Durante los primeros años de vida de un bebé se va introduciendo lo que se conoce como alimentación complementaria. Una vez pasados los primeros seis meses, y siempre y cuando sea posible, se recomienda comenzar con varios alimentos, entre ellos las frutas, hortalizas, la carne o incluso el pescado, según la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Este último es muy buen alimento para darle a los niños, pues es rico en proteínas. No obstante, la agencia también ha recalcado que se debe moderar su consumo y evitar algunos tipos determinados que no deberían probar hasta más adelante. Así lo ha explicado también un pescadero experto en la materia, que ha advertido de aquellos productos que no son recomendables para los más pequeños.
Lo ha hecho en un vídeo de Instagram (@pescadosaturnino), donde ha recalcado que “no todos los pescados son seguros”. Y es que, según ha mencionado, existe un motivo para esta división entre la materia prima.
¿Por qué no todos los pescados son seguros?
Para la AEP este alimento junto con la carne, los huevos o las legumbres deben de tomarse en puré, cocinados o desmigados y en pequeños trozos para niños más mayores. Sin embargo, existen algunos pescados que es mejor no consumir debido a las propiedades que los caracterizan.
En primer lugar, el atún rojo es uno de los alimentos desaconsejados. Este, junto con la lubina muy grande o el mero, son variedades de pescados muy populares y, por supuesto, muy consumidas. Sin embargo, su alto nivel de mercurio los convierte en opciones muy poco recomendadas. “Para los niños es mejor las versiones pequeñas”, ha señalado el experto sobre los dos últimos productos.
En esta misma línea, el pez espada tampoco es una opción segura para los más pequeños. En su caso, a pesar de incluirse en muchas dietas no es recomendable para los niños debido a los metales pesados que pueden contener estos ejemplares, tal y como ha expresado el pescadero.
¿Qué alternativas seguras existen?
Además de los mencionados por el experto en la materia, la AEP también ha mencionado el pez emperador, el cazón o la tintorera, también debido a que pueden tener contaminantes en su interior que podrían resultar perjudiciales para los niños. En su lugar, el pescadero ha mencionado varias alternativas seguras.
El gallo, la merluza y el salmón son tres de los pescados más seguros para que los más pequeños vayan incorporando este alimento a su dieta. “Fáciles de comer y saludables”, ha recalcado el experto.
En definitiva, el pescado es un alimento muy importante y debe estar presente en nuestra alimentación, si bien es necesario prestar especial atención a los componentes de cada tipo, sobre todo para cuidar la salud de los más pequeños de la casa.