Sobremesas que piden descanso: restaurantes de Catalunya donde merece la pena alojarse 

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Cuántas veces después de un ágape importante apetece un buen descanso. Estas son algunas de las mesas con opción de alojamiento

Romain Fornell reabre su Casa Tejada para convertirlo en un bistrot muy mediterráneo

Els casals exterior

Els Casals, la finca de los Rovira en Sagàs, donde además del restaurante hay hotel 

Els Casals

Antes, cuando se acercaban estas fechas, los adultos se regalaban objetos, ya fueran prácticos o decorativos. Unos y otros podían resultar un acierto o todo lo contrario, e incluso caer en la categoría de trastos o cachivaches en el primer caso, o en la de los temidos pongos en el segundo. Quizás, para evitar el desacierto o porque cuesta regalar a quien ya tiene de todo, fue ganando terreno eso de regalar experiencias. Y tal vez habría que inventar también un término que englobara esas actividades de deportes de aventura u otras, que a veces se reciben con pavor, y el consuelo de que realizarlas no es obligatorio. Sin embargo, las llamadas experiencias gastronómicas, y más si incluyen la posibilidad de alojamiento en el lugar donde se encuentra el restaurante, suelen ser bienvenidas e incluso muy celebradas.

Para elegirlas también hay que ponerse en la piel del homenajeado, o si se trata de un autorregalo, tener claro si lo más importante será el alojamiento o si pesa más querer descubrir un restaurante que nos queda lejos y donde nos ofrecen la posibilidad de alojarnos, porque disponen de habitaciones sencillas y el entorno invita a la calma. Este sería el caso de los dos que aparecen justo sobre esta líneas: tanto la Fonda Xesc, en Gombrèn (Ripollès), como Lo Paller de Coc, en el Pallars Sobirà, son dos casas que merecen sin ninguna duda el desplazamiento, y donde si no se busca lujo en el alojamiento, se puede disfrutar de la gastronomía y del paisaje maravillosos que nutren la despensa, y organizar excursiones. En ambos casos los clientes tienen la sensación de sentirse acogidos con cariño por una familia: en la Fonda Xesc, por el cocinero Francesc Rovira y por Meritxell Vilalta, quien atiende la sala, y en el segundo, por el cocinero (y gran maestro de generaciones de cocineros) Mariano Gonzalvo y por Sílvia Valls, con ese mismo reparto de funciones.

El cocinero Francesc Rovira junto a su esposa Meritxell Vilalta, responsable de sala, en la Fonda Xesc que regentan en Gombrèn (El Ripollès)

El cocinero Francesc Rovira junto a su esposa Meritxell Vilalta, responsable de sala, en la Fonda Xesc que regentan en Gombrèn (El Ripollès)

Pere Duran/Nord Media

Desplazarse hasta el lugar con el pretexto de comer bien y el aliciente de poder pernoctar y desconectar gozando del paisaje es algo que ofrecen también algunos restaurantes tan interesantes e importantes en Catalunya como lo es Els Casals de Oriol Rovira, el “cuiner pagès”. Sobre él escribía en estas mismas páginas de Què Fem? Toni Massanés: “Continúa con su equipo poniendo en la cazuela el paisaje físico que se divisa por las ventanas reales del comedor de esta casa de payés de Sagàs restaurada después de los terribles incendios que asolaron el Berguedà la última década del siglo pasado para devenir con el nuevo milenio en un templo del alta cocina rural catalana”.

Para combinar estancia y cocina de lujo, la escapada a Peralada permite, además, visitar la gran bodega

También quienes tengan el anhelo de introducirse en la historia de la cocina de este país pueden alojarse en uno de los establecimientos imprescindibles, el Motel Empordà (Figueres, Alt Empordà), donde la familia Subirós sigue preparando algunos clásicos de ese motel , como todos lo conocen, que fundó su suegro Josep Mercader en 1961.

Otra magnífica escapada gastronómica y una ocasión perfecta para conocer una cocina con historia y un entorno bellísimo es Can Boix de Peramola (Alt Urgell).

Jaume Subirós y su hijo Jordi en Motel Empordà, el emblemático establecimiento de Figueres que fundó Josep Maria Mercader

Jaume Subirós y su hijo Jordi en Motel Empordà, el emblemático establecimiento de Figueres que fundó Josep Maria Mercader 

Motel Empordà

Damos un salto para ir de las montañas que rodean el tranquilo pueblo de Peramola, para buscar la calma de la Costa Brava en invierno. En el Casamar (Llafranc, Baix Empordà), que funciona como hotel desde hace justo 70 años, se puede disfrutar de la buena cocina y el excelente trato de los hermanos Quim y Maria Casellas, continuadores del trabajo de sus ­padres.

Tanto en Fonda Xesc, en Gombrèn, como en Lo Paller de Coc, en el Pallars Sobirà, te reciben como en casa

También en la provincia de Girona, para quienes quieren combinar una estancia y una cocina de lujo, hay posibilidades tan interesantes como el hotel Castell de Peralada, con la cocina de Javi Martínez y el gran Toni Gerez en la sala; la visita a la espectacular bodega de Peralada, o los restaurantes que dirige Paco Pérez en el mismo recinto. La escapada a la casa madre de este cocinero, Miramar (en Llançà) siempre es un gran regalo, y aún más si se complementa con la estancia en las confortables habitaciones frente al mar sobre el restaurante, donde los clientes se despiertan con el aroma del pan recién horneado que llega del obrador A mà, abierto por la familia y con una ventana para comprar desde la calle.

Los clientes del hotel Esperit Roca, en Sant Julià de Ramis, pueden comer en los restaurantes Fontané y Esperit Roca

Los clientes del hotel Esperit Roca, en Sant Julià de Ramis, pueden comer en los restaurantes Fontané y Esperit Roca 

Marco Pastori Fotografa

Es sabido que muchos de los clientes de El Celler de Can Roca (Gironès) optan por alojarse en el acogedor hotel Casa Cacao, que dirige de forma excelente Anna Payet, donde cuida cada detalle y los desayunos se llevan aplausos. Quienes deciden alojarse en el hotel Esperit Roca (Sant Julià de Ramis), también parte del universo de los hermanos Roca, pueden optar por el nuevo Fontané (dedicado a Montserrat Fontané, la madre), en el mismo hotel que dirige Manel de la Rubia. Sin salir del recinto de La Fortalesa, la familia regenta otro restaurante, el Esperit Roca. Ambos merecen sin ninguna duda la visita, al igual que el resto de establecimientos que los Roca tienen en Girona.

El hotel de los hermanos Roca acoge el restaurante Fontané y a pocos metros se encuentra el estrellado Esperit Roca

Alojarse en Mas Albareda (Osona), de Nandu Jubany y Anna Ortem, y reservar en su restaurante o en Can Jubany (Calldetenes), es una opción exitosa y un regalo muy frecuente. Tomar rumbo a Tarragona para descubrir la cocina del chef valenciano Aitor López en Citrus del Tancat (Alcanar, Montsià) y alojarse en el hotel Tancat de Codorniu es una interesante opción. O acercarse a Xerta (Baix Ebre) para alojarse en la torre indiana que ocupa el hotel Villa Retiro y degustar el siempre interesante menú degustación de Fran López merece cualquier desplazamiento.

Las que hemos repasado son solo algunas de las numerosas opciones para combinar el placer de una buena mesa y el descanso sin tener que desplazarnos en plena digestión. No hay mejor sobremesa que un paseo por entornos de mar o de montaña, por pueblos tranquilos donde se respira la calma.

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