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¿Qué tácticas son útiles para gestionar las cantidades de comida en juntas laborales y comidas familiares? (Carla Romero, lectora)
Hola Carla,
En esas situaciones sociales normalmente comemos de más varios motivos:
La primera razón es el exceso de comida servida, lo cual constituiría el primer aspecto a gestionar. Resulta bastante difícil exigir moderación a las personas cuando se enfrentan a tantos incentivos de abundancia, por lo que la estrategia inicial sería estimar las porciones de forma más prudente, y en cualquier circunstancia, tener un plato o preparación de reserva para asegurar que nadie pase hambre.
Otra razón es cuando se presenta una amplia selección de alimentos al mismo tiempo; en esas ocasiones, consumimos de todo porque picamos y probamos distintas preparaciones. Para gestionar este factor, no solo podríamos disminuir las porciones, sino también reducir la cantidad de platillos disponibles, ya que la variedad no exige que sea un buffet ilimitado.
Además, la ausencia de un plato individual. En todos esos escenarios donde comemos de pie y no prestamos tanta atención a lo que ingerimos, resulta más sencillo no poder evaluar las porciones. Esto es bastante común en recepciones y picoteos, donde consumimos alimentos con las manos mientras conversamos. Si los asistentes cuentan con platos y pueden detenerse a descansar más cómodamente, esto contribuirá a obtener una mejor perspectiva mediante el uso del plato.
Finalmente, el tiempo que dura la comida, particularmente cuando al concluir se sirven postres durante la sobremesa. Estos son comestibles muy deseables que pueden consumirse incluso si ya no sentimos hambre. Es posible adquirir algo que sea representativo sin que implique un gasto considerable.
Al combinar los cuatro puntos, se puede lograr una propuesta más enfocada en la calidad, que no resulte abrumadora y que estimule visualmente sin excederse.
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¿Hay opciones más sanas a las bebidas alcohólicas comunes de esta época del año? (Samuel Torres)
Hola Samuel,
Claro, sin ningún problema podemos optar por bebidas y cócteles alternativos que sean más beneficiosos para la salud y no contengan alcohol, asumiendo que esa es la principal inquietud en tu consulta.
En primer lugar, dispondríamos de alternativas que no contienen alcohol, las cuales podríamos ajustar según la estación del año y la temperatura. Esto incluiría desde agua con adiciones de limón, menta, frutas o pepino, hasta refrescos sin azúcar como el agua con gas, e incluso tés e infusiones que se pueden disfrutar tanto calientes como fríos.
Otras alternativas factibles serían los smoothies o los batidos, los cuales podríamos presentar en una modalidad completamente exprimida, semejantes a los zumos (como el de tomate o el de zanahoria), o bien en una versión de batido con un dulzor añadido, tales como batidos de frutas.
Si deseamos algo menos intenso y que se ajuste a un ambiente de cóctel más formal, los "mocteles" son una alternativa, los cuales son combinaciones de bebidas sin contenido alcohólico. Es posible elaborar las mismas recetas, pero omitiendo el alcohol. Adicionalmente, el mercado ofrece cada vez más y mejores opciones de cervezas sin alcohol, vinos sin alcohol o incluso licores sin alcohol para quienes deseen explorar estas posibilidades.
Te sugeriría que eligieras de entre todas las opciones que te presento, las que mejor se adapten al evento en cuestión. Un batido de frutas podría no encajar en un contexto donde los asistentes estén bebiendo vino, pero sí podría ser ideal para otras clases de festejos.