El videopodcast ‘Conexión a Tierra’ ya ha estrenado su segunda temporada. Presentado por la agroinfluencer Pilar Pascual (@Agripilar) y el creador de contenidos Elisardo Pardos (@elisardo.pardos), este innovador espacio divulgativo creado por Endesa vuelve a acercarnos a los aspectos más insólitos e innovadores del mundo rural. Si en la primera temporada se abordaron temáticas tan interesantes como la apicultura o ganadería entre paneles solares, la recuperación de los olivares en Teruel o el empleo que generan las renovables, esta segunda temporada promete descubrir a los espectadores historias para conectar con el mundo agrícola, la protección de la vida salvaje y la conservación del entorno rural. Tras su estreno con el binomio agricultura sostenible y energía eólica, esta semana vuelven con un nuevo episodio protagonizado por un actor poco habitual: el oso pardo del Pirineo.
El segundo episodio de la nueva temporada del videopodcast ‘Conexión a Tierra’ se adentra en las peculiaridades del Bosque Endesa Pirineo y su papel para mantener a los osos alejados de núcleos urbanos
1980
Desaparición en Pirineos
1996
Reintroducción
2024
96 ejemplares
Salvar una especie en peligro de extinción
El planeta pierde su biodiversidad a pasos agigantados. Un estudio de la Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos (IPBES) estima que cerca de un millón de especies animales y vegetales están en peligro de extinción. Entre ellas se encuentra el oso pardo, en situación crítica en España, debido a la escasez de su población en general, su baja variabilidad genética y su hábitat fragmentado entre la cornisa Cantábrica y el Pirineo. Mientras su supervivencia en la franja cantábrica era delicada, en el territorio pirenaico llegó a extinguirse por completo entre finales de los 80 y los primeros años 90.
Desde entonces, la Fundación Oso Pardo (FOP), con el apoyo financiero del programa LIFE de la Unión Europea, instituciones públicas y empresas privadas, lleva años trabajando para su recuperación. En 2016 Endesa se suma a su programa ‘Enriquecimiento de la biodiversidad en zonas oseras del Pirineo’ a través del Plan de Conservación de la Biodiversidad. El objetivo es diseñar una red de espacios que faciliten el movimiento y la dispersión de la especie en todo el Pirineo catalán. La estrategia para conseguirlo es simple y, a la vez, ambiciosa: plantar árboles frutales a lo largo del territorio para proporcionar alimento suficiente a los osos y sus nuevas camadas.
Radiografía del oso pardo
El oso pardo es una de las siete especies de este animal presentes en los bosques de todo el planeta. Es el mayor mamífero de los Pirineos, con un peso que puede alcanzar los 230 kilogramos en los machos, y los 150 entre las hembras, y una altura en la cruz entre 90-100 cm. Su físico es inconfundible: cabeza grande, orejas pequeñas y redondeadas, y cola corta.
¿Sabías que, pese a su tamaño, es extremadamente sigiloso y evita activamente el contacto humano? En el videopodcast, María Párraga, de la Fundación Oso Pardo, explica a Pilar y a Eli por qué es más fácil que un oso te vea a ti que al revés, qué señales puedes seguir para saber si estás en territorio osero y otras curiosidades.
¿Dónde hay osos ahora?
Población estable
Cordillera Cantábrica
370 ejemplares (2020)
Reintroducido desde 1996
Pirineos
96 ejemplares (2024)
Hábitat actual:
Cordillera Cantábrica (Asturias, Castilla y León, Cantabria y una parte de Galicia) y Pirineos (Val d'Aran, Pallars Sobirà, Pallars Jussà y la Alta Ribagorça).
Población censada:
· Pirineos: 96 ejemplares (47 hembras, 45 machos, 4 sexo no identificado) (datos 2024)
· Cord. Cantábrica: 370 ejemplares (datos 2020)
En 'Plantar un bosque para recuperar al oso pardo', Eli y Pilar charlan con María Párraga, de la Fundación Oso Pardo
Curiosidades ‘amatorias’ de las osas
Para conocer más sobre la reintroducción de esta especie hemos contactado con Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo. Según nos cuenta, una vez que se reintegra un oso en un espacio natural, la acción de los humanos se limita a monitorizarlo, sin intervenir en sus procesos reproductivos. “Se reproducen de forma natural apareándose, no hay fecundación in vitro ni nada parecido. Inevitablemente, cuando introduces solo unos pocos ejemplares, siempre va a haber cierta consanguinidad. Nosotros nos limitamos a controlar cómo va la variabilidad genética de la población. En caso de que haya algún macho dominante, es decir, un oso ‘latin lover’ con demasiados hijos, habría que traslocar un ejemplar desde la Cordillera Cantábrica o desde otros lugares para mejorarla”, señala Palomero. “Lo que se hace es introducir un osezno y, siempre que logre la aceptación social, mejoraremos la genética de la zona. Por ahora lo vamos consiguiendo”, apunta.
Los nacimientos tienen lugar en enero dentro de las oseras. “Las crías solo pesan 300-350 gramos, tienen poco pelo y son ciegas. Se alimentan solo de leche materna y permanecen en la osera hasta abril. En cuanto salen, se ponen muy fuertes y no paran de enredar y de jugar. Son como osos de peluche”, añade el presidente de la Fundación Oso Pardo.
La agroinfluencer Pilar Pascual (@agripilar) continúa siendo copresentadora de la segunda temporada de ‘Conexión a Tierra’
Una dieta ‘flexitariana’
En contra del mito que pinta al oso como un depredador despiadado, “el 70-85% de su alimentación es de origen vegetal. Nosotros decimos que es un carnívoro arrepentido”, señala Palomero. Además, cumplen un papel sanitario, eliminando animales muertos en el bosque que podrían convertirse en foco de infecciones.
Alimentación del oso pardo
frutas, hierbas,
frutos secos
insectos, miel,
carroña y caza
Barra libre de frutas con 7.000 árboles
La mejor forma de hacer que el oso se sienta a gusto en el bosque y no tenga necesidad de acercarse a los núcleos urbanos a por comida es proporcionarle sus alimentos favoritos a discreción. Esa es la función del Bosque Endesa Pirineo. Para conocerlo de primera mano, en este capítulo del videopodcast ‘Conexión a Tierra’ Eli visita Tavascan (Lleida), una pequeña localidad conocida por su legado medieval, la pesca de la trucha y su peculiar central hidroeléctrica a 500 metros de profundidad bajo la montaña del Pico de Guerón.
Elisardo Pardos, copresentador del videopodcast, entrevista a Fermín Trujillo, empleado de la central hidroeléctrica de Endesa en Tavascan y dueño de un terreno en el que se han plantado árboles frutales
Allí tiene una finca Fermín Trujillo, que ha cedido su terreno para que se puedan plantar árboles. “A la finca no le doy otro uso que el de producir leña. Un amigo que es guarda forestal me comentó que se estaban plantando frutales para reactivar la presencia del oso pardo en el Pirineo. Me pareció buena idea que se aprovechara ese terreno para algo más que para leña”, explica. Lo curioso es que Fermín, empleado de la central hidroeléctrica de Endesa, aceptó sin saber que la compañía estaba implicada en el proyecto, lo que le supuso una doble satisfacción: “Si hay osos quiere decir que el Pirineo tiene buena salud. Y si la montaña está sana, eso es bueno para todos”, señala.
Así es el Bosque Endesa Pirineo
El bosque crece
17
7.000
¿Qué especies han plantado?
Especies
Cerezos y manzanos
Cerezos
Manzanos
Mostajos
Cantidades
1.200
910
500
5.800
Impacto medioambiental
1.665
toneladas de CO₂ absorbidas
en 30 años
Equivale a un avión dando
1,7
vueltas al mundo
Revitalizando el Parc Natural de l’Alt Pirineu
La mayor parte de los árboles nuevos se han plantado en el interior del Parc Natural de l’Alt Pirineu o en terrenos colindantes al mismo. Además del impacto positivo en el medio ambiente, la llegada del oso tiene un efecto dinamizador en la economía local de la zona. “Es un reclamo más para el ecoturismo. Cada vez son más las personas que se desplazan a esa comarca para conocer el hábitat natural del oso. Esa afluencia de visitantes es una fuente de ingresos para los comercios, los negocios de restauración, la hostelería y las pequeñas empresas de turismo local”, explica Palomero.
La primavera es para el ‘bear watching’
Esta creciente afluencia de personas se concentra especialmente en primavera, cuando el avistamiento de osos —el conocido bear watching— se convierte en la principal atracción natural. Marc Alonso, vecino del valle de Arán, lleva años colaborando con Depana (Lliga per a la Defensa del Patrimoni Natural) y la Fundación Oso Pardo, y es posiblemente uno de los mejores conocedores de los osos pirenaicos. También colabora como guía experto en algunas de las salidas organizadas por el Centro Excursionista de Catalunya (CEC) para observar el oso en su hábitat. “No soy un guía turístico propiamente dicho, ni organizo visitas guiadas al bosque. Mi tarea es la de divulgación a los vecinos y a quienes se acercan a la comarca. Si vienen a ver osos, les explico cuáles son los mejores puntos para avistarlos sin interferir en su vida, ni crear situaciones de riesgo”, explica.
Cuando se retiran los fríos invernales, las osas salen del bosque con todos los oseznos a buscar hierbas y hormigas, su menú favorito. “Es un espectáculo porque los osos son como los niños pequeños. No paran de jugar y enredar. Se suben a los árboles, se caen, vuelven locas a las madres con tanto movimiento”, comenta divertido. “Los observamos de una vertiente a la otra. A una distancia de 1-2 kilómetros y con prismáticos y telescopios terrestres. Lo que no se puede hacer, porque es ilegal salvo que tengas un permiso para alguna investigación científica, es instalar cámaras de fototrampeo. Algunos fotógrafos lo hacen o se acercan demasiado”, recalca.
¿Qué hacer si nos encontramos con un oso?
Hollywood se ha encargado de crear una muy mala fama al oso. Y hay que reconocer que sus parientes americanos, los osos Grizzlies, tienen un carácter bastante agresivo. Los osos europeos, por lo general, son campechanos. Ni roban las cestas de la merienda a los campistas, ni atacan de forma sanguinaria a los caminantes. Más bien, rehúyen del contacto con los humanos. “Tienen muy buen oído y se las apañan para que no los veas. De hecho, yo vivo allá arriba y no lo veo nunca”, recalca Trujilllo. Y es lo habitual. Muchos vecinos de zonas oseras saben de su existencia a partir de huellas o excrementos del animal, pero no han visto al oso ni una sola vez.
Aunque estos animales silvestres ya se cuidan de no cruzarse con el hombre, la Fundación Oso Pardo ha editado una guía con consejos de actuación en caso de toparnos con uno de estos plantígrados. Si te interesa saber cómo reaccionar en caso de encontrarte uno, en este capítulo del videopodcast ‘Conexión a Tierra’ descubrirás algunas claves inesperadas.
Reintroducción del oso pardo en el Pirineo catalán: ecoturismo y biodiversidad

Endesa oso pardo