Una cirugía estética en Turquía casi le cuesta la vida: “No vale la pena arriesgarse por unos euros”

Turismo estético 'low cost'

Mariam se sometió a una doble operación que le provocó una sepsis, dejándola una semana en coma y varias más ingresada en la UCI

​Proliferan los paquetes promocionales de cirugía que incluyen alojamiento en hoteles de cinco estrellas, junto con comerciales que ejercen de intérpretes y captan clientas a través de TikTok

Mariam enseña las cicatrices que le quedaron tras sufrir una sepsis como consecuencia de su cirugía estética en Turquía.

Mariami enseña las cicatrices que le quedaron tras sufrir una sepsis como consecuencia de su cirugía estética en Turquía.

Miquel Gonzalez / Shooting

“Recordad que solo tengo 22 años, por favor, tened mucho cuidado”, le pidió Mariami al anestesista de un quirófano turco justo antes de quedarse dormida por la anestesia general. Pero ni lo tuvieron ni la sala estaba en las óptimas condiciones. Aquello estuvo a punto de costarle la vida.

La joven viajó a ese país hace casi tres años para someterse a dos intervenciones de cirugía estética: una lipotransferencia a glúteos (extraer grasa del abdomen para injertarla en los glúteos) y una mastopexia para aumentar y elevar su pecho. Un tipo de turismo estético que está en auge.

Se trasladó hasta Estambul el 31 de enero de 2023 y, apenas cuatro días después, el 4 de febrero, ya tenía programado el vuelo de regreso a Barcelona. Cinco días y cuatro noches para una doble intervención que se alargó ocho horas y media, de las cinco horas que le habían asegurado. 

Al llegar a España, fue intervenida de urgencia para tratar la infección y permaneció una semana en coma

Las tres horas y 35 minutos del vuelo se hicieron eternas. “Estaba muy débil, no podía andar y me tuvieron que subir al avión en silla de ruedas. No sé ni cómo volé, me dolía todo”, recuerda la joven a Guyana Guardian. Al llegar a casa, se sentía mareada y en un estado de semiinconsciencia. Tenía un shock séptico y, como ella misma describe, sentía que “me estaba muriendo por dentro”. 

La rapidez y profesionalidad del equipo de urgencias del hospital de Sant Pau fueron determinantes. “Esa misma noche me intervinieron para drenar toda la zona del abdomen afectada por la sepsis, pero acabé entrando en coma durante una semana”, recuerda. Un coma del que los médicos no estaban seguros de que saliera adelante.

Mariam viajó hace tres años a Turquía para someterse a una lipotransferencia a glúteos y a un aumento de pechos.

Mariami viajó hace tres años a Turquía para someterse a una lipotransferencia a glúteos y a un aumento de pechos.

Miquel Gonzalez / Shooting

Al despertar, Mariami requirió de una segunda operación de urgencia, esta vez en los glúteos. “Tenemos que operarte de inmediato, porque podrías morir o la sepsis podría llegar a la columna y dejarte inválida”, recuerda que le dijeron. Afortunadamente, todo salió bien y hoy puede contarlo.

Las secuelas que le quedaron son físicas. Tiene varias cicatrices. Además de una profunda depresión en la que cayó tras salir del hospital después de un mes: “He tenido que hacer mucha terapia para aceptarme. Ahora estoy mejor que nunca y, por el momento, no quiero hacerme ningún retoque. No voy a volver a poner en riesgo mi salud, que es lo primero”. Y advierte: “No somos conscientes de todas las jóvenes que están viajando a Turquía para operarse”.

Vemos desde una complicación menor hasta abdómenes destrozados o prótesis infectadas

Staff WriterVicepresidenta de la SCCPRE

Turquía (56%) y Colombia (41%) son los destinos preferidos del turismo estético low cost, según una encuesta reciente realizada por la Societat Catalana de Cirurgia Plàstica Reparadora i Estètica (SCCPRE). Es habitual que muchos pacientes se encuentren con complicaciones a su regreso. A menudo se abren las heridas o hay infecciones y acuden a urgencias. De hecho, casi el 70% de los profesionales ha atendido en la sanidad pública urgencias derivadas de este tipo de turismo estético. “Vemos desde una complicación menor fácil de resolver hasta abdómenes destrozados o prótesis infectadas”, advierte Anna López Ojeda, vicepresidenta de la SCCPRE. 

Lee también

El turismo estético 'low cost' triplica las complicaciones graves y aumenta las urgencias hospitalarias

Cristina Oriol Val
En más de la mitad de los casos atendidos en urgencias, los pacientes han requerido ingresos superiores a 24-48 horas y hasta nuevas cirugías.

Además, la SCCPRE avisa del peligro que supone viajar en avión en el contexto del turismo estético, ya que combinar vuelos largos con cirugías de más de cuatro horas puede triplicar el riesgo de sufrir una tromboembolia pulmonar o una embolia grasa, dos de las principales causas de muerte en una liposucción.

Hay comerciales que ejercen de intérpretes y captan a clientas por TikTok

La banalización de la cirugía estética y el fácil acceso a los 'packs' estéticos que circulan por Internet preocupan (y mucho) a los especialistas. De hecho, existen webs en las que puedes filtrar el tipo de intervención y clínica donde quieres operarte, como si estuvieras eligiendo el hotel de tus próximas vacaciones. “Ofrecen cuatro noches en un hotel de cinco estrellas, traslado VIP completo, intérprete en la clínica y seguro de viaje. Pero no sabes ni quién te va a operar ni en qué condiciones”, denuncia López Ojeda. Además, es común encontrar 'packs' con ofertas para dos personas, es decir, para hacerte una liposucción con un amigo o un aumento de pecho con tu vecina. 

Algunos de los packs promocionales que ofertan webs de cirugía estética en Turquía

Algunos de los 'packs' promocionales que ofertan webs de cirugía estética en Turquía.

Además, muchas clínicas cuentan con comerciales que hablan tanto español como el idioma del país de origen y que, a través de TikTok, promocionan las supuestas ventajas de operarse allí. Un negocio redondo que reúne miles de comentarios de usuarios interesados en esas intervenciones. 

En el caso de Mariami, su interés por una clínica en Turquía surgió después de ver el perfil de una cirujana turca. “Comparé varias opciones y su trabajo fue el que más me convenció”, dice la joven. Hoy, con más información y madurez, reconoce que no volvería a hacerlo.

Llegué a la clínica a las siete y media y, una hora después, ya estaba entrando en quirófano

Staff Writer24 años

Tras ponerse en contacto, fue una asesora quien respondió a todas sus dudas y le detalló el coste de la intervención. “Unos meses antes le envié fotos y vídeos para que se los mostrara a la cirujana, y fue entonces cuando me dijeron que, por un poco más, podían hacerme también una mastopexia porque, según ellas, tenía el pecho ‘bastante caído’”, explica. El precio total de ambas intervenciones ascendió a 5.800 euros, sin contar los vuelos (el suyo y el de la amiga que la acompañó para apoyarla), que elevaron el gasto final a casi 7.000 euros.

“Solo vi a mi cirujana el día de la operación, cuando me dibujó y me explicó lo que iba a hacerme. Pero ni siquiera podía comunicarse conmigo en inglés y la intérprete tampoco estaba allí para traducir”, relata. Apenas volvió a ver a la intérprete, salvo cuando le entregaron los resultados de la analítica y el cardiograma que le hicieron apenas una hora antes de la operación. Acto seguido, firmó un documento y pagó el importe restante de la intervención (había abonado 500 euros antes del viaje). “Llegué a la clínica a las siete y media y, una hora después, ya estaba entrando en quirófano. No salí hasta las cinco de la tarde”.

El cirujano plástico Francesc Mora hace el seguimiento a Mariami en la clínica privada.

El cirujano plástico Francesc Mora hace el seguimiento a Mariami en la clínica privada.

Miquel Gonzalez / Shooting

En más de la mitad de los casos detectados por los cirujanos plásticos en Catalunya entre pacientes atendidos en la pública, ha sido necesario un ingreso superior a 24–48 horas e incluso realizar nuevas cirugías. “No solo es un problema por el consumo de recursos, sino que además hay microorganismos que aquí son menos frecuentes y que podrían convertirse en endémicos en España”. Una vez el proceso agudo se ha tratado, la sanidad pública no puede asumir la parte estética, por lo que al paciente se le recomienda un cirujano plástico privado que le pueda hacer el seguimiento.

Así fue como Mariami, tras recuperarse a nivel psicológico, decidió ponerse en contacto hace poco con el cirujano plástico Francesc Mora, miembro de la SCCPRE y que ejerce en la clínica Egos de Barcelona: “Hablamos de la posibilidad de colocar una prótesis de glúteo para mejorar su contorno, pero el volumen que ella quería suponía un riesgo innecesario, dado que ya había sufrido complicaciones previas. Aunque la seguridad al 100% no existe en los procedimientos médicos, siempre buscamos minimizar posibles riesgos y complicaciones”, asegura a este diario el cirujano, quien le ha recomendado ácido hialurónico para acercarse al volumen que la paciente desea. La joven quiere ahora eliminar las cicatrices que le recuerdan ese trágico proceso que vivió.

Lee también

La mitad de las cirugías estéticas no son realizadas por especialistas

Antoni López Tovar
Cirugía estética

Mariam espera que, con su testimonio, quienes se sienten atraídos por este tipo de procedimientos baratos en el extranjero, especialmente los jóvenes, no cometan los mismos errores que ella. “No vale la pena ir a Turquía para ahorrarte dos o tres mil euros. Son unos carniceros, juegan con la salud y la vida de los demás”.

Cargando siguiente contenido...