Por qué el 2024 nos recuerda tanto a Dickens

Grandes historias del año (I)

Doce meses inolvidables por la dana, la eclosión de la IA y la valentía de Gisèle Pelicot

Dana Valencia Para resumen de la sección de Sociedad Algesemí

La sonrisa de voluntarios, como estos de Algemesí, ilumina incluso tragedias como la dana 

Xavi Jurio

El año de la dana dejará un recuerdo indeleble, como prueba el hecho de que el diccionario ya ha incorporado esta palabra como sustantivo en minúscula (danas, en plural). Los niños del mañana quizá no sepan que estas eran las siglas de depresión aislada en niveles altos , pero sí sabrán qué pasó con la dana de 2024, como sus abuelos supieron qué pasó con las riadas de Catalunya de 1962, aunque aún no hubieran nacido.

El 2024 no solo fue el año de las más de 200 víctimas de la dana. Fue también el de las falsedades desvergonzadas que reavivaron el debate sobre la impunidad de las redes sociales y sobre ciertos informadores . La prensa tuvo que trabajar en condiciones difíciles y desmentir bulos que alarmaron todavía más a una población angustiada: no se rompieron embalses, no había un parking subterráneo con 700 muertos, no…

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FOTODELDÍA PAIPORTA (VALENCIA), 31/10/2024.- Varios residentes recogen alimentos en un supermercado en la localidad de Paiporta, Valencia, este jueves. La Comunitat Valenciana intenta recuperarse de la peor dana del siglo en España, que ha dejado casi un centenar de muertos en esa región, además de un inmenso escenario de daños en carreteras, calles e infraestructuras de numerosas localidades. EFE/ Biel Aliño

La dana dejó al descubierto lo mejor y lo peor de nuestra sociedad: la falta de escrúpulos de quienes hicieron negocio o buscaron notoriedad a costa de la decencia, sí, pero también el altruismo de las otras riadas, las colas interminables de voluntarios que se dirigían a pie a localidades enfangadas para echar una mano. Por eso el 2024 nos recuerda tanto la vigencia de un escritor inmortal como Charles Dickens (1812-1870).

Pocas reflexiones son más aplicables a estos días que el celebérrimo inicio de su Historia de dos ciudades : “Era el mejor de los tiempos y el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría y también de la locura, la época de las creencias y de la incredulidad, la era de la luz y de las tinieblas, la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación”. Era la Valencia de las patrañas, pero también la de la verdad y la de los voluntarios.

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La labor de los voluntarios 

LV

¿Quién conoce mejor un camino que los caminantes que lo han recorrido? Hemos preguntado a las compañeras y compañeros de La Vanguardia de la redacción de València y a los integrantes de Sociedad qué asuntos les han impactado más para elaborar el tradicional balance anual de la sección. En esta crónica aparecen algunas de sus respuestas más repetidas, aunque hay más. Lo relevante no es la abundancia de noticias y reportajes, sin embargo, sino que todas reflejan la dualidad que ya señalaba Dickens en 1859. Lo hemos visto con lo mejor y lo peor de la dana, pero también con la violencia machista o con los riesgos de la inteligencia artificial.

Incluso las noticias más terribles tienen “tinieblas y luz”, como sabía nuestro autor. Porque el 2024 ha vuelto a ser desgraciadamente pródigo en asesinatos machistas y en violencias contra las mujeres (uno de los últimos casos es especialmente sobrecogedor, si es que alguno no lo es: un hombre mató a cuchilladas a su pareja en un coche y ante su hija, de tres años, en Palma de Mallorca).

19 December 2024, France, Avignon: Gisele Pelicot (C) arrives at the courthouse in Avignon, where the verdict is expected in the trial against her ex-husband Dominique Pellicotand 50 other defendants accused of drugging her and orchestrating several rapes over almost a decade. Dominique Pellicot has been found guilty of aggravated rape of his ex-wife in a trial that has shocked France and the world. Photo: Clement Mahoudeau/AFP/dpa

Gisèle Pelicot 

Clement Mahoudeau /Afp

Si la campaña #MeToo o #YoTambién marcó el 2017, el 2024 será el año en el que “la vergüenza cambió de bando” gracias a la valentía de una mujer que dio la cara: Gisèle Pelicot, de 72 años. Su esposo la drogó hasta dejarla inconsciente para que la violaran durante años un centenar de hombres, de los que 51 han sido identificados, juzgados y condenados. Soy un monstruo”, ha reconocido su marido, con la mayor pena de prisión: 20 años.

España tiene un referente ineludible a la hora de hablar de otros monstruos y de otras mujeres valientes. Ana Orantes, nombrada este año hija predilecta de Granada, su ciudad, fue quemada viva por su exmarido en 1997. Lo hizo dos semanas después de que Ana narrara su cautiverio en un programa de televisión. Dejó ocho hijos, que se alteraron el orden de los apellidos para que Orantes fuera el primero.

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Las tinieblas y la luz. Todos los asesinatos son terribles, pero aquel fue la primera piedra de la ley contra la violencia de género, como recordaba Raquel Orantes en estas páginas. Raquel le diría hoy a su madre: “Tienes nietos, bisnietos y un tataranieto. Todos saben que fuiste una mujer maravillosa. Y que te asesinaron, que sufriste muchas injusticias y que eres un referente. Y todos se sienten orgullosos de ser Orantes”.

La siguiente noticia no se produjo el año pasado, aunque sus consecuencias sí se han reflejado durante este curso. “¿A qué edad los escolares deberían tener su primer móvil?”, se preguntaba una redactora de esta casa el 4 de noviembre del 2023. Su trabajo se hacía eco de las inquietudes de un grupo de madres y padres de Barcelona para que no se vea como algo normal que niñas y niños de tan solo 12 años tengan ya un smartphone.

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Charles Dickens explicó de maravilla que una época puede alternar la sabiduría y la locura. Nuestras páginas de tecnología lo tienen presente, sobre todo con la eclosión de la inteligencia artificial (IA). La aparición de Sora, la IA generativa de OpenAI para vídeo, u otros modelos posteriores e incluso más impactantes, como Runway, abren un sinfín de posibilidades. Esa es la cara; la cruz, las dudas que estas tecnologías suscitan.

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Porque los avances parecen no tener límites y permiten cosas inimaginables hace poco, como operar con ayuda de un robot para un trasplante de pulmón. La intervención, en la que el hospital Vall d’Hebron es pionero, la hace un humano, que dirige un brazo robótico minúsculo a través de una incisión mucho más pequeña que la que tendría que realizar si lo tuviera que hacer todo materialmente con sus propias manos.

Cada vez es más difícil saber qué es posible y qué imposible. Y qué es verdad y qué mentira: la red social X (antes Twitter) ofrece a sus usuarios de pago la posibilidad de crear imágenes falsas hiperrealistas sobre cualquier ocurrencia. La IA también ha disparado la producción industrial de textos científicos, lo que, además de un descomunal coste energético, plantea la cuestión de la vulneración de los derechos de autor.

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LV

Pero si una noticia ha destapado los riesgos de los contenidos violentos en las redes sociales esa ha sido la que reflejaba los problemas de los moderadores que trabajan en Barcelona subcontratados para Meta, lo que antes era Facebook y ahora es la multinacional estadounidense de tecnología y redes sociales de Mark Zuckerberg. El equipo de A fondo de La Vanguardia inició en el 2023 una serie de reportajes sobre el caso.

Las informaciones, que se sucedieron durante el 2024, acaban de tener su colofón. Una reciente resolución del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya considera que eliminar contenidos violentos de las redes puede provocar graves enfermedades mentales. La resolución, que se puede recurrir ante el Tribunal Supremo, da la razón a un trabajador que consideró que su baja por estrés se debía a un accidente laboral, y no a una enfermedad común. Así es esta época que, como la de Dickens, oscila entre “la sabiduría y la locura”.

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