Karlos Arguiñano, 76 años: “El cerdo ha salvado más vidas que la penicilina”
'El Hormiguero'
El cocinero vasco asegura tener cuerda para rato tras casi cuatro décadas en pantalla
El encantador pueblo verde del País Vasco donde creció Karlos Arguiñano: en un valle de película, con reminiscencias medievales y una morcilla exquisita
Karlos Arguiñano prefiere comer las gambas con la mano, aunque hay ocasiones en las que se necesitan cubiertos
Karlos Arguiñano es el cocinero televisivo más conocido y celebrado de la pequeña pantalla en España. Durante cerca de cuatro décadas ha aparecido ininterrumpidamente en múltiples cadenas, cada mañana y cada tarde, dispuesto a presentar recetas con las que comer “rico, rico, y con fundamento”. Una auténtica eminencia gastronómica y una de sus caras más amables, siempre con una sonrisa relajada en el rostro y sus máscaras preparadas para pasar un buen rato.
En esta ocasión, al oriundo de Zarautz le ha acompañado su hijo Joseba en su visita a El Hormiguero, el programa nocturno de Antena 3 presentado por Pablo Motos. Ambos comparten antena en el programa Cocina Abierta, con el joven chef aumentando su popularidad con cada aparición. En este sentido, el presentador se interesó por la longevidad de Karlos, además de apaciguar las especulaciones sobre una posible jubilación.
“Los últimos años, desde que se ha incorporado Joseba, son los mejores en audiencia”, remarcaba el de Requena. “No voy a decir que estoy empezando… Estoy al final de mi carrera. No sé cuánto va a durar. 2, 3, 5 años... No lo sé todavía. Yo estoy fresco, pero como una acelga. Joseba le ha dado ese frescor y esa historia que necesitamos todos. Estoy maduro, pero no estoy para tirar todavía. Ha sido un empujón al programa y para mí mismo”, replicaba el entrevistado.
“Dentro de un mes cumplo 36 años en televisión. Llevo tantísimos años… ¡y todavía voy a seguir, cuidado!”, insistía, arrancando los aplausos en el plató de la calle Alcalá. La rutina de grabación diaria también se hizo notar en las respuestas del vasco: “Me tienen que decir 'lasai, Karlos, lasai' (con calma). Es que si no yo voy muy rápido. Nos están viendo. Me tienen que parar. Es normal, pero es que tú tienes el oficio metido en la sangre”, expresaba.
Alimentos poderosos
El programa arrancó con una serie de regalos de los Arguiñano hacia Motos, incluyendo una cesta de huevos, la cual desembocó en una afirmación sobre alimentación: “Dices Karlos que todavía no conoces a nadie que haya ido al hospital por aceite de oliva”. “Si sabéis de alguien que lo hayan ingresado por aceite de oliva... El aceite de oliva es oro líquido. No hay nada mejor que el aceite de oliva. Es bueno para todo”, expresaba el cocinero.
No contento con eso, remarcó el poder de la comida sobre la salud. “Un médico me dijo: 'El aceite de oliva no es un alimento, es medicina'. El cerdo ha salvado más vidas que la penicilina. El cerdo ha dado de comer al 100% de los españoles. Ha salvado vidas porque había cerdo para comer”, se sinceraba.