Caminar de forma continua durante periodos más prolongados es más beneficioso para la salud cardiovascular que caminar el mismo número de pasos en períodos más cortos y esporádicos, para las personas físicamente poco activas.
Esa es la conclusión de un estudio liderado por expertos de la Universidad de Sidney (Australia) y la Universidad Europea (España), y publicado en la revista 'Annals of International Medicine'.
Existe la percepción de que los profesionales de la salud recomiendan caminar 10.000 pasos al día como objetivo, pero esto no es necesario
La investigación se centra en personas que dan menos de 8.000 pasos al día. Quienes acumulan la mayor parte de ellos en una o dos caminatas tienen un menor riesgo de mortalidad y de episodios cardiovasculares (como un ataque cardíaco o un derrame cerebral) en comparación con quienes dan sus pasos en periodos muy cortos.
“Para las personas más inactivas, cambiar de caminatas breves aquí y allá a caminatas continuas más largas puede traer algunos beneficios para la salud”, sentencia Matthew Ahmadi, miembro del Centro Charles Perkins de la Universidad de Sidney.
Ahmadi resume: “Existe la percepción de que los profesionales de la salud recomiendan caminar 10.000 pasos al día como objetivo, pero esto no es necesario. Simplemente, añadir una o dos caminatas más largas al día, cada una de al menos 10 a 15 minutos a un ritmo cómodo pero constante, puede tener beneficios significativos, especialmente para las personas que no caminan mucho”.
Estudio amplio
Más de 33.500 adultos de entre 40 y 79 años
Un grupo de personas adultas realiza estiramientos antes de una caminata
El estudio analizó a 33.560 adultos de entre 40 y 79 años que caminaban menos de 8.000 pasos al día y no tenían enfermedades cardiovasculares ni cáncer al inicio del análisis. Los participantes llevaron una pulsera de investigación durante una semana que medía no solo la cantidad de pasos que daban, sino también cómo se acumulaba su conteo.
Tras un seguimiento de la salud durante un promedio de ocho años, los investigadores descubrieron que las personas que caminaban de forma continua entre 10 y 15 minutos al día tenían un 4% de probabilidades de sufrir un episodio cardiovascular, como un infarto o un derrame cerebral. En cambio, ese riesgo se elevaba a un 13% entre quienes andaban solo cinco minutos diarios continuamente.
Los beneficios para la salud de caminar con regularidad fueron más pronunciados entre las personas menos activas, . Por ejemplo, aquellas que daban 5.000 pasos al día o menos. En este grupo, el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares se redujo a la mitad: de un 15 % para quienes andaban hasta cinco minutos al día a un 7% para quienes caminaban hasta 15 minutos diarios.
Pequeños cambios
Más tiempo o mejor ritmo
Entre el grupo más sedentario (como mucho 5.000 pasos al día), el riesgo de muerte disminuyó de un 5% para quienes caminaban en intervalos de cinco minutos durante el día, a menos de un 1% entre quienes andaban hasta 15 minutos diarios.
“Tendemos a poner todo el énfasis en el número de pasos o la cantidad total de caminata, pero descuidamos el papel crucial de los patrones, por ejemplo, 'cómo' se camina”, según Emmanuel Stamatakis, líder de actividad física en el Charles Perkins Centre, de la Universidad de Sidney.
Stamatakis reitera: “Este estudio demuestra que incluso las personas muy inactivas físicamente pueden maximizar los beneficios para su salud cardiovascular modificando sus patrones de caminata para caminar durante más tiempo, idealmente al menos 10-15 minutos, cuando sea posible”.
Desde la Universidad Europea, Borja del Pozo, concluye: “Nuestra investigación demuestra que pequeños cambios pueden marcar la diferencia en la salud. Si ya caminas poco, dedica tiempo a caminar con más frecuencia y durante más tiempo. Estos pequeños cambios pueden tener un gran impacto”.



