Lo que comenzó como una rutina ficticia en un manga japonés se convirtió en el salvavidas de un hombre en China. Li Shuangyong, de 36 años, decidió hace casi tres años que necesitaba un cambio radical. En 2021, tras perder su negocio de piscicultura, acumular deudas y ver cómo su matrimonio se rompía, tomó una decisión extrema: seguir el entrenamiento real de Saitama, el protagonista de One Punch-Man.
“Tenía que salvarme. No podía seguir viviendo así. No podía empeorar”, confesó en declaraciones recogidas por Jiupai News.

Portada de la serie animada
Un entrenamiento salido del cómic
La rutina es tan sencilla como brutal:
- 100 flexiones
- 100 abdominales
- 100 sentadillas
- 10 km de carrera diaria
Durante 1.000 días consecutivos, Shuangyong completó este plan sin descanso, acumulando más de 20.000 kilómetros corridos y cientos de miles de repeticiones de ejercicios con peso corporal.

Marcar abdominales
Al inicio, lo hizo con lo poco que tenía: corría con unas zapatillas que costaban menos de 10 yuanes (1,27 €) y se alimentaba casi exclusivamente de huevos y fideos instantáneos. Poco a poco, empezó a documentar su progreso en vídeos que atrajeron a miles de seguidores en China, lo que le abrió la puerta a patrocinadores que le enviaron zapatillas y suplementos para continuar su hazaña.

Li Shuangyong mostrando músculo
Un reto que dio la vuelta al mundo
El pasado 19 de julio, Shuangyong celebró el final de su reto con un gesto simbólico: se afeitó la cabeza y se vistió como Saitama, rindiendo homenaje al héroe que lo inspiró. Su transformación llegó incluso a oídos del creador del manga, que le dedicó unas palabras: “¡Tu fuerza de voluntad es increíble! ¡Felicidades!”.

Li Shuangyong disfrazado como Saitama
Su esfuerzo no ha terminado aquí. El chino ya tiene en mente una nueva meta: buscar un Récord Guinness corriendo una maratón cada día durante un año. Su objetivo, asegura, es “infundir esperanza sin límites”.
¿Un reto sostenible? Aunque muchos expertos señalan que este tipo de entrenamiento es insostenible y no recomendable para la mayoría de las personas, la historia de Li Shuangyong demuestra cómo la disciplina y la constancia pueden ser una vía de superación personal. Lo que comenzó como una rutina de ficción se convirtió en la herramienta con la que este hombre reconstruyó su vida.