Los ‘Ramats de Foc’ piden paso para reducir el potencial de los incendios

Medio ambiente

Un centenar de rebaños contribuye a la gestión de bosques y a la alimentación Km 0

Ramats de Foc, retrat del pastor Armand Flaujat amb el seu ramat pel reportatge sobre Ramats de Foc, Arbolí, Baix Camp.

Armand Flaujat, el pasado viernes con su rebaño en una zona boscosa de Arbolí 

Alba Marine

El rebaño de ovejas de Armand Flaujat devora toda suerte de matorrales y plantas: romero, tomillo, brotes tiernos de aulaga y de enebro o junquillos azules, en un tupido bosque del término municipal de Arbolí, en las montañas de Prades. A la vez que se alimentan contribuyen a reducir la carga de combustible acumulada en este enclave y ponen su grano de arena para que, en caso de incendio, los males sean menores. Flaujat es uno de los cien ganaderos que se ha sumado al proyecto Ramats de Foc , en Catalunya, para contribuir a limpiar y ordenar las masas forestales en puntos definidos por los expertos para facilitar así la labor de los bomberos cuando se declara un fuego.

Pero este no es el único objetivo de Ramats de Foc , un programa de la Fundació Pau Costa con el apoyo de Bombers de la Generalitat y del Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació (DARPA), que defiende la supervivencia de la ganadería extensiva y sus productos de Km 0. Los quesos, yogures y la carne de los animales que han pastoreado en zonas consideradas estratégicas por los bomberos lucen el sello Ramats de Foc informando así al consumidor de que son alimentos que tienen un elevado valor medioambiental y social. Quien los compre contribuye a la supervivencia del sector y a mantener un paisaje resiliente ante las llamas.

Quien consuma productos con el sello ‘Ramats de Foc’ contribuye a proteger el bosque ante fuegos

Ramats de Foc arrancó en el 2017, cuenta su coordinador y ganadero del Anoia, Marc Arcarons, de la Fundació Pau Costa. “Los bomberos, también la Direcció General de Boscos, las diputaciones y otras entidades capacitadas para ello, determinan los puntos estratégicos que con una buena gestión forestal cambian la estructura de la vegetación y, de esta manera, ayudan a hacer frente a los grandes incendios. Es en estas zonas donde se practica el silvopastoreo prescrito”, detalla Arcarons.

Armand Flaujat y Marc Arcarons charlan cerca de una zona de pastoreo, en Arbolí

Armand Flaujat y Marc Arcarons charlan cerca de una zona de pastoreo, en Arbolí 

Alba Mariné

Las 102 ovejas de Armand Flaujat comen cada año en unas 350 hectáreas, de las cuales entre 20 y 25, entre los términos municipales de Arbolí y Alforja, son consideradas estratégicas. Flaujat se ha sumado este 2025 al programa Ramats de Foc, en el que participan otros once pastores de las montañas de Prades que practican también el silvopastoreo prescrito; es decir, la acción controlada de los animales en épocas determinadas para modelar la vegetación. Más allá de cuidar a sus cabras, ovejas, vacas, caballos o mulas, los ganaderos desempeñan un papel importante en la preparación de un paisaje resistente.

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Arcarons remarca que antes de que los rebaños entren en el bosque debe acometerse la gestión forestal mecánica del mismo para hacer una primera limpieza, dejar una estructura concreta y facilitar el acceso de los animales. Las quemas previas con el asesoramiento de los bomberos y el desbroce con maquinaria permiten la entrada del rebaño a zonas donde la vegetación es muy densa.

Para obtener la certificación de silvopastoreo prescrito el ganado debería consumir el 65% del rebrote verde de los matorrales y el 90% del pasto disponible, pero los expertos estiman que con un 70% ya se logra reducir significativamente la cantidad de vegetación acumulada rompiendo así la continuidad del combustible y ayudando a que un posible incendio no se extienda rápidamente.

Arcarons y Flaujat reivindican el valor del servicio que prestan y lamentan que cada año haya menos ganaderos. Su función contribuye a aportar espacios de oportunidad a los bomberos para trabajar en la extinción y limitar la capacidad de propagación de los incendios. Esto se ha comprobado en los fuegos de Portbou del 2023, en el de Vilanova de Meià del 2024 o en el de Sant Pere de Ribes del 2022, entre otros, subraya Arcarons. El silvopastero jugó un papel relevante para poder articular y desarrollar la estrategia que frenó el avance de las llamas.

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“El de Portbou se paró gracias a tener una área estratégica gestionada por un rebaño de vacas y cabras de Ramats de Foc ; desgraciadamente el de cabras ha desaparecido pues no era viable”, apunta Arcarons.

“Actualmente, en Catalunya el silvopastoreo prescrito actúa en unas 3.700 hectáreas, la mayoría por parte de ganaderos de Ramats de Foc , del total de 135.000 definidas como puntos estratégicos”, concreta Arcarons, quien lamenta que cada año desaparezcan “un 10% de titulares de ganadería extensiva, aunque el número de animales se mantiene pues las explotaciones que quedan son más grandes”.

Para favorecer el mantenimiento de un sector en crisis que se ha mostrado clave para la gestión forestal, Arcarons considera que la ayuda para prestar este servicio que otorga el DARPA, con cofinanciación del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), debería incrementarse “del máximo actual de 145 euros por hectárea pastoreada a los 300 o 400”.

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Los recientes fuegos de la Segarra y del Baix Ebre han vuelto a evidenciar que la desaparición de payeses y de explotaciones extensivas de animales, sumado la pérdida de habitantes de la Catalunya rural, alimenta el riesgo de sufrir siniestros devastadores. El discurso que surge con fuerza es que la agricultura y la ganadería de proximidad tienen un valor que va más allá de su capacidad para producir alimentos. El aceite de las denominaciones de origen Garrigues o Siurana; los viñedos de la Terra Alta, el Priorat, el Penedès o el Empordà; los terneros del Ripollès o las ovejas del Baix Camp mantienen el paisaje y contribuyen a minimizar el impacto de los grandes incendios que ya están aquí impulsados por el calentamiento global.

El reto es concienciar a la sociedad del valor añadido de estos productos para hacer viable la vida en el campo.

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