Las claves para que una nevera resista mejor los apagones

Cero energético

No todo es la calidad del aparato: así ayudas a que tu nevera y congelador enfríen mejor

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Cabe esperar que un apagón como el del pasado lunes 28 no se repita nunca. Pero últimamente los acontecimientos históricos y únicos se suceden con demasiada frecuencia, así que seguro que más de uno ha empezado a pensar en estar mejor preparado para este tipo de sucesos. Tampoco se trata de tener lista una mochila de supervivencia, pero además de comprar una radio, pilas y alguna que otra vela, no estaría demás revisar los electrodomésticos de casa. Lo de la cocina de inducción en vez de gas tiene difícil arreglo –o al menos barato– pero sí que es posible optimizar nuestra nevera para que resista mucho mejor unas cuantas horas sin luz.

No todos los frigoríficos son iguales. Parece una obviedad, pero seguramente es algo que se olvida hasta que ocurre algo como este gran apagón o toca renovar la nevera y enfrentarse a la inmensa gama y variedad de precios del mercado. Si es el caso, cuando toco apostar por un modelo nuevo desde la compañía Haier nos animan a fijarnos en dos valores que rara vez se tienen en cuenta en la hoja de especificaciones.

“Ante un corte de suministro, la autonomía mínima ideal tiene que estar por encima de las 10 horas”, explica Leonardo Borregas, responsable de negocio de frío en Haier Smarthome Iberia. Todos los de su marca cumplen este requisito e incluso uno de los más vendidos –señala– llega a esas 20 horas de frío autónomo. En el caso del congelador, “es fundamental que tras recuperar la energía tenga una gran capacidad de congelación durante las primeras 24 horas, idealmente por encima de los 10 kilos”, señala.

Así enfría mejor

La clave está en no sobrecargar la nevera y en llenar el congelador, incluso con hielo, para mantener la temperatura

Esa capacidad de mantener el frío dependerá, claro, de muchos factores. Ademas de la calidad del aparato, es clave si está o no muy lleno. La circulación del aire en el interior en básica para que funcione de forma óptima, así que hay que evitar las acumulaciones dentro de la nevera. En el caso del congelador ocurre todo lo contrario, porque cuanto los productos congelados ayudan a mantener baja la temperatura. De hecho, “es buena idea comprar hielo para ayudar a conservar la temperatura”, recomienda Beatriz Robles, experta en seguridad alimentaria.

Otra cosa será, visto lo del otro día, que queden hielos en el supermercado. En su libro “Come seguro comiendo de todo”, Robles tiene un apartado dedicado específicamente a los cortes de luz y las neveras. “Si la temperatura programada era adecuada (recuerda: un máximo de 4 °C en refrigeración y -18 °C en congelación), manteniendo las puertas cerradas, la temperatura se mantiene hasta cuatro horas en el frigo y veinticuatro horas en el congelador”, señala.

Así que, da igual si la nevera es nueva o ya tiene unos años, es momento de revisar que la temperatura sea la correcta en nevera y congelador. ¿Y por qué esos cuatro grados? Muy sencillo, porque a partido 5 grados algunos alimentos frescos como la leche, la carne, el pescado o los restos de comida de los tuppers dejan de ser seguro para su consumo.

Los huevos se tienen que guardar en la nevera, pero no se deberían de echar a perder con la pérdida de frío por el corte de luz.

Los huevos se tienen que guardar en la nevera, pero no se deberían de echar a perder con la pérdida de frío por el corte de luz

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De ahí que el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, haya recordado en un mensaje a través de sus redes sociales que en este caso es mejor desecharlos o revisar su estado. En el caso de productos congelados, el corte de luz no fue suficientemente largo como para provocar problemas –si la temperatura era correcta y no nos pasamos las horas del apagón abriendo y cerrando la puerta– pero sí es importante ver si algún alimento ha comenzado a descongelarse y en ese caso pasarlo a la nevera y consumirlo lo antes posible y, siempre, evitar volver a congelar lo descongelado.

Que hay que abrir la puerta lo menos posible es una de esas obviedades repetidas cada verano y que estos días ha sonado mucho. Menos obvio pero muy importante es el mantenimiento del cierre y las gomas de las neveras y congeladores. Se trata de una pieza relativamente barata y fácil de cambiar y que puede ser crucial en la vida útil de una nevera y su capacidad para enfriar.

Limpiar las juntas de estas gomas debería ser parte del mantenimiento habitual. También revisar si están muy duras, lo que afectaría al cierre hermético del aparato. En ese caso, aplicar calor con un secador de pelo puede ser un buen remedio casero. También se suele recomendar hidratar de vez en cuando estas gomas con silicona para alargar su vida útil y que estén en perfecto estado.

La puerta, las gomas y el orden

Tres detalles que aseguran el cierre hermético de tu nevera

El orden también es otro elemento importante a la hora de optimizar la temperatura de la nevera y, por tanto, evitar que suba rápidamente. A estas alturas ya debería ser de sobra sabido, pero nunca está de más recordar que poner alimentos tan sensibles como los huevos o la leche en la puerta de la nevera es una muy mala idea. Por mucho que los fabricantes parezcan diseñar los aparatos para esta distribución.

Como recuerda Robles en su libro, no siempre es recomendable usar los compartimentos de una nevera para lo que indica el fabricante. Sobre todo, si reserva la parte más baja para algo que no sea la carne y el pescado, que necesita la temperatura más baja y estable que se consigue justo aquí. Por tanto, por mucho que ese sea en teoría el cajón de las frutas y verduras, si no hay otro, mejor saltarse la indicación y usarlo para carne y pescado.

Es verdad que los modelos más nuevos sí suelen tenerlo en cuenta y crean espacios específicos en función de la temperatura ideal de conservación. Desde Haier, por ejemplo, reivindican un diseño multipuerta y con zonas separadas, de modo que podamos acceder a un producto afectando lo menos posible a la temperatura del resto. Algo importante en el día a día, pero mucho más en caso de quedarse sin luz.

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¿Y, más allá del contenido, puede afectar el apagón a la nevera? Desde la compañía Beko aseguran que muchos electrodomésticos de última generación ya cuentan con sistemas de autoprotección para que no les afecten las subidas y bajadas de tensión que suelen darse cuando vuelve la luz, pero tampoco es mala idea desenchufarlos -o desconectar el interruptor correspondiente del cuadro de luces- cuando ocurren estas cosas.

También recomiendan observar si, tras el apagón, cualquier aparato, neveras incluidas, muestran un funcionamiento anómalo o hacen ruidos que antes no hacían para, llegado el caso, avisar al servicio técnico. Y al seguro de hogar, nos animamos a sugerir y añadir. Suerte con eso.

 

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