Cómo cultivar la interdependencia en una relación y en qué se diferencia de la codependencia

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Hay que diferenciar entre interdependencia y codependencia

Hay que diferenciar entre interdependencia y codependencia

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En el terreno de las relaciones de pareja, hablar de interdependencia no es lo mismo que hablar de codependencia, aunque a simple vista puedan parecer términos similares. Lo cierto es que esa diferencia, sutil pero importante, puede determinar si una relación es un espacio de crecimiento o una trampa emocional. Así lo explican expertas como Sharon Martin, psicoterapeuta con experiencia en relaciones afectivas, y publicaciones especializadas como Verywell Mind, que abordan el tema desde un enfoque práctico y humano.

También desde Psicología en el Bolsillo, la psicóloga María Martín advierte que, aunque las personas estamos naturalmente diseñadas para relacionarnos y depender en cierta medida del otro, esto no significa que debamos perder nuestra identidad en el proceso. La interdependencia permite sostener el vínculo desde la libertad, no desde la necesidad.

Ser interdependiente

Estar en una relación interdependiente implica tener una conexión emocional sólida sin dejar de ser uno mismo. Es decir, compartir la vida con alguien, pero seguir cuidando del mundo interior propio, sin miedo a que eso debilite la pareja. Es confiar, apoyarse y sentirse cerca, sin tener que renunciar a lo que se es fuera del vínculo.

Desde Verywell Mind subrayan que este tipo de vínculo se construye a partir de la vulnerabilidad, la escucha mutua y la capacidad de mantener intereses propios. Y eso no es fácil, sobre todo en un mundo que a menudo glorifica la independencia extrema o, por el contrario, el romanticismo que lo da todo sin medida. El reto está en equilibrar ambas cosas: saber estar solo sin sentirse vacío y saber estar con el otro sin perderse.

La base está en conocerse a fondo, en tener claras las propias necesidades y valores antes de entrar en una relación. Lo que recomiendan tanto Sharon Martin como otros profesionales consultados por Verywell Mind es sencillo, pero requiere práctica: mantener vínculos fuera de la pareja, dedicar tiempo a intereses personales, no tener miedo de pedir lo que se necesita ni de decir “no” cuando sea necesario.

Estar en una relación codependiente

La codependencia, en cambio, surge cuando el bienestar emocional se deposita por completo en la otra persona. Según la psicóloga María Martín, en estas relaciones suele haber patrones de control, necesidad constante de aprobación y, muchas veces, una sensación de culpa o ansiedad si la pareja se aleja.

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Uno de los problemas más comunes en estos vínculos es que la persona termina definiéndose a través del otro. Y esto puede derivar en dinámicas dañinas, dificultad para poner límites o una sensación constante de miedo de no molestar a la otra persona. En lugar de crecer, la pareja se estanca. Una relación sana no debería dar miedo, debería dar paz. Porque cuando dos personas se eligen desde la autonomía, no hay presión por completar al otro, sólo ganas de acompañarlo.

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