Álvaro Pombo, emocionado, frágil y en silla de ruedas, ha recibido este miércoles de manos del Rey el premio Cervantes en la ceremonia que ha tenido lugar en el paraninfo de la universidad de Alcalá de Henares. El escritor cántabro, de 85 años, de quien Felipe VI ha elogiado su “interés por la bondad y por la verdad”, ha cedido sus palabras a su colaborador Mario Crespo quien ha sido el encargado de leer el discurso, que ha versado, precisamente sobre la fragilidad.
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