En ocasiones, las personas condenadas por asesinato u homicidio proclaman su inocencia durante todo el procedimiento judicial y mientras dura la pena de prisión impuesta por el tribunal. La justicia concluye que son culpables más allá de toda duda razonable por mucho que el reo muestre un íntimo convencimiento de lo contrario o que su puesta en escena sea la de alguien inocente que se niega a admitir el crimen. También hay casos muy sonados de errores judiciales: culpabilidades anuladas, como la de Dolores Vázquez. Sin embargo, la nueva entrega de Dossier Negro aborda un caso distinto. El exmarido de Piedad Moya, desaparecida en 2014, fue condenado por la muerte de la mujer a pesar de no haberse encontrado jamás el cadáver. Mohamed Taheri, como se llama el presidiario, jamás ha admitido el delito a pesar de que, si lo hiciera, lograría ya mismo el tercer grado penitenciario.
Los atentados de los trenes de Cercanías de Madrid del 11 de marzo de 2004 han sido los más mortíferos por número de víctimas en masa de cuantos se han registrado en España. Fueron 192 los fallecidos. La matanza acabó viéndose ante un tribunal. Finalmente, 18 personas fueron condenadas a distintas penas. La única que fue a prisión como autor material de los atentados fue el tangerino Jamal Zougam. Todavía está en la cárcel. Lleva desde entonces proclamando su inocencia, como hace toda su familia.
José Bretón, durante en la reconstrucción de la falsa desaparición de sus hijos
· En mi beneficio. José Bretón asesinó a sus hijos Ruth y José, de dos y seis años, en 2011 en uno de los crímenes de violencia vicaria que más conmoción generaron entre la población. El asesino jamás admitió el crimen. Resultó finalmente que en marzo de este año, Bretón confesó finalmente los asesinatos -con ello lograba beneficios penitenciarios- y lo hizo público en un libro. Ante la polémica desatada, la editorial finalmente se echó atrás, aunque la justicia le había dado la razón.
· Recobrar la memoria. Myra Hindley e Ian Brady fueron conocidos en Gran Bretaña como los asesinos del páramo. Fueron responsables de, al menos, el secuestro, tortura y asesinato de cinco niños. Durante el juicio, mantuvieron su inocencia, lo que no impidió que fueran condenados. Con el paso del tiempo, Myra admitió su participación en esas muertes y hasta confesó su implicación en otros dos asesinatos.
· Media culpa. Albert López está condenado, del mismo modo que Rosa Peral, por el asesinato de otro miembro de la Guardia Urbana de Barcelona, Pedro Rodríguez. La víctima era la pareja de Peral y ambos condenados eran amantes. Los encartados acabaron acusándose mutuamente del crimen y negaron su participción directa. Sin embargo, ya con sentencia firme, pareció que López había confesado en prisión, pero resultó que fue solo parcialmente.
· Rey de las mentiras. César Román es un asesino que saltó a las páginas de sucesos con el impropio nombre de Rey del Cachopo, título que él se otrogó mediante un competición organizada por él mismo. Gran parte de su vida ha sido un embuste. Fue condenado por la muerte y el descuertizamiento de su novia Heidi. Mantuvo un tiempo su inocencia con una enorme vehemencia hasta que valoró las ventajas de confensar. Una serie de Netflix cuentó su historia unos meses antes de la confesión.
