Padres maduros e hijos ya adultos: ¿cómo establecer los límites en la ayuda paterna?
News Correspondent
Ser padre es posiblemente, el trabajo más difícil al que se puede enfrentar el ser humano. No viene con manual de instrucciones, cada hijo es único y la relación entre cada padre e hijo es muy distinta. Sin embargo, cuando los hijos alcanzan la adultez, los padres pueden tener dificultades para ejercer como tal o establecer límites saludables. Es más, los profesionales alertan que estar demasiado involucrado emocionalmente con tu hijo adulto puede llegar a suponer un problema. A continuación, te mostramos esas señales que determinan que hay una implicación emocional excesiva con tu hijo.
Señales de involucración emocional excesiva con tu hijo adulto
El portal especializado Psychology Today señala diversas acciones que deberían servir como advertencia para los padres.
Sentirse responsable de la felicidad del hijo
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Muchos padres sienten son los responsables directos de la felicidad de su hijo. Según Psychology Today, “cuando los padres asumen el papel de “solucionadores” en la vida de sus hijos adultos, a menudo sienten que son responsables de la felicidad de sus hijos.”. En otras palabras, generar esa dependencia emocional puede impedir que tu hijo adulto resuelva por sí mismo sus problemas emocionales.
Preocuparse por el futuro de tu hijo desde su estabilidad financiera o laboral hasta sus relaciones sociales o personales. Interferir en el futuro de tu hijo puede generarle resentimiento. Tal y como se menciona en Psychology Today, esta preocupación excesiva puede “llevar a una falta de separación emocional, donde la ansiedad de los padres se enreda con los desafíos del hijo”.
Descuidar tus necesidades emocionales
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Como padre si estás descuidando tus necesidades o bienestar emocional por el de tu hijo adulto debes preocuparte. ¿Por qué? Porque cuando los padres descuidan su propio bienestar transmiten un patrón al hijo poco saludable. Esto puede llevar a que los hijos adultos den prioridad a sus propias necesidades por encima de las de quienes los rodean, perpetuando este patrón en el tiempo en el resto de sus relaciones sociales.
Las relaciones personales de tu hijo, son suyas y solo suyas. Según Psychology Today, “cuando los padres se involucran demasiado en las relaciones de sus hijos adultos, inadvertidamente envían un mensaje de que el hijo no puede tomar buenas decisiones”. Es decir, como padres se debe intentar que el hijo adulto reflexione sobre ciertas decisiones sin juzgarle para que el mismo evalúe cuál es la mejor decisión.