La adaptación al nuevo clima se convierte en gran prioridad

Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Belém: un decálogo

La cumbre de Brasil busca mantener viva la llama de la negociación mundial contra el calentamiento

Asuntos clave de la conferencia son mejorar los planes de adaptación al cambio climático e identificar fuentes de financiación adicional

La adaptación al nuevo clima se convierte en gran prioridad
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La COP30 empieza en Brasil con la misión de frenar la ola de negacionismo

Mejorar los planes de adaptación al cambio climático que presentan los países e identificar fuentes de financiación adicionales para mitigar y reparar los efectos del calentamiento son dos de los objetivos centrales de la nueva ronda de negociaciones auspiciada por Naciones Unidas en el marco del Convenio de Cambio Climático.

AME7084. RIO BONITO DO IGUAÇÚ (BRASIL), 08/11/2025.- Personas caminan este sábado, en medio de escombros causados por un tornado en Rio Bonito do Iguaçu (Brasil). Las autoridades del sureño estado brasileño de Paraná declararon el estado de calamidad pública en los municipios castigados el viernes por un tornado sin precedentes que dejó al menos seis muertos y 750 heridos, así como una ciudad en un 90 % en ruinas. EFE/ Sergio Ranalli

Daños causados por el tornado que azotó el viernes Rio Bonito do Iguaçu (Brasil), y causó 7 muertos

Sergio Ranalli / EFE

Defender a los más vulnerables frente a los embates de un clima extremo es una prioridad en la conferencia de Belém (Brasil), donde casi 200 delegados inician hoy discusiones que se prolongará hasta el día 20 de noviembre. El encuentro ha venido precedido de una cumbre de líderes celebrada la semana pasada, con un formato que ha buscado animar a los negociadores a buscar acuerdos en las dos semanas que dura la conferencia de Belém.

He aquí algunas de las claves fundamentales.

1. ¿Para qué sirve esta cumbre?, ¿qué son los planes de acción climática?

Las conferencias del clima sirven actualmente para evaluar las acciones llevadas a cabo por los firmantes del Acuerdo de París (2015), mediante el cual todos los países firmantes asumieron compromisos de mitigar el calentamiento. Este año los países tenían la obligación de comunicar sus planes nuevos o actualizados de acción climática con un horizonte de actuación hasta el 2035. Son las llamadas contribuciones determinadas a nivel nacionales (NDC). Hasta el 30 de septiembre de este año presentaron nuevas contribuciones nacionales 64 de los 197 partes firmantes, lo que supone un recorte de gases del 10% para 2035 respecto a 2019, lo cual es una cifra muy inferior a la reducción del 60% necesaria para limitar el calentamiento a 1,5ºC (por encima de las temperaturas preindustriales), el umbral que marca los peores estragos de la alteración del clima.

En los dos ciclos transcurridos, los países ya han llevado a cabo dos presentaciones de sus contribuciones: la primera fue en París y la segunda en 2021 en la cumbre COP26 de Glasgow, con un horizonte de actuación mayoritariamente fijado para 2025. De estos dos planes se deducía un aumento de las temperaturas superior a 3 °C y rayando los 2,8ºC respectivamente, muy por encima de los niveles preindustriales, muy por encima del 1,5 °C, el objetivo más ambicioso de los dos establecidos en el Acuerdo de París.

2 ¿Es suficiente lo prometido en los nuevos planes de acción?

Las contribuciones de este año debían alinearse con el objetivo de 1,5 °C, dado que los científicos han advertido reiteradamente que las emisiones deben reducirse drásticamente en la década de 2020 para mantenerse dentro de este límite crucial.

Según las disposiciones del Acuerdo de París, la fecha límite para la presentación debía ser febrero. Sin embargo, pocos países la cumplieron, y la ONU comunicó que los organizadores estarían satisfechos si los planes se presentaban antes de la COP30. Con estos nuevos compromisos, el calentamiento de la Tierra se situará a finales de siglo entre 2,3 y 2,5°C. Y si se siguen las políticas actuales (sin tener en cuenta las nuevas promesas), el calentamiento llegaría hasta 2,8 °C. La tarea de Brasil, como presidente de la COP, es trazar una ruta clara para lograr las reducciones de emisiones necesarias para un mundo con un calentamiento global de 1,5 °C, e invitar a reforzar las acciones concretas que sustituyan a los combustibles fósiles por energías limpias, entre otras medidas.

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Cumbre de líderes del pasado jueves

Adriano Machado / Reuters

3 ¿Habrá nuevas discusiones sobre financiación?

No se prevén acuerdos nuevos sobre reducción de gases ni compromisos en materia de financiación. El año pasado, en la cumbre de Bakú (Azerbaiyán) ya se alcanzó el pacto para que las naciones ricas movilizaran progresivamente más recursos destinados a las naciones en desarrollo hasta totalizar 300.000 millones de dólares al año en 2035 a fin de que estos países afronten la crisis climática (con fuentes públicas o privadas, así como de bancos multilaterales). El objetivo anterior de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 se adoptó en la COP15 de Copenhague en 2009, y se cumplió en 2022. Pero lo aprobado en Bakú se considera insuficiente. Y a partir de ahora se debe poner en marcha la hoja de ruta de Bakú a Belém para obtener fondos adicionales e incrementar esa cifra hasta los 1,3 billones de dólares. ¿De dónde deben salir esos recursos? Este documento contiene más de 50 recomendaciones, ninguna de las cuales es vinculante para la COP30, pero que servirán de base para los debates. Entre las soluciones se incluyen la obtención de fondos de los productores de petróleo y gas y de otras actividades con altas emisiones de carbono, como los impuestos a los viajeros frecuentes y al transporte. En Belém se calibrarán las fuerzas de los países que piden impuestos a las petroleras y la aviación, en la búsqueda de nuevos recursos.

4 ¿De qué más se negociará?, ¿Se hablará de poner fin a los combustibles fósiles?

Además, se debe poner en marcha el Fondo de Pérdidas y Daños, que se irá nutriendo con recursos para reparar con actuaciones de urgencia los efectos del clima extremo en los países menos adelantados. Será clave comprobar si en la declaración final se recoge la referencia a la idea de señalar el camino de salida de la era del petróleo. En la conferencia de Dubái en 2023, los países acordaron por primera vez emprender una transición para abandonar progresivamente los combustibles fósiles. No se marcaba fecha para la eliminación gradual ni se ofrecieron más detalles, pero la resolución marcó un hito. Pero nada más obtenido el acuerdo, los opositores de los petroestados intentaron desmantelarlo. Argumentaron que no era una resolución vinculante, sino simplemente una de las opciones disponibles, y que no necesariamente se aplicaba a todos los combustibles fósiles. El año pasado, los defensores de la transición hacia energías renovables intentaron fortalecer aquella decisión, pero fracasaron, en parte debido a la gestión que hizo la presidencia azerbaiyana de la COP. Este año, quieren retomar el tema, pero la presidencia brasileña se muestra cautelosa. Numerosos países han presentado objeciones en diversos foros, y el asunto sigue siendo muy controvertido. Algunos países en desarrollo con yacimientos de petróleo y gas temen que se les impida explotarlos; otros, a favor de la resolución, se muestran cautelosos, argumentando que ya se acordó en la COP28 y que sería peligroso reabrirlo. Muchas voces temen que, si no se avanza en este punto, con un plan para lograrlo, aquel acuerdo queda en promesa vacía.

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El príncipe Abdulaziz bin Salman (segundo por la derecha), ministro de Energía de Arabia Saudita, habla con Liu Zhenmin, primer delegado de China, en la cumbre de Bakú

Sean Gallup / Getty

5 ¿Y ante los desastres del clima, en qué otras direcciones pueden actuar los países?

La ONU detecta graves carencias en los planes de adaptación al cambio climático que presentan los países y en los que no se evalúa el éxito de las soluciones adoptadas. Y en Belém los países deben ponerse de acuerdo sobre cómo definir los indicadores de adaptación que ayudarán a acelerar su aplicación y a evitar las malas prácticas de adaptación.Por otra parte, aunque reducir las emisiones de CO2 es difícil, disminuir las de metano, el segundo gas de efecto invernadero, es otra gran opción para mitigar el calentamiento. Aproximadamente, un tercio del calentamiento global de los últimos años podría deberse al aumento de los niveles de metano. Cada molécula tiene un potencial de calentamiento unas 80 veces mayor que el del dióxido de carbono. Esto significa que reducir el metano podría ser de gran ayudar para afrontar la emergencia que el planeta necesita urgentemente para controlar las temperaturas.

¿Cómo se puede actuar? Deteniendo la emisión o quema de metano en las instalaciones de producción de petróleo y gas, evitado las fugas de pozos de petróleo y gas y minas de carbón, o capturando y utilizando el metano generado en los vertederos. La agricultura o la ganadería son otros focos de metano y de calentamiento global.

La combustión de hidrocarburos y la mala gestión de residuos son fuentes de emisiones de gases como el dióxido de carbono y el metano  .

La combustión de hidrocarburos y la mala gestión de residuos son fuentes de emisiones de gases como el dióxido de carbono y el metano .

Mehmet BAYSAN / iStock
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6 ¿Qué hará EE.UU. si ha prometido retirarse del Acuerdo de París?

Trump Ha anunciado que se retirará del Acuerdo de París, proceso que culminará en febrero del año próximo. Su Administración estará representada por funcionarios de bajo perfil. Trump declaró ante la Asamblea General de la ONU que la crisis climática era “el mayor engaño”. Su trabajo de zapa ya lo hizo al lograr hace unas semanas que la Organización Marítima Internacional frenara la implantación de un impuesto al CO2 del transporte marítimo y un pacto para reducir sus emisiones. Los petroestados se sentirán muy arropados con esta ausencia. Trump eliminó los incentivos para las energías renovables, paralizó grandes proyectos en este campo, abrió nuevos territorios a la perforación de petróleo y gas e impulsó la industria del carbón. La contribución determinada a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos se presentó durante la presidencia de Biden, pero fue en gran medida un gesto simbólico. Si bien el mundo puede seguir adelante sin Estados Unidos, y aunque muchos estados, ciudades y empresas dentro de Estados Unidos también se han comprometido a continuar con sus propios planos climáticos, las acciones del presidente de la mayor economía del mundo inevitablemente tienen repercusiones de gran alcance. Trump ha señalado en numerosos foros que rechaza el consenso internacional sobre el multilateralismo: la idea de que los problemas globales deben resolverse mediante la colaboración entre las naciones en un espíritu de cooperación, respeto mutuo y el estado de derecho.

Donald Trump, ayer en el despacho oval durante un acto para anunciar un acuerdo sobre precios con dos empresas farmacéuticas

Donald Trump,  en el despacho oval durante un acto para anunciar un acuerdo sobre precios con dos empresas farmacéuticas

Jonathan Ernst / Reuters

✚ 7 ¿Qué papel se espera que tenga China?

China se ha mostrado activa ante la cumbre de Belém y ha comunicado que, por primera vez, ha decido reducir las emisiones solo entre un 7% y un 10% para 2035 con relación al pico máximo de gases que alcance esta década. Esta cantidad está muy lejos del 30% que los expertos consideran necesario; pero el consuelo es que China tiene un largo historial de prometer menos de lo que al final acaba ofreciendo en sus resultados. Las renovables avanzan a pasos agigantados y representan más de la mitad de la capacidad de generación del país y más de un tercio de su consumo energético.

8 ¿Y qué se espera de India?

Pondrá todo el énfasis en pedir que el Norte Global pague por su responsabilidad histórica en el calentamiento con el argumento de que sus emisiones per cápita son muy inferiores a la media mundial, mientras se resiste a abandonar el carbón dadas sus necesidades.

HANDOUT - 06 November 2025, Brazil, Belem: Brazilian President Luiz Inacio Lula da Silva delivers a speech during a plenary session at the UN Climate Change Conference COP30 in Belem. Photo: Rafa Neddermeyer/COP30 Brasil Amazônia/dpa - ATTENTION: editorial use only and only if the credit mentioned above is referenced in full

Luiz Inacio Lula da Silva, en el plenario de la cumbre de líderes del pasado jueves

Rafa Neddermeyer/COP30 Brasil Am / DPA / Europa Press

9 ¿Qué busca Lula da Silva?, ¿cómo se protegerán los bosques?

El presidente brasileño, Inacio Lula da Silva, es activo promotor del Fondo Bosques Tropicales para Siempre, diseñado para captar fondos del sector privado y de los mercados financieros, con el fin de invertirlos en proyectos que ayuden a los gobiernos y las comunidades locales a preservar sus bosques existentes, en lugar de explotarlos para obtener beneficios a corto plazo (Brasil, Colombia, Indonesia y la República Democrática del Congo sobre todo)

Lula espera recaudar 25.000 millones de dólares de financiación inicial, que se utilizarán para crear un fondo de 125.000 millones de dólares (108.000 millones de euros). Sin embargo, el proyecto se ha topado con dificultades. Es probable que Alemania aporte 1.000 millones de euros, y Noruega respalda el fondo con una cantidad similar. Pero Estados Unidos no contribuirá ahora bajo la presidencia de Donald Trump, y el Reino Unido decepcionó a los anfitriones al negarse a aportar fondos en esta etapa, a pesar de haber sido uno de los actores clave en las primeras fases del diseño del fondo. Otras alternativas, como compromisos de protección que generen créditos de certificados de reducción de emisiones comercializables en los mercados de carbono, han resultado problemáticas hasta ahora. Los bosques están expuestos a altos riesgo de explotación insostenible, talas forestales, roturas para crear haciendas ganaderas y conversión de suelos para abrir plantaciones de soja o palma aceitera.  Aunque Brasil ha frenado la deforestación, mantiene ambiciosos planes para la expansión petrolera en la región marítima frente al litoral amazónico.

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10 ¿Y qué dicen las oenegés?

Reiterarán sus llamamientos a una mayor ambición (mitigación, financiación...) y a tomar e consideración de las poblaciones indígenas. Presionarán para que la UE eleve sus objetivos (un recorte de emisiones de entre el 66,25% y el 72,5% en 2035 respecto a 1990) o los cumpla sin “agujeros legales”. Oenegés como SEO/BirdLife reclaman compromisos para que la conservación y la restauración de la naturaleza sea reconocida como “el mejor aliado frente a la emergencia climática”, en palabras de David Howell, su experto en energía y clima.

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