La Inteligencia Artificial (IA) ya forma parte de nuestro día a día, en móviles, videojuegos y redes sociales. En la escuela, puede ser una gran aliada si se usa bien, ya que puede servir para que el aprendizaje sea más personalizado, inclusivo y efectivo.
En primer lugar, la IA permite a los profesores ahorrar tiempo en tareas repetitivas, corregir ejercicios rápidamente y obtener información sobre el progreso de cada alumno. Así, pueden dedicar más atención a explicar mejor, motivar a sus estudiantes y reorganizar su manera de enseñar.
Además, la IA permite crear rutas de aprendizaje adaptadas a cada persona, algo útil tanto para quienes necesitan más apoyo como para quienes avanzan más rápido, y facilita que la enseñanza responda a las necesidades individuales de los alumnos.
La IA también potencia la creatividad en clase: ayuda a generar ideas, crear materiales más atractivos y hacer las lecciones más dinámicas. Al reducir el tiempo dedicado a tareas mecánicas, los docentes tienen más espacio para centrarse en sus alumnos y mejorar la calidad de la enseñanza.
Dispositivos adaptados
Para aprovechar estas herramientas, los dispositivos usados en clase deben estar preparados para la IA, gestionando bien el rendimiento y la batería, y ofreciendo aplicaciones rápidas y adaptadas a cada usuario.
También deben incluir funciones de accesibilidad, lo que hace que el aprendizaje sea más inclusivo y permita apoyar a estudiantes con barreras de idioma o aprendizaje.
Prepararse para el futuro
Aprender sobre IA es una habilidad básica para el futuro. Es importante que los estudiantes comprendan cómo funciona, cómo usarla de forma responsable y cómo pensar de manera crítica sobre ella.
Existen herramientas gratuitas que permiten probar la IA en el aula. Por ejemplo, Microsoft Copilot facilita la creación de contenidos y la búsqueda de información; Learning Accelerators, como Reading Coach o Speaker Coach, ayudan a mejorar la lectura y la expresión oral; Google Classroom y Assignments simplifican la gestión y corrección de tareas; y Google Lens y Translate apoyan la accesibilidad y el aprendizaje de idiomas.
La IA no debe sustituir a los profesores, pero puede ser una gran ayuda para hacer las clases más dinámicas, personalizadas y eficientes, y permitir que los docentes dediquen más tiempo a lo que realmente importa: acompañar y motivar a sus alumnos.
Descubre más sobre Acer for Education aquí.
