La detención de un hombre de 45 años, conocido como el ‘pederasta del Fortnite’, ha desvelado una trama de abuso sexual y ciberacoso dirigida a menores, con un caso especialmente grave en Málaga, donde residía con sus padres. Este individuo, multirreincidente y condenado anteriormente a 433 años de prisión, agredió sexualmente a un niño de 7 años y acosó digitalmente a al menos 25 menores a través del popular videojuego Fortnite, informa el diario Sur.
Modus operandi y hallazgos
Investigación y detención
Las fuerzas de seguridad comenzaron a seguir sus movimientos meses atrás, conscientes de que se enfrentaban a un delincuente sexual altamente peligroso. Al entrar en su domicilio, comprobaron que el acusado tenía en su teléfono móvil imágenes explícitas de menores, algunas de ellas captadas durante videollamadas en las que aparecía él mismo. A pesar de la evidencia, el detenido no colaboró con los agentes y respondió con una fría negativa a confesar.
La investigación comenzó en el verano de 2021, cuando un niño de 8 años confesó a su padre que un supuesto amigo le había solicitado, a través de Skype, que se desnudara. Este dato llevó a los investigadores a cruzar información de cuentas del videojuego y de pagos online, lo que permitió localizar al hombre en Málaga, donde vivía con sus padres. El detenido acumulaba antecedentes por abusos sexuales y pornografía infantil y había cumplido más de una década en prisión.
Durante el registro de su vivienda, se hallaron programas destinados a borrar archivos y cientos de fotografías de menores en posturas sexuales, organizadas en carpetas identificadas por nombre y fecha de nacimiento. Se pudo identificar a 17 víctimas, mientras que otras nueve siguen sin ser localizadas. El hombre usaba Fortnite para ganarse la confianza de los niños, ofreciéndoles regalos virtuales y trasladando sus interacciones a Skype, donde les solicitaba poses y actos sexuales que fotografiaba.
Entre los casos está la agresión sexual a un niño de 7 años, cuyo abuso tuvo lugar en Málaga y que fue denunciado por su madre tras descubrir el vínculo con el detenido. La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al pederasta a 433 años de prisión, la probable pena más alta impuesta en España en casos similares, además de imponer una expulsión del país tras cumplir la condena.


