Las T de Teatre vieron en el 2013 la comedia El loco y la camisa, de Nelson Valente, y tuvieron muy claro que querían montar una pieza del dramaturgo y director argentino. Dicho y hecho, Mamen Duch, Marta Pérez, Carme Pla y Àgata Roca le encargaron una obra y ahora, doce años después, llega Avui no ploraré.
“Hacía tiempo que no hacíamos una comedia-comedia, una tragicomedia –declara Àgata Roca–. Nelson nos ha hecho una supercomedia que también en algún momento incomoda”. Avui no ploraré, decimocuarto espectáculo de las T de Teatre, se estrena el 5 y 6 de diciembre en el festival Temporada Alta, en el teatro Municipal de Girona, y del 19 de diciembre al 18 de enero hará temporada en el teatro Goya de Barcelona.
“Me interesa la salud mental en la familia, la locura como normalidad,” explica Nelson Valente
Este martes por la mañana, en la sala de ensayo del teatro Poliorama, la prensa ha sido invitada a ver un ensayo y hablar con el equipo artístico. Pla explica cómo empieza la historia: “Somos tres hermanas y mi personaje, Llum, ha estado un mes en un centro psiquiátrico, porque ha intentado suicidarse”. Las tres hermanas tienen alguna capa de Chéjov, reconoce Valente: “Lo tengo muy leído e interiorizado”.
“Cuando me encargaron la obra –continúa el dramaturgo–, hicimos un taller de improvisación y la obra la escribí pensando en las actrices y los actores que la tenían que interpretar”. Ellos son Albert Ribalta, Gerard, que es el marido de la hermana mayor (Duch), y Jordi Rico, Miquel, el marido de la pequeña, Bibiana (Roca).
“Gerard es un personaje muy radical, con mucho dinero, y todo gira a su alrededor –resume Roca–, y Miquel es un calzonazos, y es el que vive la mentira mayor. Pero esta vez, en la comida que celebran, se proponen no estallar y que nadie llore. De ahí el título”.
“Pero se va creando una olla a presión –añade Pérez–, porque las cosas se enquistan si no revientan, y mi personaje hace que revienten”. Pérez interpreta a Oltra, una mujer que Llum ha conocido en el centro y que “nadie se ha mirado nunca, que intenta llamar la atención y que considera que si hay alguien a quien se tiene que ayudar, lo tiene que hacer, y por eso su misión es ayudar a Llum”.
“Yo soy la hermana pequeña –manifiesta Roca–, que tiene una mala relación con la mayor y, además, tiene un problema con el alcohol: de hecho, apaga los fuegos con el alcohol. Todo el mundo esconde cosas. Resulta que el personaje de Llum es el que está mejor. A veces las etiquetas son erróneas”.
Valente es un dramaturgo de comedias familiares: “La temática que me interesa es la familia, la incomunicación, con la salud mental de las familias, con la locura como normalidad y la normalidad como locura”. La escenografía es de Alejandro Andújar, con un giratorio. “Es un poco un vodevil, pero en lugar de abrir y cerrar puertas, se mueven las paredes”, describe Duch.
“Como es muy coral con seis personajes, intentaremos hacer como lo hacen los argentinos, hablando todos a la vez pero que se entienda”, afirma Roca. Pero Valente no lo ve tan claro: “Les cuesta pisarse porque hay mucho respeto por el texto. Los argentinos, como no respetamos tanto la ley, no tenemos ningún problema”. Y Duch concluye: “Intentaremos seguir el patrón argentino, pero nosotros hablamos en catalán y nuestra lengua es más directa”.


