Descubre la historia del romesco y disfruta de su auténtico sabor mediterráneo
Recetas
Aunque su asociación más popular es con las calçotadas, el romesco es una salsa versátil y estacional, que puede acompañar desde escarolas y habas en invierno hasta berenjenas, calabacines o espárragos en verano
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Salsa romesco
La salsa romesco es uno de los grandes símbolos de nuestra cultura alimentaria. Tal y como la entendemos hoy, tiene su origen en las barcas de los pescadores como un sofrito sencillo que servía de base para platos de pescado. Ha evolucionado hasta convertirse en una elaboración imprescindible en los hogares y en las mesas festivas. Frutos secos, aceite de oliva virgen extra, vinagre y hortalizas de temporada, como el tomate y el pimiento, incorporados tras su llegada de América, se combinan en una picada que nos habla de dieta mediterránea, tradición e identidad.
Aunque su asociación más popular es con las calçotadas, el romesco es una salsa versátil y estacional, que puede acompañar desde escarolas y habas en invierno hasta berenjenas, calabacines o espárragos en verano. Una receta con un fuerte trasfondo histórico que sigue vigente como reflejo de la Dieta Mediterránea.
En este contexto, los días 1 y 2 de octubre de 2025, Tarragona acogerá el Congreso Romesco Tarragona 2025, un encuentro que quiere poner en valor el romesco como símbolo compartido y potente de nuestro patrimonio culinario. La Fundación Alícia participará junto con expertos de otras disciplinas para ofrecer una visión 360º de esta salsa tan emblemática.
Salsa romesco
Ingredientes (4 personas)
- 6 tomates
- 2 pimientos de romesco
- 1/2 cabeza de ajos
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce
- 20 g de almendras tostadas
- 20 g de avellanas tostadas
- Vinagre de vino
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta
Elaboración
1. Asar los tomates, los ajos y escaldar los pimientos. Pelar y retirar semillas de los tomates y aprovechar la pulpa de los pimientos.
2. Poner en una batidora los tomates, los ajos pelados, la pulpa de los pimientos, las almendras, las avellanas y el pimentón, junto con el jugo restante de las verduras asadas si lo hubiera.
3. Triturar todo e ir incorporando poco a poco el aceite de oliva, el vinagre, la sal y la pimienta hasta obtener una salsa homogénea.