Mientras los pulpos desaparecen de las costas gallegas tras meses de mortandad preocupante, en el Reino Unido se vive la situación contraria: una sorprendente sobreabundancia de estos animales está revolucionando la pesca en el Canal de la Mancha. Lo que para Galicia es una crisis ambiental y económica, para los pescadores británicos se ha convertido, al menos de momento, en una oportunidad inesperada.
En Galicia, científicos del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC) han confirmado que la causa principal de la muerte masiva de pulpos es la brusca bajada de salinidad provocada por las intensas lluvias del invierno. El exceso de agua dulce en las rías gallegas ha alterado el equilibrio natural del ecosistema y ha resultado letal para muchas especies marinas, especialmente para el pulpo común (Octopus vulgaris).
A diferencia de peces u otros animales marinos vertebrados, los pulpos no producen corticosteroides, como el cortisol, hormonas clave para enfrentar situaciones de estrés y adaptarse a cambios drásticos en su entorno, como la salinidad del agua. “Se ha comprobado que el pulpo carece de este mecanismo hormonal. No puede regular su cuerpo ante una entrada masiva de agua dulce, y eso lo deja sin capacidad de respuesta fisiológica”, explica Josep Rotllant, investigador del CSIC y responsable del estudio.
Baja salinidad y exceso de agua dulce
Los pulpos no producen las hormonas clave para poder enfrentar situaciones de estrés y adaptarse a cambios en su entorno
Mientras tanto, al otro lado del mar, en el Reino Unido, los pulpos aparecen en cantidades nunca vistas. En el Canal de la Mancha, pescadores como Neil Watson, en el puerto de Brixham (Cornualles), hablan de cifras récord: el pasado 27 de mayo, uno de sus barcos descargó 48 toneladas de pulpo, 240 veces más que el año anterior. Esta explosión de pulpos se atribuye al aumento inusual de la temperatura del mar, que ha subido hasta 2,5 ºC en mayo, alcanzando niveles no registrados desde hace más de 70 años.
La situación ha sido especialmente notable en la costa oeste de Irlanda, donde la temperatura media del agua llegó a los 15 ºC en mayo, cuando históricamente no superaba los 13 ºC en esa época. Estas condiciones están atrayendo al pulpo hacia zonas del Atlántico Norte donde antes era prácticamente inexistente.

El pulpo es un depredador voraz y se alimenta de otros moluscos
Sin embargo, esta “invasión” también preocupa. El pulpo es un depredador voraz y se alimenta de otros moluscos valiosos como vieiras y langostas. Algunos pescadores británicos ya advierten de que sus nasas llegan llenas de pulpos, pero también de conchas vacías y caparazones rotos, lo que podría afectar negativamente a otras especies comerciales.
En Reino Unido el pulpo no tiene cuota de pesca asignada, porque su captura era muy escasa hasta ahora. Eso permite pescarlo libremente, pero también plantea dudas sobre cómo gestionar esta nueva situación.