El debate sobre si los jóvenes de hoy viven peor que los de generaciones anteriores se ha intensificado en los últimos años. Mientras algunos señalan que la precariedad laboral, el encarecimiento de la vivienda y la presión social y digital marcan una juventud más vulnerable, otros destacan que los avances tecnológicos, el acceso a la información y nuevas oportunidades educativas ofrecen ventajas que generaciones anteriores no tuvieron. La comparación, más allá de cifras y estadísticas, refleja una tensión entre desafíos inéditos y posibilidades inéditas, cuestionando si la calidad de vida debe medirse solo en términos económicos o también en libertades, experiencias y oportunidades.
El programa de 'LaSexta Xplica' reunió a varios representantes de cada generación, para que ofrezcan su punto de vista de manera sincera. Una de las intervenciones más polémicas fue la del jubilado Juan Leo, que afirmó no estar de acuerdo con algunas de las situaciones de la sociedad actual: “Yo tengo mucho respeto a la juventud, porque tengo cuatro hijos”, empezó diciendo.
Tres generaciones. ¿Pensiones para todos?
“Qué culpa tengo yo de que la tecnología haya suprimido miles de puestos de trabajo?”
Comparación. El jubilado mostró su enfado por la pensión que recibe: “He cotizado 45 años pare recibir la jubilación que hoy cobro y me ha quedado una pensión de 1.600 euros. Y hay jóvenes que cobran más que yo”, sentencia.
Horas extra. Otro de los argumentos que utilizó fue que los jóvenes no quieren trabajar las mismas horas extraordinarias que tuvo que afrontar para poder pagar una casa y un coche: “Quieren mucho sueldo y trabajar regular. ¿Qué culpa tengo yo de que la tecnología haya suprimido miles de puestos de trabajo?”, lamenta mientras el resto de contertulios muestran su disconformidad.
Personas mayores calculando su pensión
Punto de vista. Desde la mirada de quien sostiene que los pensionistas deberían cobrar más y los jóvenes menos, la comparación entre una pensión de 1.600 euros tras 45 años cotizados y los salarios de algunos jóvenes que igualan o superan esa cantidad se interpreta como una injusticia generacional. Argumentan que quienes han contribuido durante décadas al sistema merecen una retribución claramente superior, no solo por esfuerzo acumulado, sino porque representan el pilar que ha sostenido el Estado del bienestar. Desde esta perspectiva, los jóvenes que acceden a salarios relativamente altos sin una trayectoria de cotización equivalente deberían tener expectativas más moderadas, para así reforzar un equilibrio que priorice a quienes ya aportaron toda su vida laboral y ahora dependen del sistema público para vivir con dignidad.
Una persona mayor contando billetes de euro
Cifras. En 2025, los jóvenes españoles continúan situándose por debajo de la media salarial nacional. Según los últimos datos disponibles del INE y estimaciones recogidas por la prensa económica, el salario medio de los menores de 25 años ronda los 1.370 euros brutos al mes, muy por debajo del salario medio general del país, situado en torno a los 2.380 euros. Incluso entre los jóvenes de 25 a 34 años, la cifra apenas se eleva lo suficiente como para cerrar la brecha, reflejando la persistente desigualdad salarial por edad, marcada por la temporalidad, los contratos parciales y la menor estabilidad laboral que afecta de manera estructural a las nuevas generaciones.

