Cada vez más personas se suman al veganismo: hay más recetas, más alternativas vegetales y, sobre todo, más información al alcance. Bien planificadas, las dietas veganas pueden cubrir todas las necesidades nutricionales. Sin embargo, un nuevo estudio advierte que, aunque suelen aportar suficiente proteína, no siempre garantizan los niveles adecuados de todos los aminoácidos esenciales.
Las proteínas están formadas por aminoácidos que nuestro cuerpo utiliza para la regeneración celular, la inmunidad y la construcción de masa muscular. El organismo puede sintetizar muchos de ellos, pero hay nueve que solo se obtienen a través de lo que comemos.
En un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Massey (Nueva Zelanda) y publicado en la revista PLOS One se analizaron los hábitos alimentarios de 193 personas veganas a largo plazo en Nueva Zelanda. Durante cuatro días cada participante apuntó todo lo que comía y bebía, facilitando así el análisis de su dieta real. Los investigadores, por su parte, utilizaron bases de datos nutricionales de Estados Unidos y Nueva Zelanda para calcular la ingesta de aminoácidos, considerando además la digestibilidad de los alimentos, es decir, cuánto de esa proteína realmente puede absorber y utilizar el organismo.
Como resultado, alrededor del 75% de los participantes alcanzaba la cantidad recomendada de proteína total, y considerando el peso corporal, la mayoría también cumplía con los niveles de los aminoácidos esenciales. No obstante, al considerar la digestibilidad, solo la mitad de los veganos cumplía con la lisina y la leucina. Los científicos explican que la falta de estos nutrientes puede afectar los músculos y el buen funcionamiento del cuerpo.
Los alimentos que más contribuyeron a la ingesta total de proteínas y lisina fueron las legumbres, semillas y frutos secos. El estudio insiste en que en una dieta vegana no vale solo con comer proteínas: hay que elegir bien y combinar distintos alimentos para cubrir lo que el cuerpo necesita. En el caso de los veganos, esto significa recurrir a suplementos, planificar las comidas con atención y no olvidarse de los nutrientes importantes.