“Ir a la naturaleza, a los parques, las playas o hacer algo placentero sin prisas” nos ayudan a rebajar la ansiedad, explica Nuria Peguera (Barcelona, 1981), experta de referencia en el campo del útero femenino desde hace más de 15 años. Ella acompaña a mujeres en distintas etapas de su vida a empoderarse y reconectar con su cuerpo, especialmente con el útero. Su proyecto se llama así: Danza Útera®. Integra danza, terapia corporal, sexualidad consciente, neurociencia y trabajo energético.
La finalidad que persigue su método es “desbloquear tensiones acumuladas en la pelvis y la zona uterina; favorecer una mejor circulación sanguínea en la zona pélvica, reduciendo la inflamación y ayudando a normalizar el ciclo menstrual; recalibrar la energía sexual y la libido; regular el sistema nervioso; reducir el bruxismo y la tensión en la mandíbula; y conectar con la ciclicidad femenina”, aclara.
El bruxismo suele estar vinculado al estrés y los nervios, y eso no se arregla con una férula. Si no trabajamos en relajar el cuerpo, el problema persiste
La terapeuta apunta que las emociones retenidas pueden afectar al estado del útero, dado que este órgano está conectado con el sistema nervioso autónomo, que regula las respuestas al estrés. “Cuando vivimos situaciones de angustia, ansiedad o traumas no procesados, el cuerpo activa un estado de alerta que genera contracción muscular, inflamación y alteraciones hormonales”, confirma.
Recomendar una férula para atender el bruxismo, ¿considera que es insuficiente? ¿Por qué?
Puede ser útil porque protege las piezas dentales y alivia parte de la tensión en la mandíbula. Sin embargo, si solo nos quedamos en esta solución, estamos tratando el síntoma sin abordar la raíz del problema. El bruxismo suele estar vinculado al estrés, los nervios acumulados y patrones inconscientes que afectan al sistema nervioso y a la musculatura. Si no trabajamos en relajar el cuerpo, reeducar el maxilar y liberar las emociones paralizadas, el problema persiste y, en algunos casos, puede agravarse. Por eso, además de la férula, es clave adoptar un enfoque más completo que incluya técnicas de relajación, respiración consciente, liberación emocional y consciencia sobre los hábitos diarios.
¿Qué problemática se puede esconder tras el bruxismo?
Sus posibles causas son: estrés y ansiedad, autoexigencia, emociones reprimidas o bloqueo en la comunicación. También la desregulación del sistema nervioso. Es decir, cuando está en modo supervivencia (hiperactivación del sistema simpático), el cuerpo mantiene un estado de tensión constante. Por otro lado, los problemas posturales o el impacto en el sistema digestivo.
¿Diría que el estrés diario puede desencadenar el bruxismo?
Sí, se trata de uno de los principales detonantes del bruxismo. Cuando el cuerpo y la mente están en un estado constante de estrés, el sistema nervioso entra en modo de alerta y busca formas de liberar esa carga acumulada. Una de ellas es a través del apretamiento y rechinamiento de los dientes, ya sea de día o durante la noche.
La menstruación se ha convertido en un peso instalado en el inconsciente colectivo, generando la creencia de que es algo doloroso y limitante
¿Qué técnicas recomendaría para soltar las tensiones del día a día?
Una técnica sencilla y accesible es la respiración consciente: respirar profundamente unos minutos. Caminar es un gran aliado, sacudir el cuerpo ligeramente a lo largo del día. La Danza Útera® es una forma muy efectiva de liberar tensiones acumuladas y mejorar el equilibrio hormonal y emocional. Masajear suavemente la mandíbula, las sienes y la base del cráneo con los dedos o una pelota pequeña puede también aliviar la tirantez acumulada en esta zona. Es importante al menos una hora antes de dormir, crear un ritual de descanso sin pantallas, respirando, leyendo o con música relajante. Dedicar al menos unos minutos al día a estar en silencio, escribir..., permite regular el estrés antes de que se somatice en el cuerpo.
Desde niñas se nos hacía ver que tener la menstruación era un engorro y eso nos ha hecho frecuentemente a valorar el tipo de planes esos días. ¿Cuál es la visión que deberíamos tener de nuestro ciclo menstrual y qué deberíamos trasmitir a las nuevas generaciones?
La menstruación se ha convertido en un peso que se ha instalado en el inconsciente colectivo, generando la creencia de que es algo doloroso y limitante, algo que llegas a interiorizar. Es fundamental recuperar la regla como un indicador de salud y un proceso cíclico natural, no como un obstáculo. Nuestro ciclo afecta y es afectado por lo que comemos, cómo gestionamos nuestras emociones y nuestro estilo de vida. Diría que falta una educación menstrual real, tanto en las escuelas como en las familias.
¿Debemos entender que algo no va bien si con la regla hay dolor?
El dolor intenso durante la menstruación no es normal. Pueden existir molestias leves, como una ligera pesadez en el bajo vientre, sensibilidad en los senos o mayor necesidad de descanso. Pero cuando hay dolor fuerte, inflamación excesiva, migrañas, fatiga extrema o síntomas que afectan la calidad de vida, es importante revisar qué está ocurriendo.
Factores como el estrés, la alimentación, la falta de descanso durante el periodo, el uso de anticonceptivos hormonales o incluso desequilibrios en la microbiota, pueden influir en el dolor menstrual. Además, pueden existir condiciones como la endometriosis o el síndrome de ovario poliquístico (SOP), los cuales requieren un enfoque más profundo.
¿Existe una relación entre la fase menstrual y el bruxismo?
Sí, ya que ambos están influenciados por el sistema nervioso, el equilibrio hormonal y la gestión del estrés. La mandíbula y el útero están conectados a través de la fascia y el sistema nervioso. Cuando hay desequilibrios en la pelvis o tensión en el útero (ya sea por inflamación, bloqueos emocionales o falta de descanso durante la menstruación) esto puede reflejarse en el maxilar, aumentando la presión y el apretamiento dental. Si una mujer no se permite el descanso necesario durante la regla o ignora su ciclicidad, se favorece la tensión mandibular.
Comenta que en los últimos años se ha percatado que existe una desconexión de la mujer de su útero, ¿puede explicárnoslo? ¿Cómo sabemos que nos está pasando y cuáles son las consecuencias?
Vivimos en una sociedad que nos empuja a un ritmo acelerado, lineal y productivo, sin permitirnos escuchar los ciclos naturales de nuestro cuerpo. Esta desconexión puede manifestarse de muchas formas: ciclos irregulares, menstruaciones dolorosas o desajustes hormonales sin una causa clara; dificultad para sentir placer o gozo en el cuerpo; sensación de bloqueo en la creatividad o en la toma de decisiones; cansancio, ansiedad o apatía sin razón aparente... Esta desunión también puede generar problemas físicos, como inflamación pélvica crónica.
¿En qué ayudan sus sesiones a mujeres que acuden para aprender a atender sus necesidades y solventar el bruxismo?
Ayudan a tratar el bruxismo desde la raíz, abordando las tensiones físicas, emocionales y nerviosas que lo generan. Más allá del alivio del bruxismo, mis sesiones permiten soltar el control, liberar emociones retenidas y recuperar una relación más fluida y placentera con el cuerpo y la energía femenina.