Francia ha condenado a tres personas por la trata de seres humanos en los viñedos de Champaña. La decisión se produce en pleno revuelo en esta región vinícola, situada en el noreste de Francia, donde se investiga el empleo de ucranianos durante la misma vendimia de 2023, marcada por un calor excepcional y la muerte de cuatro trabajadores.
El abogado de las víctimas -50 inmigrantes, en su mayoría indocumentados, procedentes de Malí, Mauritania, Costa de Marfil y Senegal- celebró una decisión “histórica”.
El tribunal de la ciudad de Chalons-en-Champagne ha condenado a una mujer oriunda de Kirguistán de unos cuarenta años, directora de una empresa de servicios para la viticultura llamada Anavim, a dos años de cárcel, así como a otros dos en suspenso.
El tribunal ha condenado a una mujer, directora de una empresa de servicios para la viticultura llamada Anavim
La mujer negó ser responsable de las condiciones de alojamiento y culpó a los otros dos acusados sospechosos de reclutar a los vendimiadores.
El tribunal condenó a las otras dos personas, ambos hombres de unos treinta años, a un año entre rejas, así como a dos y uno en suspenso. Los tres condenados deberán además pagar 4.000 euros (4.600 dólares) a cada víctima.
Unos vendimiadores trabajan en un viñedo para la producción de champán cerca de Pierry y Epernay, en el noreste de Francia, el 20 de septiembre de 2024
Los tres fueron declarados culpables de trata de seres humanos, definida en la legislación francesa como “reclutar, transportar, trasladar, alojar o acoger a una persona para explotarla” mediante un empleo coaccionado, abusando de una posición de autoridad, abusando de una situación de vulnerabilidad o a cambio de un pago o beneficios.
Unos 120.000 temporeros son contratados cada año para vendimiar a mano las 34.000 hectáreas de la región de Champaña con las que se elabora el emblemático vino espumoso.
En 2023 murieron cuatro vendimiadores, posiblemente a causa de una insolación tras trabajar bajo un calor abrasador

