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Las víctimas de violencia sexual esperan más de tres meses para iniciar la atención en Barcelona

Informe Sindicatura de Greuges

​El aumento de las denuncias no ha ido acompañado de un refuerzo de personal ni presupuestario, saturando los servicios asistenciales, según alerta un informe de la Sindicatura de Greuges de la ciudad

Las víctimas tardan una media de tres años en acudir a un servicio.

Europa Press

En los últimos años, se ha registrado un aumento de las denuncias y de la visibilización de situaciones de violencia sexual, tal como reflejan los balances más recientes de delitos elaborados por los Mossos y los datos de atención sanitaria en servicios especializados. Este incremento ha saturado la capacidad de respuesta de los servicios de atención a las víctimas, así se desprende del último informe publicado este martes por la Sindicatura de Greuges de Barcelona, que analiza los servicios de atención de la ciudad y las vías para llegar a ellos.

Las víctimas esperan una media de 3,3 meses desde el primer contacto hasta el inicio de la intervención. “El tiempo desde la primera atención al inicio del tratamiento es excesivo, aumentando así el riesgo de abandono”, ha señalado David Bondic, síndic de Greuges de Barcelona. Bondia ha lamentado que, a pesar del incremento de las denuncias, no lo ha hecho la dotación presupuestaria ni de personal.

Las víctimas tardan una media de tres años en acudir a un servicio 

El informe de la Sindicatura, en el que han participado más de un centenar de profesionales que trabajan en servicios sanitarios, sociales y entidades autogestionadas, refleja que la mayoría de las personas atendidas no han vivido la violencia sexual recientemente. De hecho, las víctimas tardan una media de tres años hasta llegar a algún tipo de servicio.

“Estas violencias presentan, en muchas ocasiones, características más graves debido a que se trata de victimizaciones en la infancia, traumas complejos o violencia intrafamiliar, con el estigma que comporta y la dificultad de denunciar si no existe acompañamiento”, ha señalado Bondia durante la rueda de prensa. A pesar de todo, “no existe ningún servicio especializado a las violencias sexuales no recientes”.

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Según el informe, las víctimas de violencia sexual tardan de media un año y dos meses en acceder a los recursos sanitarios, tres años y cuatro meses para los servicios sociales, y hasta siete años y tres meses para las entidades especializadas. “Los recursos sanitarios suelen recibir casos más urgentes o con necesidad de atención inmediata, mientras que al resto de recursos se accede más tarde”, indica el informe. El hospital Clínic, para mayores de 16 años, y la Vall d'Hebron, para menores, son los centros de referencia para casos recientes de violencia sexual, aunque también llevan a cabo un acompañamiento integral durante un año en casos menos recientes.

No obstante, la falta de un circuito claro puede dar lugar a “victimizaciones secundarias”, ya que tal y como ha constatado la Sindicatura las víctimas visitan de media 2,17 servicios y, en algunos casos, hasta diez. 

Muestra de la consulta del Equipo EMMA del hospital Vall d'Hebron para el tratamiento de la Violencia y Violencia Sexual contra la Infancia y la Adolescencia, en una imagen de archivo.

Joan Mateu Parra / Shooting / Colaboradores

Otro problema que se ha detectado son las acogidas en los recursos residenciales de urgencia que, a menudo, se alargan y se llegan a quintuplicar las estancias máximas recomendadas. En este sentido, se ha identificado una falta de recursos residenciales para mujeres con adicciones o problemas de salud mental grave, entre otros.

Rotación y agotamiento profesional

El estudio también pone el foco en las condiciones de trabajo de los equipos profesionales, que califican de “mejorables”. En la mayoría de servicios de tipos social, los equipos cambian cada año o menos. “A pesar de haber aumentado las personas atendidas, no lo ha hecho el personal, afectando en la calidad del servicio y en la carga de trabajo”, ha señalado Bondia.

Además, las trabajadoras destacan el impacto emocional de sus intervenciones y presentan agotamiento profesional (burnout), que no viene acompañado de espacios de autocura ni de formación especializada en muchas ocasiones. De hecho, la mayor parte de los equipos profesionales de las entidades (86%) indican que no disponen de espacios de formación dentro del horario laboral.

Mejorar los circuitos de atención

La Sindicatura propone al Ayuntamiento de Barcelona propone una serie de recomendaciones para mejorar la atención a las víctimas de violencia sexual, empezando por acordar una definición clara y compartida de las violencias sexuales y definir el circuito de atención a las violencias sexuales, también las que han ocurrido hace años. 

Asimismo, plantea la creación y difusión de un mapa actualizado de recursos accesible a toda la ciudadanía, junto con la actualización de las guías de buen trato de los distritos y el refuerzo de los equipos técnicos, lo que requiere una mayor dotación presupuestaria y de personal, así como recursos residenciales tanto de urgencia como de larga estancia y servicios adaptados a colectivos con necesidades específicas. 

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Todo esto sin obviar la importancia de unificar y sistematizar la recogida de datos para conocer con mayor precisión los tiempos de espera, las desvinculaciones y sus motivos, y para evitar nuevas situaciones de revictimización. Del mismo modo, señala la necesidad de mejorar las condiciones laborales de los equipos profesionales.

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