Miquel Àngel Bergés, director general de Mercolleida, la lonja de referencia del mercado porcino en España, asegura que los grandes países productores de cerdo eran conscientes de que, si la Peste Porcina Africana (PPA) llegaba España, el problema sería europeo. Cree que la enfermedad acelerará la reestructuración del sector.
El alcance de la crisis
Desde fuera de Catalunya han de ser conscientes de que el problema afecta a todo el sector”
La peste porcina africana ¿era cuestión de tiempo?
Sí, todo el sector porcino, español y europeo, era consciente de eso. Es difícil controlar el movimiento de jabalíes en Europa, el principal vector de contagio. Y, sobre todo, los restos de alimentación, la causa de la aparición de la PPA a kilómetros de distancia de focos anteriores. Me refiero a restos de bocadillo con embutido con virus ingeridos por jabalíes. No hay riesgo para humanos, sí para cerdos y jabalíes.
¿Que previsiones hay de apertura a la exportación?
La emisión de certificados para exportar a terceros países está bloqueada en España. Hay que dar tiempo para que las empresas certifiquen su trazabilidad, y fijar y comunicar a otros países las zonas de cierre. España exporta la mitad de su producción. De la mitad, algo menos del 50% a terceros países. Potencialmente, el cierre de terceros afectaría al 25% en España y en función de regionalización, a menos. Habrá que redirigir flujos exportadores. Un país con PPA no recupera su estatus de libre hasta un año del último foco.
¿Cómo responde el mercado?
La peste porcina africana es la peor noticia que le podía llegar. Hace un par de años hubiera sido un desastre, no había acuerdos de regionalización y toda la exportación extracomunitaria hubiera quedado cerrada. Ahora la UE tiene acuerdos con Filipinas, Corea del Sur y EE.UU. Y Vietnam y Reino Unido la aceptan, aunque los británicos han cerrado fronteras temporalmente. Hace semanas España firmó un acuerdo con China. El principal mercado exterior que ha cerrado es Japón, allí va el 13% de la exportación extracomunitaria de España. Otros países clausurados son México, Ucrania, Serbia, Tailandia, Taiwán o Sudáfrica, además de América del Sur, donde quería abrir mercados para compensar el declive importador de China.
China solo cierra Barcelona.
Es una buena noticia, no cierra todo el país como hubiera sido hace un mes, pero sus doce mataderos sacrifican casi el 20% de los cerdos de España y tienen un posicionamiento exportador fuerte.
“Los mataderos deberán afrontar ahora cambios en sus estructuras comerciales”
¿Qué hace el sector para limitar el impacto?
Lo primero es saber cómo y cuándo se aplican las regionalizaciones. Lo principal es asegurar la matanza y que el matadero tenga margen para almacenar la carne mientras busca alternativas. El mercado europeo ya estaba sobreofertado porque la exportación a terceros ha sido plana este año; Brasil nos ha ganado en competitividad. Los aranceles chinos desde septiembre habían sido la puntilla: la exportación española a China cayó a la mitad ese mes.
Los precios europeos estaban bajando.
Desde el verano y especialmente en otoño, por la recuperación estacional de la oferta de cerdos, falta de impulsos en el consumo europeo y reducción de exportaciones fuera de la UE. España deberá volver a posicionarse. Hay competir en este contexto vía precios. Los grandes países europeos productores eran conscientes de que, si la PPA llegaba España, el problema iba a ser a nivel europeo. España es, con diferencia, el mayor productor y exportador de porcino de la UE. El papel de Mercolleida va a ser muy importante para ayudar a gestionar la operativa del sector. Desde fuera de Catalunya han de ser conscientes de que este problema afecta a todo el sector, porque prácticamente todos los mataderos exportan.
“Si la PPA llega a las granjas será el mayor problema que tendrá Illa después de la covid”
¿La producción tiene músculo financiero para afrontar la peste?
Venimos de unos años de buenos resultados para la producción, lo que ha llevado a una importante capitalización. Las perspectivas de costes de producción son razonablemente correctas. En el último año se han hecho fuertes inversiones en un proceso de concentración. Los mataderos deberán afrontar ahora cambios en sus estructuras comerciales. Hay que confiar en que la PPA pueda quedar circunscrita a la zona de origen.
Desde el sector se dice que si llega a las granjas será el mayor problema que tendrá Salvador Illa después de la covid.
Sin duda. El impacto en un sector tan importante como el porcino va a ser duro. No tan malo como hace un par de años. Si pensábamos que todo el sector europeo iba a afrontar en estos próximos cinco años un cambio estructural profundo, la irrupción de la PPA en España va a acelerar el proceso.
En otras pestes, tras el primer foco ha caído el precio.
En Mercolleida seguimos la evolución de cierres comerciales y las intenciones de operativa de mataderos. Los primeros focos se confirmaron el viernes, después de la lonja del jueves. Empezaremos la semana con reuniones para poder evaluar la situación. Más que el precio, lo importante es garantizar la matanza. Desde julio, el cerdo ha bajado cada semana y se ha dejado un 28%. No será un final de año tranquilo, ni aquí ni en Europa. Habrá que actuar con prudencia y evaluando, sin nerviosismo, la situación cada semana.


