Supuestamente aptas para el consumo inmediato, las ensaladas de bolsa pueden ser una solución práctica para incorporar verduras y fibra a la dieta. Pero un nuevo estudio realizado en diez países europeos sugiere que es recomendable lavarlas igualmente antes de comerlas.
El análisis, publicado en Eurosurveillance, la revista del Centro Europeo para el Control de Enfermedades, ha detectado la presencia del parásito Toxoplasma gondii en el 4% de las más de 3 mil bolsas testeadas en toda Europa, un porcentaje que se replicó en el caso concreto de España. Reino Unido registró una incidencia del 16%, mientras que países como Noruega y República Checa no superaron el 0,5%.
El estudio fue financiado por la Unión Europea e incluyó a España, Portugal, Italia, Francia, Alemania, Noruega, Dinamarca, Reino Unido, República Checa y Polonia
Este protozoo genera una infección llamada toxoplasmosis, que suele ser asintomática o generar fiebres leves. Sin embargo, puede afectar gravemente el sistema neurológico y respiratorio de personas inmunodeprimidas y provocar abortos o malformaciones fetales en embarazadas.
El parásito se desarrolla en las heces de felinos salvajes y gatos que viven en el exterior, que pueden contaminar la tierra y las aguas y proliferar hacia los cultivos. Así, se estima que un tercio de la humanidad ha estado expuesto al parásito, que habitualmente se adquiere al comer carne infectada cruda o poco cocida, o frutas y verduras sin lavar.

Aunque las heces de gatos que viven en el exterior pueden estar contaminadas, las de domésticos que comen pienso no son riesgosas
Es recomendable, sobre todo para los grupos de riesgo, consumir productos pasteurizados, cocer las carnes y lavar muy bien las verduras y frutas.
Los autores de la publicación sostienen que es necesario mejorar la trazabilidad de las bolsas de ensalada e incorporar su planta de envasado en el etiquetado, algo que ya se hace en Dinamarca, Francia, Alemania e Italia. Esto permite llevar a cabo análisis más precisos sobre la prevalencia del protozoo e implementar mejores medidas de prevención y control.
Otro estudio de la EFSA advertía ya sobre la falta de protocolos en Europa para la inspección y detección de parásitos en alimentos, algo especialmente urgente con la proliferación de los productos listos para comer. Además, entre otras medidas, propone regular la población de gatos callejeros y alejarlos de las zonas agrícolas y ganaderas.
El análisis de Eurosurveillance concluye que, aunque las fuentes de infección por Toxoplasma gondii en humanos siguen siendo en gran medida desconocidas, “los resultados entregan evidencia de que la contaminación ocurre en verduras de hoja verde listas para consumir, lo que representa un riesgo potencial para los consumidores”.