Un hombre ha sido condenado a tres años de cárcel por agredir a un agente de la Policía Nacional en Gijón (Asturias) que, con 48 años, se quedó en silla de ruedas tras el ataque. Así se desprende de la información publicada por La Nueva España.
Los daños ocasionados por el condenado a este agente de la Policía Nacional agravaron una patología previa que ya sufría. Por ello, el Juzgado de lo Penal número 1 de Gijón ha condenado al procesado a indemnizar con 137.932 euros a la víctima, además de la condena de prisión.
Los hechos ocurrieron el 11 de junio de 2022 durante una intervención policial. Junto a otro compañero de patrulla, el agente perjudicado acudió a un hostal ubicado en la calle Libertad tras ser avisados de que estaba ocurriendo un conflicto.
Fruto del ataque
El agente tiene reconocido un grado de discapacidad del 86% y precisa la ayuda de una tercera persona en su día a día
Cuando se personaron en el hostal, hablaron con el ahora condenado, quien les explicó que una persona estaba provocando molestias y negándose a abandonar el establecimiento. El procesado les acompañó a una sala donde se encontraba el hombre del que hablaba, que yacía en el suelo, en estado semiinconsciente y con una herida reciente en el tabique nasal.
Les pidió que expulsaran a ese hombre de lugar, pero los policías le explicaron que no era posible y llamaron a los servicios sanitarios. Los agentes le explicaron que podría ser responsable de un delito de lesiones debido a los indicios de agresión (por el hombre que se encontraba herido en el suelo) y que debían llevarle a la comisaría para identificarle.
El condenado “adoptó una actitud agresiva” y se negó a identificarse. Dijo a los agentes que no quería figurar en la intervención policial y se negó a facilitar a los agentes su documentación. Fue entonces cuando el hombre “reaccionó de forma violenta, abalanzándose por la espalda” sobre el agente que ahora está en silla de ruedas.
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Ambos agentes resultaron heridos. En el caso del compañero de la víctima de este proceso, las lesiones no fueron graves. Percibirá una indemnización de 240 euros por ellos. Sin embargo, este ataque cambió la vida del primer agente. La sentencia asegura que que los daños provocados en su espalda produjeron “una agravación de su patología previa”.
Por ellos, la víctima precisó tratamiento quirúrgico, infiltraciones epidurales y sesenta sesiones de fisioterapia. Años más tarde, en 2024, se le declaró en situación de “invalidez permanente total”. El juez tiene claro que existe relación entre la agresión y estas secuelas, ya que el agente no había tenido ninguna baja médica debido a su patología hasta lo ocurrido.