“La vida de Sofía y Daniel se anticipa prometedora y feliz hasta que Daniel recibe una enigmática invitación para ir a conocer a su madre biológica a un Berlín del Este sumido en plena Guerra Fría. Sin él saberlo, aceptar esa invitación se convertirá en el mayor error de su vida ya que se convertirá en la pieza esencial del plan secreto de la KGB para establecer su centro operativo en la España franquista y en el que su hermano gemelo, Klaus, jugará un papel clave”, reza la sinopsis de La sospecha de Sofía.
La nueva película de Imanol Uribe, basada en la novela homónima de Paloma Sánchez-Garnica, ganadora del Premio Planeta, cuenta con los esfuerzos interpretativos de Álex González, Aura Garrido, Zoe Stein e Irina Bravo. El primero de ellos ha sido el encargado de presentarla en El Hormiguero, el programa nocturno de Antena 3 presentado por Pablo Motos. Más allá de la cita, invitado y conductor han discutido más tópicos.
Uno de los primeros temas de conversación ha sido la nariz del actor, operada recientemente por un accidente mientras practicaba boxeo. González reconocía en el pasado que practica este deporte para desconectar del trabajo, pero diez días atrás este le costó una mala pasada. Una oportunidad para que Motos pudiera añadir un chascarrillo, aunque fuera mencionando a la persona equivocada: “Te ha quedado mejor que la de Andy”.
Pronto, el de Requena ha caído en su fallo y ha rectificado inmediatamente. “¡Es verdad! Perdona, perdona, Lucas. Es una de esas veces en las que la boca se avanza al cerebro”, aclaraba. “No fue estética, fue hace 10 días. Gracias por sacar el tema porque estoy un poco nasal, tengo los puntos aún...”, exponía González por su parte. Un incidente por el que ambos han compartido sinergia, ya que Motos se encontraba en un percance similar.
Dolor mutuo
“Yo también la tengo rota. Tengo el tabique que parece el puente de calatrava”, se quejaba Motos, mientras su invitado explicaba cómo ocurrió su lesión: “Hicimos el sparring, me miré en el espejo y me hice una foto. Cuando me la rompieron, al sonarme los mocos sonaba distinto”. Respecto a la película, el madrileño tuvo la ocasión de hablar de los prácticamente tres personajes que interpreta, siendo dos gemelos y una identidad falsa.
“Uno de los personajes pasa 25 años en una prisión y sale en 1989 cuando derriban el muro de Berlín. Sale perdiendo peso. Solo comía un kiwi. Todo te cambia muchísimo. Me vino bien porque conecté con la parte vulnerable de uno de los personajes. Tres meses en los que me despedí de la vida social y de todo lo que tiene que ver con el placer”, exponía.