Alquiler de chabolas a 300 euros al mes en pleno corazón de Mallorca
Crisis habitacional en Baleares
Un particular arrendaba 11 infraviviendas insalubres hechas con bloques de hormigón
Las infraviviendas eran alquiladas a personas con bajos recursos o en situación irregular en el país.
La emergencia habitacional en Baleares sube un grado. En Manacor, en pleno corazón de Mallorca, la Policía Nacional y el Govern balear acaban de abrir un expediente tras descubrir la existencia de un poblado chabolista donde se alquilan viviendas a partir de 300 euros al mes. La Conselleria balear d’Habitatge ha informado de que un particular alquilaba 11 viviendas en un poblado construido con bloques de cemento y hormigón y sin las mínimas condiciones de habitabilidad.
Cuando llegaron para realizar la inspección, los agentes de la policía y el personal de la Conselleria encontraron a tres personas y a un menor que residían en estas infraviviendas en medio de inmundicias, escombros y sin las mínimas condiciones para poder vivir en su interior. Los bloques de hormigón estaban cubiertos con lonas y placas de uralita y los habitantes del poblado chabolista de alquiler tenían a sus disposición dos cocinas compartidas y dos aseo exteriores para todos los habitantes.
En el momento de la inspección había tres adultos y un menor, pero la policía dice que residían más personas
El recinto presentaba unas condiciones precarias tanto de higiene, por la acumulación de restos de basura, residuos orgánicos e insalubridad, así como ínfimas condiciones de seguridad, con techos deteriorados y estructuras poco estables. La instalación eléctrica era muy deficitaria, lo que suponía peligro para las personas que residen en el lugar. A pesar de que en el momento de la inspección solo había esas tres personas y el menor, tanto los inspectores de la Conselleria como los agentes de Policía creen que las 11 infraviviendas estaban ocupadas por más residentes ya que varias de ellas incluso tenían antenas de televisión, lo que hace pensar que el poblado estaba en funcionamiento desde hace varios meses.
Aspecto del interior de las infraviviendas durante la inspección de la Policía.
El Govern balear informa en un comunicado que las 11 infraviviendas son propiedad de un mismo dueño que se aprovechaba de las necesidades habitacionales de las personas que pagaban los alquileres. El comunicado detalla que se trata de personas con bajos recursos o en situación irregular en el país. La Conselleria ha abierto diligencias con el fin de iniciar un expediente sancionador que puede concluir con una sanción de 90.000 euros por cada una de las viviendas, lo que supone que el propietario, del que no han dado detalles, se enfrenta a una sanción de hasta 990.000 euros.
La situación de emergencia en materia de vivienda que sufre el archipiélago está provocando la aparición de poblados chabolistas en los que viven personas con contrato de trabajo que, sin embargo, no pueden pagar una vivienda porque el sueldo se iría prácticamente de manera íntegra a abonar el alquiler. En Eivissa, las autoridades van desmantelando este tipo de instalaciones en cuanto tienen constancia de su aparición, pero la desaparición de estos núcleos comporta de inmediato la aparición de otro en otra zona de la isla.
Están apareciendo poblados chabolistas donde viven personas con contrato de trabajo que no pueden pagar una vivienda
La aparición de esta poblado chabolista con infraviviendas de alquiler en Mallorca, el primero de estas características del que se tiene constancia, fue detectada en un primer momento por la Agencia de Defensa del Territorio, la encargada de velar por la legalidad de lo que se construye en suelo rústico. Este organismo fue el primero en comprobar la existencia de esta construcción ilegal y avisó a lo servicios municipales de Manacor, que son quienes a su vez alertaron a la Conselleria d’Habitatge.
El conseller d’Habitatge, José Luis Mateo, ha confirmado que las personas que vivían en este poblado chabolista de alquiler han sido derivadas a los servicios sociales de Manacor para prestarles atención y darles una solución habitacional. “No podemos dar cobertura a esta situación, en medio de una situación de emergencia habitacional, y hay que actuar contra personas que se lucran y se aprovechan de esta situación de vulnerabilidad”, apuntó.
El desmantelamiento de estos núcleos comporta de inmediato que se construya otro en otra zona de la isla
Es el segundo gran expediente que abre el Govern después de la sanción de 2,04 millones de euros que impuso a un policía local de Palma que tenían alquiladas 68 infraviviendas por las que cobraba entre 300 y 700 euros al mes. En este caso, las infraviviendas no estaban en suelo rústico sino en habitáculos subterráneos de 10 metros sin ventilación, luz o agua corriente. El propietario había aprovechado garajes para hacer divisiones y alquilar estos espacios como vivienda a personas con muy pocos recursos que en algunas ocasiones se veían obligados a compartir el mismo recinto. También alquilaba trasteros donde había bombonas de gas para cocinar, con el enorme riesgo de que se produjeran fugas de gas y, por tanto, de una explosión.
El precio de la vivienda en Baleares presenta una escalada alcista desde hace una década, pero los niveles se han disparado hasta el punto de que el precio medio del metro cuadrado ya supera los 4.000 euros, según el Colegio de Registradores. Los alquileres no bajan de los 1.000 euros al mes por un estudio en Palma.