La princesa Leonor ha defendido este miércoles, en el mismo escenario del Liceu, la “ética del trabajo bien hecho y la búsqueda del bien común” y lo ha hecho en catalán, en la ceremonia de entrega de los premios Princesa de Girona que, por primera vez, se ha celebrado en el teatro de la Rambla. Los Reyes y la infanta Sofía han acompañado a la princesa en el acto más importante que la Corona celebra en Catalunya al que ha asistido el President de la Generalitat, Salvador Illa, acabando así con ocho años de ausencia de la primera autoridad catalana.
La Fundació Princesa de Girona ha puesto el broche de oro a sus actividades del último año con la entrega de los premios con los que se destaca no solo el trabajo, también el ejemplo de seis jóvenes con voluntad de cambiar el mundo gracias a sus innovadoras iniciativas.

Francisco Belil, presidente de la FPdGi; Carlos Prieto, delegado del Gobierno; Salvador Illa, presidente de la Generalitat; la infanta Leonor, el rey Felipe, la reina Letizia, la infanta Sofía, Jordi Hereu, ministro de Industria y Turismo; Jaume Collboni, alcalde Barcelona y Salvador Alemany, presidente de la Fundación del Gran Teatre del Liceu
La entrada de la familia real levantó al público de sus asientos en un largo aplauso
El gran día de la fundación ha tenido también un gran escenario. La itinerancia de los últimos años en los que, desde que el ayuntamiento de Girona vetó la presencia de la familia real, los actos de la entidad y la entrega de premios se han ido celebrando donde se podía. Esta vez, el Liceu, “símbolo e identidad de Barcelona”, como destacó la propia princesa Leonor, ha acogido una ceremonia en la que, sin perder la identidad de un acto dirigido especialmente a los jóvenes, ha tenido innovación y solemnidad.
La llegada de los Reyes, la Princesa y la infanta, que han ocupado la primera fila de platea, ha levantado al público de sus asientos en un largo aplauso que ha dejado ya muy atrás aquel día en el que los entonces príncipes Felipe y Letizia sufrieron en el ya muy lejano mes de mayo de 2013.

La Princesa Leonor, en el momento de entrar al Gran Teatre del Liceu
Los tiempos han cambiado y así lo reconoció el Rey en sus palabras, dirigidas a la Fundació Princesa de Girona: “Gracias por contribuir de manera tan destacada a estrechar lazos entre Catalunya y las demás tierras de España”.
A la princesa Leonor le ha tocado hacer el elogio de los premiados. Del arquitecto Manuel Bouzas ha dicho que “se atreve a pensar de un modo diferente, entusiasmado porque, aunque asume que vivimos en crisis e incertidumbres constantes, este es el mejor momento para ser joven y conjugar arquitectura y sostenibilidad”. De la emprendedora colombiana Valentina Agudelo, la Princesa ha recordado que “se enfrentó a muchos noes, pero no perdió el entusiasmo para que mujeres vulnerables tengan acceso a prevención en salud gracias a su dispositivo para la detección precoz de cáncer de mama.

Pablo Sánchez, a la izquierda, con los otros cinco premiados, este miércoles en el Liceu
Del ingeniero Andreu Dotti, Leonor se ha referido a las palabras que acababa de pronunciar ”¡ya le habéis oído!, pensaba que era tonto y transformó su frustración en energía entusiasta para crear un sistema de aprendizaje de matemáticas que ayuda a miles de alumnos en todo el mundo”.
El ingeniero Antoni Forner-Cuencia, es para la princesa alguien a quien “se le enciende la mirada cuando habla de transición energética y nos contagia su entusiasmo ante el reto del almacenamiento a gran escala de energías renovables”.

La Princesa Leonor en un momento de su discurso ayer en la ceremonia de entrega de los premios de la Fundación Princesa de Girona
La neurocientífica Gabriela Asturias es, en palabras de la princesa, una entusiasta convencida de que “todas las personas merecen una atención en salud digna. Y por eso creó una plataforma que ayuda a millones de guatemaltecos.”
La Princesa Leonor ha destacado que los seis premiados abordan la complejidad del mundo y la transforman en soluciones claras, accesibles y eficaces
Y, finalmente, Pablo Sánchez, que, como ha recordado, se niega a que bebés prematuros en muchas partes del mundo no tengan garantizadas las condiciones básicas para salir adelante. Y que, como ingeniero, decidió que una vida de servicio a los demás era lo que le llenaba. Impresiona su entusiasmo al explicar cómo funcionan sus incubadoras de bajo coste”.
La princesa, vestida con esmoquin negro, un modelo parecido al que ha lucido la reina y parecido al elegido por la infanta Sofía ha destacado que los seis abordan la complejidad del mundo y la transforman en soluciones claras, accesibles y eficaces. Les ha dado las gracias por “iluminarnos con vuestra determinación y paciencia para tirar adelante, perseverar y poner tanto talento al servicio de la sociedad”.

El aspecto del Liceu este miércoles
Al Rey le ha tocado cerrar una ceremonia con un mensaje en clave de la reconstruida relación entre Catalunya y la Corona, Ha recordado su reciente visita a Montserrat, donde dijo que era un punto de encuentro de la cultura catalana, española y europea. “Este teatro (y lo ha dicho en catalán) también lo es. Un espacio emblemático en el que las emociones se unen más allá de las palabras”. “Dos símbolos de la historia de Catalunya”, ha dicho el rey en referencia a Montserrat y el Liceu, “de los que nos sentimos muy orgullosos”.
El Rey ha agradecido el trabajo de la Fundació Princesa de Girona tanto para reconocer y promover el talento de los jóvenes. “Gracias, sobre todo, por escuchar a los jóvenes, abrirles espacios, ofrecerles oportunidades, en definitiva, por confiar en ellos”, ha dicho el rey antes de cerrar sus palabras con un claro mensaje: “Y por último, gracias de corazón por contribuir de manera tan destacada a estrechar los lazos entre Catalunya y las demás tierras de España, lazos que se nutren del afecto y se enriquecen con el conocimiento mutuo, la solidaridad y los grandes propósitos compartidos, particularmente entre los jóvenes.”