powell estrena su 'Señora Doubtfire' deportiva
Crítica
La estrella de 'Top Gun Maverick' y 'Twisters' interpreta a un jugador de fútbol caído en desgracia que decide maquillarse para competir con una nueva identidad

Imagen de Glen Powell caracterizado como Chad Powers.

Un chiste de un programa deportivo puede convertirse en una serie de televisión de éxito. Jason Sudeikis lo demostró en 2020 cuando transformó un personaje pensado para promocionar la cobertura televisiva de la Premier League en un fenómeno comercial y de crítica como Ted Lasso. Esta próxima semana Glen Powell, considerado una de las más recientes estrellas de cine gracias a Top Gun Maverick, Twisters y Cualquiera menos tú, repite estrategia.
Hace tres años vio cómo el jugador de fútbol americano Eli Manning, en un sketch televisivo, se ponía maquillaje prostético para infiltrarse en las pruebas de un equipo, ocultando su verdadera identidad. Powell, con la ayuda de Michael Waldron, se dijo: “¿Y si hiciéramos una serie con esta premisa?”.
Hace tres años vio un sketch del deportista Eli Manning y decidió hacer una serie con la misma premisa
En Chad Powers, que Disney+ estrena el martes, Powell es Russ Holliday, un quarterback que cae en desgracia cuando comete un error monumental en el terreno de juego y, además, inicia una pelea delante de las cámaras que termina con una agresión involuntaria a un niño con cáncer. Es una persona terrible y, cuando se da cuenta de que no podrá volver a jugar como deportista profesional, tiene una idea al ver una imagen de Robin Williams en Señora Doubtfire: se colará en las pruebas de un equipo de fútbol con el nombre de Chad Powers. Como su padre es maquillador de cine, tiene nariz y pómulos falsos, y una peluca de aspecto troglodita.
Mantener su identidad secreta, sin embargo, es casi una misión imposible cuando sus pésimas habilidades para la improvisación convierten a Chad en el tipo más raro que se ha visto nunca en el campus. La acumulación de mentiras es difícil de seguir. Para llevar a cabo la locura, cuenta con la colaboración de la mascota del equipo (Frankie A. Rodriguez). Y, a pesar de que no entra en sus planes, empieza a sentirse atraído por Ricky (Perry Mattfeld), la hija del entrenador, que intenta hacerse valer como asistente. ¿Puede ser que Chad ayude a Russ a ser mejor persona?
La apuesta creativa es difícil de entender por su falta de compromiso tanto con el humor como con la verosimilitud del argumento. Se presenta como una comedia grosera, con personajes presentados por sus aptitudes al practicar sexo oral, pero al cabo de unos minutos empieza a olvidarse de serlo. Esto afecta precisamente la premisa. Como no es lo suficientemente alocada, con situaciones cómicas previsibles, cuesta comprar la identidad falsa del protagonista.
A diferencia de Robin Williams en la película de Chris Columbus, nunca se deja de ver a Glen Powell bajo el maquillaje. Chad simplemente parece Russ tras pasarse unos cuantos días de fiesta, sin ducharse y sin lavarse los dientes. Así que, cuando en momentos determinados se apuesta por escenas más tiernas o emotivas, la disonancia es extrema.
Es desconcertante que el sucesor de Tom Cruise, que está encadenando un éxito tras otro en las salas de cine, haya decidido crear y protagonizar Chad Powers.

