¿Has de entender muchísimo de vino para disfrutar de una buena botella?

Vinos

El escritor de vinos y editor británico Dan Keeling presenta un libro con el que se ha propuesto romper con todos los clichés

7 vinos para celebrar la llegada de la nueva vendimia

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Borgoña de 1945 de Romanée-Conti, la última añada antes de la replantación de su viñedo 

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Lejos de la jerga inaccesible y de las catas de vinos reservadas a expertos, el escritor de vinos y editor británico Dan Keeling se ha propuesto en el libro ¿Quién teme a Romanée-Conti?’ romper los clichés del mundo del vino. Además, quiere abrir la puerta a “una experiencia cercana, apasionante y profundamente cultural”. Afirma que “el vino puede ser serio. Puede ser divino. Puede ser carísimo. Pero también puede (y debe) ser divertido, curioso y sin tonterías”.

Su autor considera que “un buen vino es algo que debe disfrutarse ya sea visitando un lugar, conociendo gente, descubriendo sinergias gastronómicas o saboreando el subidón que experimentas cuando el primer sorbo corre por tus venas”. Se anuncia como un compendio de ensayos que incluso incluye las claves para dar con un buen vino a precio asequible. También ofrece “la crónica de la cata del más inalcanzable y sagrado de los griales, el Romanée-Conti”, y repasa una amplia selección de “ambrosías excepcionales”.

Dan Keeling es del parecer que “la calidad del vino depende en gran medida del cultivo y el volumen de la producción, y a partir de ciertos rendimientos la calidad mengua cada vez más”. Al hilo comenta que los vinos elegantes suelen oscilar entre 20 y 50 hectolitros por hectárea, mientras que muchos clásicos de supermercado alcanzan los 150.

Se abordan temas como la tensión entre producción natural e industrial, la tradición frente a la modernidad, el arte de seleccionar vinos para una bodega personal y, sobre todo, “la importancia de beber con placer y sentido, más allá de tecnicismos”. Dan Keeling invita a descubrir, entre otras cuestiones, ¿qué botellas buscar y dónde comprarlas? Sobre esta segunda cuestión opina que “dado que la mayoría de los vinos de supermercado son a la autenticidad lo que los paquetes de fideos orientales precocinados a la cocina sichuanesa, la típica cadena de supermercados no es el mejor lugar para adquirir cajas para la boda de tu primogénito”. 

Viñedos de Romanée-Conti

Viñedos de Romanée-Conti 

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Y añade que “no obstante, ello no significa que los vinos más baratos carezcan de interés o estén llenos de conservantes a lo Novichok o que la mejor manera de abastecerse sea comprar a bodegas respetadas lo más cerca posible de su origen, es decir, por cajas al importador”.

El libro, que ha lanzado en España la editorial independiente barcelonesa Cinco Tintas y que se presenta en Madrid el 6 de noviembre, quiere desmitificar el vino “sin restarle magia”. La editora y propietaria de Cinco Tintas, Cristina Paricio, destaca que Dan Keeling “escribe con una combinación muy acertada de erudición, franqueza, humor y una ironía muy fresca”; y que “llevar sus textos a nuestro mercado significa abrir la puerta a una literatura vinícola enriquecedora y viva”. Cristina Paricio remarca que “es una mirada curiosa y apasionada que cautiva tanto a expertos como a aficionados”.

En declaraciones al canal Comer de La Vanguardia su autor afirma que “intentar desmitificar algo tan complejo como el vino es tan inútil como intentar descifrar el amor o la pregunta de si estamos solos en el universo. Para mí, nunca ha sido cuestión de diseccionar la magia hasta que nada quede”.

Dan Keeling dice que “existe la creencia perniciosa de que has de entender muchísimo de vino para disfrutar de una buena botella

Dan Keeling dice que “existe la creencia perniciosa de que has de entender muchísimo de vino para disfrutar de una buena botella” 

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Dan Keeling lanza también la pregunta de ¿qué necesitamos saber exactamente para disfrutar de un gran vino? para animar al lector, acto seguido, a que acepte el misterio y abra su mente a “un consumo más confiado, aventurero y placentero”.  Afirma que su libro “trata más bien de ayudar a la gente a sentirse cómoda con el misterio, para que pueda disfrutar de algo tan hermoso como una copa de manzanilla o un meursault, sin sentirse mal por no saber exactamente cómo se elabora”. 

Y añade que “el poeta Keats hablaba de algo que llamaba 'capacidad negativa'. Si eres capaz de convivir con un conocimiento parcial, sin tener que buscar constantemente orden y claridad, tienes capacidad negativa. El mundo es caótico, incierto, lleno de dudas —como el mundo del vino— y existe una especie de gracia al aceptarlo”. Invita, pues, a dejarse maravillar “sin necesidad de descifrarlo todo”. 

Brindis con manzanilla

Brindis con manzanilla 

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Si se le pregunta ¿por qué algunos vinos trascienden mientras tantos otros caen en el olvido? responde que, “por experiencia amarga, he comprobado que no son los vinos, sino botellas concretas, las que pueden trascender, mientras que otras muchas desaparecen sin pena ni gloria”. En este marco cuenta que “una leyenda como el Viña Tondonia Gran Reserva de 1964 es el resultado de miles de decisiones aparentemente insignificantes pero esenciales, tomadas por el bodeguero durante una añada extraordinaria”. Este tinto de Bodegas R. López de Heredia Viña Tondonia de Haro aún está a la venta, a 1.382 euros la botella. 

Y aclara que depende de “un sinfín de pequeños factores escondidos” el hecho de que la botella concreta que tienes sea realmente excelente. Pone como ejemplo el tapón que se utilizó, cómo se ha conservado la botella e incluso cómo te ha llegado a la mesa y cómo se ha servido.

Acaba comentando sobre la cuestión que “nunca sabes qué te encontrarás hasta que abres la botella, y eso forma parte de la emoción. Pero es necesario aceptar que los vinos con potencial para trascender son tan imprevisibles como cualquier otra cosa en la vida”. 

Dan Keeling

Dan Keeling con la versión original de su nuevo libro 

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Señala que “los grandes vinos pueden emocionar tanto como una pintura, una película o una canción, porque tienen su propia alma y su originalidad. ¿Por qué? Porque tanto el arte como el vino son el resultado del encuentro entre la intención y el azar. Los artistas guían el proceso creativo, pero por el camino ocurren cosas que no habían previsto. El enólogo pone las cosas en marcha entre el suelo, el clima, la uva, las levaduras y el tiempo... y después da un paso atrás para ver qué sale. Lo que importa no es el dominio técnico ni el análisis, sino la rendición: dejar que lo imprevisible se convierta en belleza”. 

Ello lleva a Dan Keeling a asegurar que “cuando catas un vino así, no sólo captas el gusto, sino el proceso, el tiempo, la transformación... las mismas fuerzas que dan forma a cualquier obra de arte”.

Hablar de manera lírica sobre un pinot noir cuyo precio es muy superior al sueldo anual de mucha gente puede ser tan socialmente aceptable como tatuarse una tarántula en la cara”

El escritor de vinos y editor
Dan KeelingEscritor de vinos y editor

Su autor explica que los vinos singulares con historias personales son los que dan vida a ¿Quién teme a Romanée-Conti?. La obra empieza con un flechazo, el riesling alsaciano que despertó su obsesión, de la bodega Trimbach de Ribeauvillé: “recuerdo mi sorpresa al introducir la nariz en la copa. Aquel líquido pálido, con aromas que me resultaban familiares como el petróleo y la manzana verde, me transportó al taller mecánico que tenía mi padre cuando yo era pequeño, creando una conexión directa entre la palabra riesling y esa evocación sensorial que ya había experimentado antes sin saber cómo se llamaba”.

Jerez también es protagonista del libro de Dan

Jerez también es protagonista del libro de Dan Keeling 

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Y el libro avanza a través de “la búsqueda del santo grial de los vinos de la casa buenos y baratos, pasando por qué servir a los colegas a quienes les importa un comino lo que están bebiendo, cuándo descorchar vinos jóvenes y no tan jóvenes y qué se siente al beber el susodicho Romanée-Conti, la máxima expresión de una buena botella”. También explica cómo disfrutar de una “experiencia alucinante” por mucho menos dinero.

Domaine de la Romanée-Conti, de la Borgoña, es una de las bodegas más célebres del mundo. Dan Keeling no tiene dudas de que “es un mito debido a la pureza de su pinot noir y a las 1,814 hectáreas de la finca más codiciada del planeta”. Y cuenta que “hablar de manera lírica sobre un pinot noir cuyo precio es muy superior al sueldo anual de mucha gente puede ser tan socialmente aceptable como tatuarse una tarántula en la cara”. 

Se fundó en 1869, aunque sus primeros vinos datan de 1232, cuando pertenecían a la Abadía de Saint Vivant. Por una botella de la añada de 1945, la última antes de la replantación de su viñedo, se llegaron a pagar 558.000 dólares en una subasta de Sotheby’s en Nueva York.

Sala de barricas de Domaine de la Romanée-Conti

Sala de barricas de Domaine de la Romanée-Conti 

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De la añada de 2005 Dan Keeling comenta que “es la conjunción más monumental de potencia e ingravidez que he probado”. La añada de 1995 de este vino unicornio, que cuesta unos 22.000 euros la botella, ha sido noticia recientemente por el brindis con una copa de este tinto realizado por el centrocampista del Atlético de Madrid Marcos Llorente. A propósito, en las redes sociales el futbolista explicó que “no olvido el privilegio de poder experimentar vinos así, ni la suerte de tener con quién compartirlos”.

Dan Keeling manifiesta en la introducción de su último libro que “existe la creencia perniciosa de que has de entender muchísimo de vino para disfrutar de una buena botella. Lo mismo con el sentido del gusto”. Y llega a asegurar que ello no son más que “patrañas”. Dice que “esta obra se centra en cómo te sientes al beber un buen vino y en cómo ensalzar la cultura que lo rodea, no en diatribas sobre su sabor descritas con la abstrusa jerga enológica”.

También comenta el mundo de la cata a ciegas preguntando: “¿a que el buen vino es puñetero? Y afirma que “cuanto más sabes, más te das cuenta de que hay un sinfín de complejidades que jamás llegarás a entender, y si en algún momento necesitas que te recuerden esto, como si te acosara una pandilla de sumilleres desquiciados, no hay nada como las catas a ciegas —es decir, intentar identificar un vino sin ver la etiqueta—para darle un rapapolvo a tu ego”. Llega a la conclusión, pues, que catar vinos a ciegas no es fácil.

El libro de la editorial independiente barcelonesa Cinco Tintas

El libro de la editorial independiente barcelonesa Cinco Tintas 

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Y este escritor de vinos y editor británico también ensalza al vino español, hasta el punto de comentar “cómo España ha pasado en los últimos diez años de ser proveedor de vinos potentes con sabor a roble y patrocinadores de resacas si uno no se anda con cuidado, a convertirse en el País Vinícola Más Interesante del Planeta™”. Dice que le encanta el vino español y su poder de “asombrar”. En este marco narra que “desde Canarias y la Ribera Sacra hasta la Sierra de Gredos, una nueva generación de viticultores independientes con una actitud DIY [Hazlo tú mismo / Do it yourself en inglés] ha resucitado, con variedades autóctonas, una región tras otra de viejos viñedos”. 

Y, a la vez, pone un ejemplo: “si hace diez años hubiera dicho a mis amigos que Tenerife —una isla que en Reino Unido se conocía sobre todo por los turistas borrachos— produce algunos de los vinos blancos más deliciosos que he probado, me habrían tomado por loco”.

De Jerez deja escrito que “si los vinos de Jerez consiguen encontrar el equilibrio entre su característica crianza biológica con una vuelta a la agricultura de calidad y a los embotellados específicos para cada terruño y cada añada, solo los más osados, o miopes, apostarían en contra de su futuro prometedor”. Cita desde la viticultora Paola Medina a reconocidos enólogos jerezanos como Antonio Flores (González Byass) con el Vino Pancho Romano de 1728 a Armando Guerra pasando por Willy Pérez, Ramiro Ibáñez, Eduardo Ojeda, Peter Sisseck o Alejandro Muchada.

Una uva de Clos Mogador de la DO Calificada Priorat

Una uva de Clos Mogador, de la DO Calificada Priorat 

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Y del Priorat dice que “compite con la Ribera Sacra y el valle del Mosela como el lugar más complicado en el que he visto gente cultivando uvas”. Y añade, no obstante, que “estas laderas de trabajo infernal ofrecen a las viñas una buena exposición a la luz y un buen drenaje”. Hace notar que “una vez que se han probado los vinos de productores locales como Terroir al Límit y Família Nin-Ortiz, el susodicho sufrimiento es más comprensible”. Remarca, a la vez, que se trata de una región aislada y “de gran belleza”. También cita proyectos como los de Scala Dei, Álvaro Palacios, Clos Mogador, Mas Martinet, Clos de L'Obac, Clos i Terrasses de Daphne Glorian o Celler Cecilio. 

En ‘¿Quién teme a Romanée-Conti?’ su autor explora las nuevas escuelas de Borgoña, Barolo y Champagne; y se adentra en muchas otras zonas del planeta vino como Priorat, Jerez, Tenerife, la Toscana, Loira, Córcega, Ródano o Piamonte. También presenta a algunos de los viticultores y viñedos más conocidos del mundo.

Se presenta como una obra que quiere ser un homenaje “a los vinos vivos y a las personas que los hacen posibles”. Se afirma que “con una narrativa apasionada y accesible, el autor comparte un viaje sensorial y cultural que inspira tanto a expertos como a quienes dan sus primeros pasos en este mundo”. Y se añade que este libro de 238 páginas (39,95 euros) no habla solo de vino, sino de historias, paisajes y emociones atrapadas en cada copa.

Bodegas López de Heredia Viña Tondonia. Showroom diseñado por Zaha Hadid

Dan Keeling califica como “leyenda” al riojano Viña Tondonia Gran Reserva de 1964 

Thomas Vilhelm

En definitiva, ¿Quién teme a Romanée-Conti? se anuncia como una introducción a cómo beber buen vino, “desde un humilde picpoul de Pinet hasta los grands crus de Borgoña”. Y su autor reconoce que “si algo he aprendido en los últimos 15 años es que cuanto más profundizas en este misterioso rompecabezas vinícola, más aceptas la ausencia de certezas, justo como sucede con la vida”. 

El canal Comer de La Vanguardia le ha preguntado ¿qué vino podría recomendarnos? La respuesta ha sido ésta: “el Romanée-Conti es un vino extraordinario, pero puedes encontrar tanto placer en una botella de Simon Bize Savigny-les-Beaune, otro pinot noir maravilloso cultivado a pocos kilómetros de distancia, que cuesta sólo una fracción del precio”. 

Y también le hemos pedido que nos diga ¿cuáles son los secretos para encontrar un buen vino a un precio asequible? La respuesta: “establece una relación con un buen distribuidor de vino independiente, pregunta al sumiller qué vinos le gusta beber cuando no trabaja y lee La Vanguardia y la revista Noble Rot”.

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