España lleva más de 50 años creando consolas y videojuegos, pero fue en los ochenta cuando llegó su edad de oro: “Fue una época de pioneros, de juegos desarrollados en un pequeño piso, de aprendizaje mediante ensayo y error”
De las primeras recreativas a los estudios independientes actuales, la industria española del videojuego ha dejado huella dentro y fuera del país