Dice la wikipedia que Ron Perlman quiso postularse para presidente de Estados Unidos. El actor lo desmiente, porque “me lo paso muy bien siendo artista y no necesito entrar en política”, pero reconoce que tiene su propia opinión sobre la actual situación de su país.
Y no duda en hacer pública esa opinión: “Donald Trump es un pedazo de mierda. Es un hombre completamente desprovisto de humanidad. Su alma está corrompida. Se relaciona con el mundo como un fetiche sexual y no con una ideología. Su crueldad, su racismo y su ataque al Estado de derecho son intolerables”, asegura Perlman durante una conversación con La Vanguardia.
“Los pinchos, la cocina y los vinos de San Sebastián son espectaculares, pero lo mejor es su gente”.
Una charla cuyo objetivo no es hablar de política sino de cine porque Perlman es el protagonista de Ya no quedan junglas , una película dirigida por el mexicano Luis Gabriel Beristáin y rodada en San Sebastián que llega este viernes a las pantallas españolas.
Perlman da vida a Theo, un ex soldado que pasó su carrera en los despachos y que ya jubilado se siente muy solo tras el fallecimiento de su mujer. Theo vive en Donostia y el único paliativo a su soledad es la visita semanal de una prostituta, Olga, que le recuerda a su desaparecida esposa, con la que no tiene sexo, pues en sus encuentros simplemente hablan.

Ron Perlman en una imagen de 'Ya no quedan junglas'
Una noche a Olga la matan violentamente y Theo abandona su pasividad para vengarse de los asesinos. Así arranca este trhiller que mantiene al espectador pegado a la pantalla y que a Perlman le ha servido “para vivir dos meses en una de las mejores ciudades del mundo”. El actor se confiesa “enamorado” de San Sebastián y señala que “los pinchos, la cocina y los vinos son espectaculares, pero lo mejor es su gente”.
También le ha sido útil para encarnar a un personaje “que solo tiene una cosa en común conmigo: ambos somos ancianos”. “Por la demás, Theo es un hombre que nunca luchó cuerpo a cuerpo ni usó un arma. Fue el tipo más pacífico hasta que le arrebataron de forma injusta algo muy preciado para él y se convirtió en un hombre muy violento”, dice el actor.
Pero después recapacita y añade que sus afinidades con Theo sos mayores, porque “los dos tenemos la capacidad de amar y de reconocer a alguien que merece nuestro amor. Y también compartimos un deseo feroz de proteger la inocencia de esa persona. Y si algo terrible le sucede, somos capaces de buscar justicia y venganza”.
Perlman está convencido de que estos ingredientes servirán para que el público “pase un buen rato” con Ya no quedan junglas , una película en la que comparte cartel con Megan Montaner, Hovik Keuchkerian, Karra Elejalde y Damián Alcázar y, por supuesto, con San Sebastián a cuyo festival de cine no ha podido acudir porque está en Georgia (Atlanta) “trabajando en una serie llamada El cabo del miedo junto al gran actor español Javier Bardem”.