Un feminicidio perpetrado hace más de cinco años ha tenido una importante novedad judicial en las últimas horas. La Cámara 10ª del Crimen de Córdoba (Argentina) ha dictaminado por unanimidad condenas de prisión efectiva a dos policías que podían haber evitado dicho asesinato.
Los policías juzgados, un comisario y un agente retirado, incumplieron la orden de custodiar a la víctima, Giuliana Marianela Silva. La joven de 19 años ya había denunciado a su agresor a por amenazas y terminó siendo asesinada de tres balazos por su exnovio, Rodolfo Tissera.
El policía retirado, Hugo Javier Maza, ha sido declarado culpable del delito de abuso de autoridad, por lo que se le ha impuesto una pena de 1 año y 5 meses de prisión. Además, tendrá una inhabilitación especial por el doble tiempo de la condena.
Según la sentencia
Tras la última denuncia de la víctima, la Fiscalía ordenó que se realizara una guardia policial en su domicilio, pero la medida no fue cumplida
También ha sido declarado culpable el comisario José Ramón Guevara. Responsable del delito de abuso de autoridad, tendrá que ir también a prisión por 1 año y 8 meses e inhabilitación especial por el doble de tiempo de la condena.
“Se ha arribado a una sentencia justa, que pretende sentar un precedente para evitar futuros casos que, ante incumplimientos de estas órdenes de consigna policial, quede liberado el campo para estos hechos de violencia contra las mujeres”, ha pronunciado el fiscal a cargo del caso Gustavo Arocena, según se desprende de la información publicada por La Voz.
El episodio ocurrió a principios de julio de 2019. Después de que Giuliana Silva denunciara al menos seis veces a su expareja, Tissera -tenían un hijo en común- por “amenazas de muerte”. Tras la última de las denuncias, un ayudante de la Fiscalía había ordenado que se realizara una guardia policial en su domicilio, pero la directiva no fue cumplida.
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De hecho, las distintas crónicas de ese año indican que el juzgado de violencia iba ampliando las medidas de protección como impedimento de acercamiento, pero Tissera las violaba constantemente.
Dos días después de la última de las denuncias, el 7 de julio de 2019, Tissera apareció en el barrio Suárez, cerca de la casa de la joven, quien no llegó a apretar el botón antipánico y la asesinó de tres balazos por la espalda. Fue cuando Giuliana salió de hacer compras en un quiosco cercano a su casa.
Dos años después del hecho, en junio de 2021 y tras un juicio abreviado, Tissera reconoció su hostigamiento y responsabilidad y el tribunal de la Cámara 1ª del Crimen que estuvo integrado por Susana Cordi Moreno, Mario Capdevila y Carlos Granda Ávalos, lo condenó a cadena perpetua.